Y a había salido en cinco lenguas y ahora La belleza desarmada, el libro que recoge varias intervenciones de Julián Carrón sobre la contribución del cristianismo frente a los desafíos actuales (la crisis, el terrorismo, Europa, la educación…), también está en árabe.
Una traducción promovida por la Biblioteca de Alejandría, que lo presentó en diciembre y lo ha publicado en su web. ¿Por qué? ¿Qué han encontrado de útil para el mundo islámico, a primera vista distante y seguramente distinto del nuestro?
Hemos querido que lo digan directamente ellos, los dueños de la casa. Wael Farouq, profesor de árabe y alma de este evento; pero también el director de la Biblioteca, el traductor, uno de los grandes intelectuales del país… Todos egipcios y musulmanes.
Por su relato se comprende aún más el valor de un hecho tan imprevisible. Y se ve mejor por qué alrededor de aquel estrado sucedió exactamente lo mismo que el autor señala como el camino más urgente en medio de una confusión a veces violenta que nos envuelve a todos. «Crear espacios donde, escuchándonos y estando abiertos a la contribución de los demás, podamos salir distintos a como entramos, a pesar de nuestras diferencias».
Espacios de encuentro y de diálogo, como el que generó con su testimonio –y con su sangre– Pierre Claverie, obispo y mártir en Argelia, del que publicamos un texto inédito. Junto a otras historias cotidianas. Cristianos que viven en Abu Dhabi, donde el Papa ha realizado un importante viaje; jóvenes de una escuela piamontesa que, para salir de la jaula de palabras vacías sobre inmigración, han elegido el camino más sencillo: ir a buscarles y charlar con ellos. Crear puentes, no muros. Para hacer crecer eso que, como recordaba don Giussani, tenemos en común con todos, más allá de las diferencias e ideologías: «la humanidad de los hombres», nuestra humanidad. (dp)
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón