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Huellas N.07, Octubre 1991

EDITORIAL

Cómo es posible vivir

Una vez más, Litterae dedica la portada y un amplio servicio a los jóvenes. No es una moda. Es porque en el mundo juvenil se comprende con mayor claridad que en otro lugar «el fondo de la cuestión». Hoy, en esencia ¿qué es lo que oyen decir los jóvenes? Que las utopías han caído; tanto da, entonces, refugiarse en los sueños, quizás con los ojos abiertos. Y que cada uno se invente el suyo.
Es la forma más fraudulenta de deseducación.
El hombre, para vivir dignamente, ciertamente no tiene necesidad de utopías o de sueños. Para emprender la navegación hacia «la otra orilla» -allí donde se descubre y se abraza el significado para el que estamos hechos- es, más bien, necesaria la conciencia clara del fin, del ideal. Un ideal que no tenga la fisonomía de una ilusión lejana, sino la concreción de un presencia cercana y amiga.
Los dos navegantes del «manifiesto» de Pascua tienen la audacia de surcar las olas porque les es cercana la calma enérgica del tercer personaje: Cristo, el ideal presente.
Sólo así se puede ir «más allá del muro de los sueños» para abrazar la realidad y vivir como hombres.
En el Consejo internacional de Comunión y Liberación, que tuvo lugar este verano, se decía que «el problema del mundo de hoy ya no es decidir quién tiene razón y quién se ha equivocado; no se trata de un problematicismo teórico; el problema del mundo de hoy es cómo se logra vivir. En la época de Cristo, los Fariseos eran quienes ponían el problema abstracto de quién tenía razón. Por el contrario los que siguieron a Jesús -los sencillos- lo hicieron porque Él enseñaba cómo se puede vivir. Desde este «fondo de la cuestión» se puede volver a partir para una cultura nueva, es decir, para una nueva propuesta de la razón».
Enseñar «cómo lograr vivir» constituye, entonces, la suprema obra educativa.
Este número de Litterae quiere dar ejemplo de ello.
Además de la temática de los jóvenes, vale la pena señalar el servicio desde Perú y el de Moscú.
El primero cuenta, de fuentes directas, la grave situación del país, aplastado entre el terrorismo de «Sendero luminoso» y una pesadísima crisis económica. Y sin embargo también allí «la certeza de una compañía vivida nos enseña a mirar la realidad sin miedo, con realismo y positividad en cada circunstancia... porque, a través de nuestra decisión para la existencia algo, sorprendentemente nuevo, pueda suceder y existir».
Desde Moscú la conclusión es análoga: «Es necesario dar crédito a lo que ya hoy, golpe o no golpe, demuestra una consistencia humana no engañosa»; es decir, demuestra «almo se logra vivir».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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