Huellas N.03, Marzo 2019

PRIMER PLANO

Por el bien de todos

Los que presentamos son ejemplos. Y los hemos tomado adrede entre la gente, lejos de los escenarios de la “gran” política nacional e internacional. Los testimonios de este Primer Plano, desde el concejal en una zona del ayuntamiento de Milán a los universitarios más comprometidos en sus facultades, desde el director de un liceo en Piamonte a un político de profesión en Paraguay, sirven también a esto: a darnos cuenta de que “hacer política” nos afecta a todos de cerca, es accesible y está al alcance de todos. No solo porque, lo queramos o no, influye en nuestra vida, sino porque todos, cada uno a su manera, podemos contribuir activamente al bien común. También, y sobre todo, en virtud de la fe que vivimos: «El primer nivel de incidencia política de una comunidad cristiana viva es su misma existencia», decía don Giussani.
Aquí se ven personas que, simplemente viviendo su fe, se apasionan por el bien de todos y, de distintas maneras, gastan su vida por ello. E influyen en la sociedad. Pensad en Cometa, la experiencia de acogimiento familiar en Como. Su historia pone de manifiesto un recorrido completo: empieza con algunas familias que comparten una necesidad y, sin solución de continuidad, llega a crear una realidad social bien definida, que influye en su entorno social, dialoga con las instituciones y cambia un trocito de mundo.
Una experiencia personal, social y política a la vez.
Son testimonios de este tipo los que sustancian el debate sobre el rol de los católicos en la política actual. De este debate se ocupa la entrevista inicial con el padre jesuita y politólogo Francesco Occhetta, y el diálogo con otro testigo comprometido, Gigi De Palo, del Forum para las familias. Aparecen ejemplos e ideas interesantes. Y sobre todo un hecho: la primera aportación de los católicos a la sociedad es generar personas adultas en la fe. Tan enraizados en la experiencia cristiana como para gastar su vida para todos, buscando soluciones comunes a los problemas, pequeños y grandes, de todos. Como para comprometerse en política. (dp)