Huellas N.5, Mayo 2012

BREVES

Ensayos de subsidiariedad
EN UN SISTEMA ATASCADO, EL OXÍGENO DEL MICROCRÉDITO

Giorgio Vittadini*

Desde la atención en ventanilla a los expertos que trabajan gratis, una fundación única en su género ofrece “garantías” a los nuevos pobres

La crisis económica no parece solucionarse, sino empeorar. El sistema bancario, tanto en la primera fase de la crisis (crisis financiera), como en la que está vinculada a la deuda pública, sigue bloqueado y no concede a las empresas el crédito necesario para crear bienes y trabajo para la gente. Personas que se quedan en paro pero que deben hacer frente a compromisos económicos adquiridos anteriormente, falta de liquidez para pagar trabajos ya realizados o simples ciudadanos que tienen que hacer frente a gastos médicos imprevistos: son tan sólo algunos ejemplos de una pobreza emergente, que afecta a ciertas “zonas grises” de población cuya necesidad de crédito no puede cubrir ni el servicio público ni en privado.
Sin embargo, por lo menos a este nivel, a veces basta recibir “un poco de oxígeno” para reemprender la marcha y no caer en una situación de indigencia peor. Es la consideración que ha movido el Ayuntamiento de Milán (la anterior y la actual administración), la Cámara de Comercio, la Provincia de Milán y los sindicatos (CGL, CISL y UIL) a constituir la Fundación Welfare Ambrosiano (FWA, www.fwamilano.org) para emprender una iniciativa única en su género en Italia: crear un modelo de bienestar concertado entre sujetos públicos y de sujetos privados con un valor social.
La idea es ayudar a las personas en dificultad con un microcrédito, sosteniendo «el desarrollo de estrategias laborales y formativas útiles para sanar definitivamente una situación de carencia económica» convirtiéndose en un factor activo para la economía. De aquí el «carácter subsidiario, de innovación, y no asistencial» de las actividades de FWA, que implican a los principales sujetos presentes en el territorio, con el fin de «conjugar desarrollo económico y cohesión social».
La FWA garantizará y avalará los microcréditos (por un máximo de 10.000 €) a fin de facilitar su concesión que el sistema crediticio otorgará tras un previo estudio y sobre la base de las garantías de la Fundación. El microcrédito se concederá en base a condiciones acordadas, permitiendo modalidades de devolución compatibles con las necesidades de las personas concretas. Una red de 19 ventanillas, distribuidas por todo el territorio y ubicadas en las sedes de sujetos capaces de identificar las necesidades de los ciudadanos (en su mayoría sedes de sindicatos), que reciben y atienden a las personas interesadas; una asociación de voluntariado (Vobis), integrada por antiguos empleados del sector bancario y financieros, evalúa la sostenibilidad del préstamo.
El trabajo de la FWA ha empezado con el microcrédito, pero en breve quiere promover la constitución de «fondos específicos para formas complementarias de seguros médicos».
Ante la disminución de la intervención pública, se hará cada vez más necesario experimentar caminos como éste en todo el país, que como fuentes de agua puedan regar la aridez del territorio.
* Presidente de la Fundación para la Subsidiariedad