Recomendar un libro de un autor de la talla de H. Urs Von Balthasar es una cosa sencilla y complicada. Para ninguno de nosotros es un desconocido. Todos hemos oído hablar de él y sabemos que es el gran pensador católico de este siglo. Hombre de un saber excepcional un maestro de la experiencia cristiana. Pero también sabemos que su pensamiento no es nada fácil de seguir, que hay que estrujarse el cerebro para poder entenderlo. Al menos eso oímos a los amigos que tienen que estudiar sus obras. Por eso, un libro suyo nos atrae al reconocer que estamos ante algo valioso, pero al mismo tiempo nos echa para atrás pensar la dificultad, la fatiga que conlleva la lectura de una de sus obras. ¿No habrá algún libro suyo que fuera sustancioso y fácil de entender?
Sin duda El corazón del mundo. Es un libro de gran calidad por su contenido y forma. Escrito con una prosa que destila poesía, uno es guiado a la inteligencia de la verdad a través del resplandor de la belleza. Su lectura atenta provoca la inteligencia y la imaginación y el corazón se tensa en una espera.
Al igual que un libro de poesía, da lo mismo abrirlo por donde salga para poder gozar y vislumbrar aquello que satisface, que da contento a la vida. Ciertamente su reflexión aborda las grandes cuestiones, aquello que importa al ser humano para vivir con gusto y ser consciente de la grandeza de ser: encarnación, pasión y resurrección de Cristo. Pero en cualquier página por donde lo abre, uno se siente arrastrado hacia el centro, hacia el corazón del mundo, es decir, hacia la ternura y la misericordia de Dios hecha carne.
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