JESUS, el Cristo, aquel en el que todo está hecho y consiste, es por ello el principio interpretativo del hombre y de su historia. Afirmar humildemente, pero al mismo tiempo con tenacidad, a Cristo como motivo inspirador del vivir y del obrar, de la conciencia y de la acción, significa adherirse a Él para hacer presente, de manera adecuada, su victoria sobre el mundo. La tarea cotidiana del creyente es obrar para que el contenido de la fe se convierta en inteligencia y pedagogía de la vida y esto se realiza en cualquier situación y ambiente en el que se está llamado a vivir. Y en esto está la riqueza de nuestra participación en la vida eclesial: un método de educación a la fe para que incida en la vida del hombre y de la historia; en los sacramentos para que produzcan un encuentro con el Señor y en Él con los hermanos; en la oración para que sea invocación y gloria a Dios; en la autoridad para que sea custodia y garantía de la autenticidad del camino eclesial.
La experiencia cristiana vivida y entendida así, genera una presencia que pone a la Iglesia, en cualquier circunstancia humana, como lugar donde el acontecimiento de Cristo, «escándalo para los Judíos... necedad para los paganos», (1 Cor 1,23-24) vive como horizonte lleno de verdad para el hombre.
Nosotros creemos en Cristo, muerto y resucitado, en Cristo presente aquí y ahora, que sólo puede cambiar y cambia, transfigurándoles, al hombre y al mundo. Vuestra presencia cada día más consistente y significativa en la vida de la Iglesia en Italia y en las diferentes naciones en las que nuestra experiencia empieza a difundirse, se debe a esta certeza que debéis profundizar y comunicar, porque es ésta la que toca al hombre. Es significativo a este respecto, y hay que señalarlo, cómo el Espíritu, para continuar con el hombre de hoy aquel diálogo iniciado por Dios en Cristo y prolongado en el curso de toda la historia cristiana, ha suscitado en la Iglesia contemporánea múltiples movimientos eclesiales. Éstos son un signo de la libertad de formas con las que se realiza la única Iglesia y representan una segura novedad que todavía espera ser entendida de manera adecuada, en toda su positiva eficacia para el reino de Dios, en acto en el hoy de la historia.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón