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Huellas N.6, Junio 2009

BREVES

La Historia

Encuentros metropolitanos
Hora punta. El andén está saturado. Eliana baja corriendo las escaleras, justo a tiempo de subir al tren cuando ya estaban cerrando las puertas. «Menos mal. ¡Si lo pierdo llego tarde a la caritativa!». Embutida dentro del vagón, intenta conservar la “posición” cercana a la salida, pero enseguida se ve obligada a desplazarse frente a la fila de los asientos. Aferrada a la barra para que no la arrastren, piensa en su jornada y en sus amigos. Luego, su mirada, perdida en el vacío de la ventanilla, se fija en la chica sentada delante de ella absorta en la lectura. Basta un instante para reconocer el naranja de la portada de los Ejercicios de la Fraternidad, adjuntos a Tracce de mayo. «¡Vaya, alguien de CL! Puedo preguntarle cómo se llama, a lo mejor tenemos amigos comunes...». Pero las palabras se le quedan en la garganta, mientras los pensamientos sigue como si alguien la impulsara a tomar iniciativa: «A lo mejor debo hablarle... No puedo, no me sale. Si por lo menos levantara la cabeza...».

En ese momento queda libre un asiento al lado de la chica. Eliana duda si ocuparlo, sólo le faltan dos paradas. De repente, se sienta y le suelta: «Sabes, yo también estaba en Rimini». La chica levanta la mirada, sonríe y, con acento extranjero, responde: «¡Este cuaderno es maravilloso! Compré la revista en la Universidad. Me encantaría conocer a estas personas». El tren se está parando. Eliana se da cuenta de que sólo dispone de algunos segundos: «A mí también me gustaría conocerte, pero tengo que bajar. Toma mi teléfono y la dirección de correo. Si quieres, déjame el tuyo». Justo a tiempo, antes de que las puertas se cierren y el tren siga su carrera. Eliana, parada en el andén, lo mira entrar en el túnel.

Unos días después llega un mensaje de correo electrónico: «Querida Eliana. Soy la chica que conociste en el tren. Al leer el cuaderno de los Ejercicios intuía que tenía algo especial entre las manos. Rogué al Señor que me diera a conocer esta “manera nueva de mirar la realidad” y por la tarde apareciste tú. Busqué la página web de CL y vi que hay muchos libros. ¿Cuál me recomiendas que lea para empezar? Además, me gustaría conocer algunas personas... Un abrazo y hasta pronto. Aracely».