La imagen representa a un Cristo en Majestad (Pantocrator). Fue pintada en el siglo XII, en pleno auge del arte románico, por el anónimo “maestro de Tahull”, autor de los magníficos frescos característicos del arte románico catalán.
En una época en que la cultura popular escrita no existe, la imagen es el modo en que toda persona puede ver representado sensiblemente aquello en que radica su existencia como hombre y como pueblo. La Iglesia cuida la imagen como método educativo. Por eso, la figura está situada en el ábside de la iglesia, dominando todo el espacio de ésta, queriendo mostrar a Jesucristo como Señor del mundo. Podemos suponer que todo el que entrase se vería sorprendido en primer lugar por la impresionante representación de Cristo con los atributos de su majestad: la mano derecha alzada como Rey de Justicia; el libro sagrado, sostenido por la mano izquierda, con la inscripción “Yo soy la luz del mundo”; las letras griegas alfa y omega a ambos lados de los hombros que recuerdan que Cristo es principio y fin del mundo.
Una representación así nace de una conciencia cristiana, para la que resultaba evidente el señorío de Cristo sobre todo lo creado y su presencia visible y palpable en medio de su pueblo.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón