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Huellas N.9, Octubre 2002

PRIMER PLANO

Iglesia y movimientos en EEUU

Steve Brown

En Washington el cardenal Francis Stafford interviene en un congreso sobre Juan Pablo II. Es la ocasión para invitar al Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos a conocer a la comunidad de CL. A continuación, el relato de un encuentro personal


Del 6 al 8 de septiembre en la Universidad Católica de Washington, con ocasión del vigésimo aniversario de la fundación del Instituto Juan Pablo II para los estudios sobre el matrimonio y la familia, se celebró un congreso bajo el título “Los sucesores de Juan Pablo II: comunidad, familia y cultura”. En la primera sesión del congreso, Su Eminencia el cardenal Francis Stafford, Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, habló sobre el tema “Comunidad, familia y cultura: el pontificado de Juan Pablo II y la tarea de los laicos”. Durante el debate que siguió a su intervención, alguien preguntó cómo es posible encontrar en la Iglesia actual una comunidad donde se refleja la belleza y la presencia de Cristo y donde Su misericordia pueda alcanzarnos. En su respuesta el Cardenal subrayó la crucial importancia de los movimientos en la Iglesia como un lugar donde es posible encontrar, vivir y seguir a Cristo presente hoy. En concreto hizo referencia al Movimiento neo-catecumenal, y después, despertando la atención general, afirmó que había aprendido la mayor parte de lo que había dicho durante su intervención de Comunión y Liberación y del carisma de su fundador, monseñor Luigi Giussani.

Su visita a Washington coincidió también con un acto que la comunidad local de CL había organizado para presentar la Escuela de comunidad de este curso, a partir del mes de septiembre, en el que se abordará el cuarto capítulo de Los orígenes de la pretensión cristiana. Invitamos al cardenal Stafford a celebrar una Santa Misa y aceptó enseguida. Empezó diciendo que conoce Comunión y Liberación desde hace años y que tiene grandes esperanzas de que nuestra presencia se difunda en Estados Unidos y en el mundo entero. Añadió que el Santo Padre le expresó gran admiración, respeto y afecto por monseñor Giussani. Cuando él todavía era un joven sacerdote - continuó - el Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II y pidió al mundo que rezara por un nuevo Pentecostés. Pero, ¿cómo puede acontecer un nuevo Pentecostés?, se preguntaba entonces Stafford. ¿No es quizás un pensamiento demasiado atrevido o vano? El cardenal se confesó contento de poder afirmar que se había equivocado. De hecho, este nuevo Pentecostés probablemente se ha realizado mediante los movimientos laicales. Ratificó que la Iglesia norteamericana está viviendo una crisis, y que el elemento carismático de la Iglesia (el don de los laicos bautizados con su carácter secular) es de una importancia crucial.

Al final de la Misa, el padre Lee Fanmeyer, un sacerdote diocesano que pertenece al Studium Christi y que había concelebrado la Eucarestía, agradeció al cardenal Stafford su presencia y le presentó la realidad del Movimiento en Washington. Su Eminencia respondió: «Hablaré de vosotros al Santo Padre y se pondrá muy contento». Antes de dejarnos, el cardenal nos pidió que saludáramos a Giussani y le diéramos las gracias por todo lo que había hecho y seguía haciendo. También nos prometió sus oraciones por él a fin de que pueda sostenernos y acompañarnos en nuestro camino, para ser esperanza para la Iglesia y el mundo.