Catolicismo sirve a esta tarea: hacer asequible al cristianismo la riqueza inmensa de su fe, tal como ha quedado acuñada por tantos de sus testigos
«Si las citas se acumulan... es porque hemos deseado proceder del modo más impersonal, espigando sobre todo en el tesoro, muy poco explorado,
de los Padres de la Iglesia»
Leer a Henri de Lubac, uno de los mejores teólogos de nuestro tiempo, es siempre una bocanada de aire fresco. Nadie que haya dedicado parte de su tiempo a frecuentarlo habrá quedado defraudado. Toda su obra ha sido calificada por su amigo H. U. von Balthasar como un «intento de presentar al hombre de hoy el espíritu del cristianismo católico».
Esto se puede decir especialmente de la obra que aquí presentamos, Catolicismo, que va dirigida, según las propias palabras del autor, «a creyentes cuidadosos de una mejor inteligencia de la fe en que viven». Es posiblemente la mejor obra para introducirse en la inmensa producción literaria de H. de Lubac. La razón es que esta obra es como una «síntesis», «obertura» la llama Balthasar, de la que brotarán después, como ramas de un tronco, las obras principales publicadas posteriormente. La simple enumeración de temas abordados es ya, por sí misma una invitación a la lectura: la Iglesia, su unidad, los sacramentos, la vida eterna, la misión, el designio de Dios, el valor de la persona. La novedad con la que H. de Lubac aborda estos temas estriba en su inserción en la gran Tradición de la Iglesia, cuyo manantial inagotable son los Padres de la Iglesia.
Ha sido esta familiaridad con los Padres de la Iglesia la que ha hecho posible salir a la teología y a la vida cristiana de la estrechez en la que habían encallado muchas formas de entender el cristianismo en la época moderna, acaecido en parte por la ruptura con esa tradición. Ahí radica la importancia de una obra como ésta para nosotros. Su lectura permite percibir e insertar nuestra experiencia presente en la gran tradición de la Iglesia.
Catolicismo sirve a esta tarea: hacer asequible al cristianismo la riqueza inmensa de su fe, tal como ha quedado acuñada por tantos de sus testigos. Esta es la razón por la que H. de Lubac trata de desaparecer para que aparezca con toda su luminosidad este tesoro: «Si las citas se acumulan... es porque hemos deseado proceder del modo más impersonal, espigando sobre todo en el tesoro, muy poco explorado, de los Padres de la Iglesia».
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón