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Huellas N.11, Diciembre 2005

CL Historias / África for USA. La paradoja de la caridad

Africano, es decir, cristiano

a cargo de Renato Farina

Pobreza, SIDA y subdesarrollo parecen ser los únicos temas que salen a la luz cuando se habla de África; pero hay algo que es previo y que afecta al hombre en su totalidad

La experiencia de un cristiano de África y en África. Más sencillo y banal que hablar de muerte. Pero también hay que hacerlo, porque cuando el tema versa sobre ese continente, cualquiera medianamente informado se llena la boca hablando de beneficencia y de discursos sobre el hambre. En el coloquio que Huellas ofrece no hay europeos en misión sino miembros africanos de CL. ¿Se trata de una medalla para una organización o más bien es algo decisivo para nuestra experiencia?

Omala Kizito, Kampala, Uganda, 38 años, profesor universitario de Estadística.
Para poder responder a la pregunta sobre cómo ha tocado el movimiento mi conciencia, hay que comprender la situación africana. En nuestra cultura la identidad del individuo no cuenta, sólo existe el clan. El movimiento me ha ayudado a reconocer que mi yo es único. Antes no sabía lo que esto significaba. En el pasado, el cristianismo, sobre todo por parte de los ingleses, se comunicó como si se tratara de una cultura superior, anulando nuestra educación familiar y hasta nuestra lengua tribal. En CL he aprendido que la tradición de mi gente era la espera que se cumple en Cristo. La propuesta del movimiento lleva a la unidad de la persona y con los otros. Entre nosotros muchos son cristianos, pero viven con miedo, hasta el punto de recurrir a la brujería. Pero el movimiento es una compañía donde es posible no tener miedo. El cristianismo es el hecho más humano que hay.

Francis Nkafor, Lagos, Nigeria, administrador de una escuela. CL me ha permitido unir la fe y la vida. Yo era católico, pero entré en crisis: lo que me habían enseñado no tenía nada que ver con la vida cotidiana. Don Gius ha unido en mí las dos facetas. En la situación africana, yo entendía que para ser cristiano debía abandonar mi tradición; esto era lo que me habían inculcado, pero yo me sentía herido. En cambio, don Gius me enseñó que no podía saltar por encima de mi tradición, no era una broma de la historia. Es lo que me introduce en la realidad, Cristo sale a mi encuentro en ella. Siguiendo a Giussani he hallado la continuidad entre el cristianismo y mis padres. ¡El cristianismo no es europeo! Es una propuesta que los europeos han aceptado hace mucho tiempo, pero ahora es nuestra también. Un episodio revelador: hace un par de años murió uno de nuestros chicos en un accidente, Fideles. Fuimos al poblado. Para su familia aquella muerte era inaceptable, se debía a fuerzas ocultas que había que investigar, se había producido porque alguien malvado le había echado mal de ojo; pero nuestra postura fue otra, cambiada. Nosotros llorábamos y ellos lloraban, pero la conciencia era diferente: para ellos, un hecho completamente negativo, para nosotros, la relación con un Misterio amigo.

George Pariyo, Kampala, Uganda, profesor universitario de salud pública. El centro neurálgico del problema africano es el de la humanidad. El movimiento despertó en nosotros esta conciencia que se convirtió en experiencia, y empezamos a vivir. En un momento político muy conflictivo en Uganda, la fe se puso de manifiesto en la Consagración a la Virgen, que pide que Cristo se convierte en fuente de una vida nueva. El error consiste en pensar que la propuesta cristiana no es para todos. «Nosotros tenemos una mujer, vosotros los africanos tenéis tres», como si el cambio fuera imposible. En la Iglesia a menudo se habla de inculturación, entendida como la manera de extrapolar lo que es bueno del cristianismo adaptándolo a la cultura africana. Esta mentalidad reduce la fe a un hecho social, a mediación cultural. En cambio un encuentro lo cambia todo, con paciencia, pero cambia. ¿Ejemplos? La cuestión del SIDA: nos tratan como si fuéramos animales, incapaces de controlar los instintos, por eso el preservativo... Pero la educación es posible, nuestra experiencia demuestra que la pertenencia a Cristo da forma a lugares dónde se viven relaciones diferentes, y cambia, por ejemplo, el modo de concebir la sexualidad.

