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Huellas N.10, Noviembre 2005

PRIMER PLANO Educación

Milán / Universidad Estatal. Un fin de semana para un nuevo curso

Alberto De Simoni

En Ponte di Legno con los que empiezan el primer curso en Humanidades. Entre cantos, juegos, chicos y profesores, el comienzo de una amistad

«Alberto, –me dice con gesto de reproche Valeria, recién matriculada en Historia, a la que había conocido dos semanas antes en las mesas de orientación– me has embarcado en una iniciativa que expresa ideas totalmente contrarias a las mías…». Acaban de terminar las jornadas de “Introducción a la Universidad”, que algunos estudiantes de la Universidad Estatal de Mián organizan todos los años. A ellas invitan a todos los que se han matriculado en primero en las facultades de humanidades, para pasar juntos un fin de semana, con encuentros con profesores, juegos y cantos. La propuesta es sencilla: que el deseo no decaiga cuando se inicia un camino decisivo para su formación y para su propia vida.

Al llegar al Hotel Mirilla de Ponte di Legno se ofreció un aperitivo. Algunos chicos invitan a cantar. Pierluigi, estudiante, inaugura el trabajo leyendo en el Zibaldone de Leopardi: «Cuando el hombre al considerar el número de los mundos infinitos (…) descubre su pequeñez, ese acto, ese pensamiento es la mayor prueba de su grandeza y nobleza, de la inmensa capacidad de su mente, que encerrada en un ser tan pequeño e ínfimo es capaz de conocer y entender cosas tan superiores a su propia naturaleza ». «¿Acaso se puede empezar la universidad –añade Pierluigi– con un deseo mayor que el de conocer, de aprender qué es la vida, descubrir en qué consiste la nobleza del ser humano? Y sin embargo, cuanto más pensamos en la grandeza de las cosas, en lugar de nobleza, lo que sentimos es miedo y desproporción. Pero lo que Leopardi nos dice es otra cosa: que nosotros nos sentimos bien cuando conocemos. ¿Pero quién tiene razón? Durante estos años de universidad hemos visto que la vida se ha hecho para conocer, la universidad existe para que podamos percibir esta grandeza». Este es el desafío. A continuación Los Limones de Montale: «Cuando un día a través de un portón mal cerrado / entre los árboles de un patio / se vislumbra el amarillo de los limones; / y el hielo del corazón se derrite…». Lo que yo quiero –retoma el estudiante– es vivir con esta profundidad de búsqueda, para llegar a asombrarme hasta del amarillo de los limones. ¡Pensad lo que sería tener este asombro ante todas las cosas, desde un libro de derecho penal hasta vuestra chica! Para esto nació la universidad». Estupor y conocimiento.

Después de la cena, en la que ya surgen las primeras conversaciones, se vuelve al salón para el primer encuentro. Marco Bersanelli, astrofísico, viene como «trasgresor desvergonzado», lo declara abiertamente al comienzo de su charla. Como esos vendedores que son capaces de ir a vender una nevera a un esquimal, ha venido a hablar de Dante a literatos y humanistas, él, que se dedica a investigar el cosmos. Pero no le habría parecido fuera de lugar a Dante, para el que la poesía y la realidad, también la de los fenómenos “científicos”, son una misma cosa. En efecto, es extraña la necesidad que sentimos de añadir a la realidad el término “científico”, donde Dante probablemente habría dicho “bello”, “ordenado”, “milagro” o “verdadero”. El profesor ilustra así cómo Dante, en su poesía, explica las causas físicas del arco iris llegando a proponer el método experimental, tan querido para la ciencia moderna, para verificar la falsedad de los que creen en la magia astral. «Es necesario tener una mirada atenta y dócil, predispuesta a la observación para poder decir ciertas cosas. La modalidad con la que Dante percibe el valor de cada particular del mundo muestra un afecto y una capacidad de observación que llenan el corazón de un científico moderno de deseos de conocer».Y no solo el corazón de un científico, no hay más que mirar al grupo de personas, en el que se incluyen estudiantes de derecho y de ciencias políticas, que se quedan después del encuentro para que les expliquen el movimiento de la Tierra sobre el plano de la elíptica, para comprender que el deseo de conocer está en todos.

Después de dedicar la mañana a jugar todos juntos, es el turno de Mariella Carlotti, profesora de Historia del Arte en una escuela de Prato. Explica las figuras que Giotto esculpió en el campanario de Santa María de las Flores en Florencia y que representan el trabajo. En la mentalidad medieval y cristiana el trabajo es la manera que tiene el hombre de participar en la creación haciéndose co-creador con Dios. Paolo, estudiante de Historia, que se dice ateo, es el que comenta al final: «No comparto sus postulados, pero he visto a una persona completamente libre, que es capaz de construir la sociedad».
Por la noche está prevista la proyección del ensayo del Moldava de Smetana, dirigido por Ferenc Fricsay, enfermo de cáncer. Es un video en blanco y negro, en versión original alemana con subtítulos. Y sin embargo, durante una hora todos los asistentes permanecen en silencio absoluto, mientras se les introduce en esa obra musical que habla del discurrir de un río hacia su desembocadura. La pasión de Fricsay es conmovedora y los participantes se van dejando cambiar como lo hacen los músicos, que al principio están molestos por la insistencia del director y al final quedan fascinados según se les va desvelando el significado y la pasión por la vida que muestra un hombre que sabe que se está muriendo.
El domingo vuelve Pierluigi a subir al estrado: «Hemos comenzado con un desafío. Miremos qué es lo que ha sucedido: hemos conocido a tres personalidades, buscadores apasionados de la verdad. Cuando en el centro de la vida sucede algo verdadero, se encuentran amigos y surge la pregunta sobre cuál será su origen». El lugar en el que podemos vivir esta propuesta es entonces una amistad, todos los días, en la universidad, teniendo como preocupación principal nuestro deseo de verdad. Para mi amiga Valeria ha sido una provocación, hemos quedado para la semana que viene. Hay algunos que ya piensan en estudiar juntos el examen de Literatura italiana, quizá con alguien mayor que pueda echarles una mano. El camino ha comenzado.


BOX
¡DECIDME VOSOTROS QUÉ ES LO QUE QUIERO!
Ayer fuimos a comer con algunos amigos y una chica que acaba de terminar el bachillerato, a la que habíamos conocido en la presentación que hicimos en Filosofía. Hablando de la carrera que iba a escoger, nos dijo que su sueño es ser criminóloga, aunque no sabe muy bien en qué consiste esa profesión. Nosotros le preguntamos: «¿Qué es lo que te gusta de la criminología?». Ella respondió «Bueno…, me gusta». Una de las vías para hacer Criminología es Medicina, pero no sabía que había que pasar un examen para entrar. Otra vía, además de Derecho, es Filosofía… pero sus padres le habían enseñado unas estadísticas según las cuales los que hacen Filosofía tienen pocas probabilidades de encontrar trabajo, y le animaban a que hiciera Ciencias Políticas. El cura de su parroquia le había dicho que para estudiar filosofía había que estar dotado de cierta genialidad, dándole a entender que ella no tenía capacidad para hacerlo. Ella quería hacer filosofía precisamente por eso, como reacción, para llegar a tener ese sentido crítico que le permitiera no decir solo “cosas irracionales”. Creía que para aprender a usar la razón había que estudiar algo como Filosofía. Le dijimos. «No hagas caso de las estadísticas, o de lo que piensan los demás, el cura o el sueño de un futuro trabajo que ni siquiera conoces. ¿A ti qué es lo que de verdad te gusta? ¿Qué te apasiona? Piénsalo, ponte una tarde a leer a Hegel y otra a Leopardi, luego decide qué es lo que te gusta». Se quedó espantada, evidentemente nadie le había dicho nada parecido. Tras un breve silencio, cuando ya nos íbamos, exclamó: «¡Vamos, decidme qué es lo que quiero!». Me quedé impresionado por semejante reacción: nadie le había enseñado a usar el corazón, hasta el punto de que pensaba que siempre habría alguien que decidiría por ella. Entonces le invitamos a estar con nosotros durante esos días y a las jornadas de finales de septiembre con los recién matriculados.
Pigi, Universidad Estatal de Milán

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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