En octubre se ha inaugurado la clínica dedicada al pequeño santo mártir africano. Un signo tangible de una presencia que se hace cada vez más incidente
El once de octubre fue inaugurada en Basan la St. Kizito Clinic, proyecto de medicina de base promovido por Avsi con la participación de la Archidiócesis de Lagos. Lo que podía ser un hecho formal o circunstancial ha sido, por el contrario, en su preparación y en su desarrollo, una gran ocasión.
Desde el primer momento el proyecto Avsi, en las personas de Chiara Mezzalira, Anna María Nicolini y Cristina Provasoli, ha sido una posibilidad de presencia del movimiento. De tal modo que en la preparación de la celebración todo el movimiento se ha implicado y nuestros amigos se han puesto a disposición, con una dedicación real, después de sus horas de trabajo, a preparar todo lo necesario; cada detalle ha sido cuidado. También el personal de la clínica, en esta ocasión, ha experimentado y aprendido una gran unidad y dedicación.
Hemos elegido a san Kizito como patrón de nuestra clínica por varias razones: es un niño, protector de muchos niños que atendemos; es un santo, que ha demostrado alegría, coraje y dedicación en su vida; y es africano, uno de los mártires ugandeses, signo de que también aquí es posible testimoniar algo grande.
Para esta ocasión hemos tenido huéspedes importantes: el Pro-Nuncio Apostólico, el Arzobispo de Lagos, el Embajador de Italia, el Chairman del Gobierno Local, el Comisario de la Sanidad del Estado de Lagos y, con el estupor y la sorpresa de todos, el Ministro de Sanidad. En su discurso final, este último expresó la gratitud por todo aquello que la Iglesia ha hecho siempre y continúa haciendo en el campo de la salud. Esta afirmación pública suya no es poca cosa en un país musulmán como Nigeria donde han existido continuos enfrentamientos, como ha sucedido durante estos días en el norte. El Ministro ha pedido también que este centro pueda convertirse, sea en su estructura, sea en su funcionamiento, en un modelo para otros centros en otras zonas. Incluso el representante de la CEE ha expresado un gran aprecio por cómo ha sido pensada y realizada la obra y nos ha dicho que enviaría a sus técnicos para copiar el modelo para los centros que están construyendo en otras zonas.
La exposición fotográfica que hemos preparado ha querido expresar nuestra historia: «Señor, concédenos la fuerza de cambiar las cosas que podemos cambiar, la humildad de aceptar aquellas que no podemos cambiar, la inteligencia para entender cúales son las primeras y las segundas». Con este título hemos querido mostrar otras realidades sanitarias en Lagos en las que está trabajando la Iglesia. Nuestro centro se inserta dentro de esta gran atención que la Iglesia siempre ha tenido por los pobres, los enfermos y los marginados. La exposición se cierra con el testimonio sencillo de nuestros muchachos de la clínica.
La ceremonia ha sido también una gran ocasión de encuentro con nuevas personas, como Lady Elisabeth Mbanefo, una anciana señora de la alta sociedad nigeriana, que nos ha tomado cariño. Anna María la había invitado un día a ver la clínica y Lady Elisabeth quedó tan impresionada por la gratuidad de nuestra presencia que ha decidido ayudarnos. En efecto, está montando una «Asociación de amigos del movimiento» -a la que ya pertenecen unas 25 personas- para ayudar al funcionamiento del centro y de otras actividades del movimiento.
Nuestros amigos del movimiento han quedado conmovidos al ver el «movimiento en acción» (Rose), es decir, que la fe llega a construir una obra. Cuando los huéspedes se fueron, se vio en los rostros de los muchachos de la clínica y de los amigos del movimiento toda la alegría y la gratitud por el acontecimiento. Entonces se lanzaron a bailar, contar chistes y cantar, y ya no habrían querido volver a casa.
Traducido por Elena SERRANO
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