Peter Karanja, Kenia, ingeniero. En África hay pobreza, SIDA, subdesarrollo, etcétera. ¡Pero no es esto lo que nos define! Lo fundamental es cómo nos concebimos dentro de esta situación extrema. Hay quien viene de fuera y pretende solucionarlo todo. En este sentido nos encontramos frente un doble asedio, occidental e islámico. Cada uno de ellos anula nuestra tradición y proporciona una respuesta falsa a la cuestión del Misterio que está presente en nuestra tradición. La propuesta del movimiento ha supuesto para mí ante todo el tomar conciencia del valor de mi persona, en cualquier situación. Se me ha guiado para ir al fondo de mi vida. No soy fruto de la casualidad o de un Misterio malvado. Soy un regalo, no un accidente. Esto lo cambia todo. Sólo de esta concepción pueden surgir obras positivas, relaciones diferentes.

Priscilla Ndonga, Nairobi, Kenia, empleada en un Banco. Quiero tocar el tema de la educación que, en los diferentes proyectos de desarrollo, se reduce a instrucción, a especialización. La gente percibe que se tiene más en cuenta al que tiene un título. Esta educación no nos ha ayudado en nada. Seguirán llegando donaciones, dinero, pero nada cambia, porque las personas siguen igual que antes, porque falta la educación del “yo”. En el movimiento se nos ayuda a entender que tenemos que ser protagonistas, no como parte de un programa de desarrollo social, sino en la plenitud que nace del encuentro con Cristo. Para contestar a esta necesidad educativa, nos hemos juntado varios padres y estamos fundando escuelas. Pero la primera escuela es la Escuela de comunidad. Si no hay un “yo” educado no hay cambio y uno no es protagonistas de nada.

Verónica Ndung’u, Nairobi, Kenia, directora de bachillerato. Puede que no os lo creáis, pero el principal problema de África no es el hambre, sino el mismo nihilismo que invade Occidente. Está infiltrándose sobre todo entre los universitarios. Los jóvenes ya no esperan nada. Lo que interesa es quitárselo de encima, superar los exámenes y si no lo consigues, estás acabado. Por lo tanto, lo verdaderamente necesario es una educación completa.

Ester, Kenia. Sí, de este método, de la cercanía a las verdaderas necesidades, nacen obras. Gracias al encuentro con el movimiento, mi hermano ha puesto en marcha un “Banco de alimentos”.

Padre Peter Kamay, Jos, Nigeria, profesor del seminario. Sin embargo, es importante tener en cuenta otro factor: la difusión de las sectas pentecostales. Entre mis estudiantes, futuros sacerdotes, se difunde la tendencia a imitarlos. Se apoyan en el miedo y no en la experiencia de una humanidad plena. Las cosas han empezado a cambiar entre mis seminaristas desde que estudiamos juntos Por qué la Iglesia, de don Giussani.

Francis. En Nigeria los pentecostales contestan a la violencia islámica con violencia. Tienen la misma visión de la fe, el cristianismo es un no-cristianismo. La fe no es una propuesta a la persona sino un moralismo. Lo que falta es la identidad. En Lagos nuestra clínica y nuestra escuela están abiertas a todos, también a los musulmanes. Cristo es para todos. El que viene con nosotros, se encuentra con lo que somos, y es libre ante nuestra propuesta.

Pascal Ouma, Kenia, profesor de informática en la universidad. Muchos africanos son frágiles, también los que tienen una base cristiana. Ceden al nihilismo y son impotentes ante del islam, porque para ellos la fe es un aspecto de la vida. Pero en Cristo la vida se cumple, se cumplen los deseos del corazón. La experiencia cristiana propuesta de modo verdadero, completo, es la mejor ayuda contra el nihilismo que atenaza a los hombres, tanto en Occidente como en África.

Verónica. En Kenia, como en otros muchos lugares, hay una gran penetración del islam. Se está tratando de introducir la sharia, la ley coránica, en la Constitución.

George Pariyo, Uganda. Nuestros estudiantes musulmanes reciben ayuda de los países islámicos, llega dinero incluso a los profesores.

Kisito. Enseño en una escuela cuyo director es musulmán; el anterior director, católico, fue expulsado. Hay un movimiento fuerte por parte del Islam para ocupar la escuela pública.

Padre Peter. El proselitismo islámico no utiliza sólo el dinero (que en el norte de Nigeria procede de Arabia Saudí) sino también la violencia. Recientemente hemos tenido cuatro grandes conflictos con muchos muertos.

George. La penetración islámica también es sistemática en el área de la salud. Puesto que –con la crisis económica y en nombre del liberalismo– las instituciones sociales decaen, las organizaciones musulmanas se están introduciendo y se están haciendo con todo. En este sentido, los países europeos no ofrecen ninguna ayuda. Los fondos internacionales reducen su apoyo. ¿Y quién los reemplaza? Los fondos “privados” musulmanes. Tradicionalmente los católicos actuaron en el ámbito educativo, pero ahora la financiación se hunde; es entonces cuando llegan los musulmanes.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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