El arte contemporáneo ha vuelto al Meeting con nueve obras, una obra maestra y muchas sorpresas
Llevas una exposición de arte contemporáneo al Meeting de Rímini yendo en contra de todas las lógicas. Todos te dicen que es una locura montar una exposición de 1.600 metros cuadrados, con 9 obras de grandes dimensiones y una pintura de 16 millones de euros (de Andy Warhol), por tan solo siete días. Luego sucede que en esos poquísimos siete días 22.000 personas visitan sus salas y que la mayoría sale encantada, con un montón de pensamientos que les rondan por la cabeza y un revuelo de emociones en el corazón. Hace dos años, otra exposición a cargo de la fundación Casa Testori, con Luca Fiore, Giuseppe Frangi y Francesca Radaelli, con el título “Mantener vivo el fuego”, había encendido una espera que ha ido in crescendo. En aquella ocasión se había roto el hielo, sugiriendo que merecía la pena lanzar el corazón más allá del gran Caravaggio. Entonces no hubo obras expuestas, esta vez sí. Y es otra cosa. La mayoría de los visitantes dedicó una buena hora para verla. Por ejemplo, el abad general de los cistercienses, padre Mauro Lepori, el rabino David Rosen, sor Rosemary Nyirumbe y el presidente emérito de la Cámara de los Diputados italianos, Luciano Violante. Muchísimos no se contentaron con la primera visita («es la cuarta vez que vuelvo…») y muchos acudieron a los guías para preguntar acerca de las obras y los artistas.
Lágrimas. Ha sido estupendo ver la curiosidad y disponibilidad de los artistas que se han implicado personalmente: la sencilla profundidad de Adrian Paci, las preguntas sobre CL de Gianni Dessì, que vino a Rímini para instalar su escultura monumental, y la sorpresa de Giovanni Frangi viendo la vivacidad del público. Difícil olvidar el afecto y la estima de Cristiana Collu, directora de la Galería nacional de arte moderno y contemporáneo de Roma. Un mundo lejano que se encuentra con el Meeting y su pueblo.
¿El comentario más frecuente? «No entiendo nada de arte contemporáneo, pero la muestra es realmente preciosa». Algunos van más allá. Un chaval de GS de Catania decía: «Me han llamado mucho la atención las fotos sobre el 11 de septiembre, es nuestro incendio de Troya…». U otros que dicen: «¿El vídeo de apertura? Es una síntesis eficacísima del lema del Meeting». Los profesores de Lengua y Literatura italiana se dividen a propósito de la obra de Isgrò sobre Los novios, de Manzoni. Hay quien te dice: «¿Te acuerdas de mí? Hace dos años llegué a vuestra exposición enfadado preguntando por qué esto es arte. Te quedaste una hora explicándome que… (sigue repetición detallada de mi argumentación)». Algunos salen con lágrimas en los ojos de la sala del Vía Crucis de Paci.
¿Qué le pasaría a Joseph Weiler el viernes por la mañana para que le dedicara a la muestra un spot fuera de programa ante la platea de Rímini? Se había presentado con una mala cara que no prometía nada bueno. Luego, de sala en sala, obra tras obra, su cara se fue abriendo con gesto de sorpresa. Se despidió regalándonos el mejor juicio: «Es una exposición extraordinaria, ¡abre la mente!».
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón