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Huellas N.6, Junio 2002

VENEZUELA

La vida pide la eternidad

Alejandro Marius

Cuando decidimos organizar el primer Happening universitario en nuestro país tuvimos que remangarnos y responder a una avalancha de preguntas de invitados, empresarios, patrocinadores y amigos. ¿Por qué hacen esto? ¿Quiénes son ustedes? ¿No les parece que falta tiempo para prepararlo todo? ¿De dónde van a sacar el dinero?

Venezuela tiene actualmente un panorama muy complicado en el ámbito político, social y económico, y son muchos los que están preocupados e incluso desesperanzados. Ofrecer en este contexto la propuesta del Happening constituía algo realmente novedoso como es dar a conocer el valor positivo que tiene la realidad, aún con sus dificultades y dramas. Desde su lema, “Toda la vida pide la Eternidad”, hasta el hecho de que un grupo de amigos se pusiera en marcha para organizar dos días donde la gente pudiera compartir su experiencia y conocer distintas realidades significativas a nivel nacional, constituía una provocación para todos. Aún más al ver que algunas personas se desplazaron desde Mérida (viajando doce horas por carretera) y desde otro país únicamente para compartir nuestra iniciativa. Rocío vino desde la República Dominicana, y Ramón acudió desde España.

Dos días intensos
En la parte exterior del Club en el que se realizó el evento se instalaron actividades para los niños y un espacio con venta de comidas para compartir durante el día. En el salón principal se contó con la muestra “En Búsqueda de la Libertad” y distintos stands de realidades significativas en los ámbitos sociales y culturales. En la parte central del salón se desarrollaron los encuentros con distintos invitados y los conciertos en las noches. De manera especial el sábado por la noche tuvimos el concierto del Coro de la Fundación Pro-Música de Mérida, que nos deleitó con sus voces.

Lo que mueve a la libertad
Uno de los encuentros más significativos fue con el Dr. Richard Páez, Director Técnico de la selección nacional de fútbol, quien logró que el equipo de Venezolano fuera, según la FIFA, el de más avance en las eliminatorias al mundial. Compartimos con él su experiencia como ejemplo de tenacidad y constancia al frente de la selección nacional.

Esa misma tarde, habló Martín Echeverría, uno de los integrantes del grupo de venezolanos que en mayo de 2001 llegó a la cumbre del Everest. A través de su experiencia se evidenciaba que, llegando a la cima del mundo reconocía que las capacidades del hombre son desproporcionadas con la belleza y el misterio de la naturaleza.

Pudimos compartir el día siguiente con Gerardo Escalona, quien junto a su esposa lograró un nuevo record Guiness: recorrer a pie todas las capitales de Sudamérica en veinte meses. Gerardo es de San Antonio de Los Altos y amigo de algunos de nuestra comunidad. Era impresionante ver en su testimonio que la libertad del hombre se mueve por fascinación, ya que nadie da 17 millones de pasos por nada.

Sueño y realidad
El domingo, por la tarde se realizó el encuentro central del Happening, con la participación de Efrén Rodríguez, director del proyecto “Un sueño para Venezuela”, y nuestro amigo Ramón Rodríguez Pons-Esparver, profesor en la Universidad Politécnica de Madrid. Una vez que Efrén ubicara la realidad social venezolana, destacando diferentes aspectos de nuestra idiosincrasia y analizando los motivos que nos han llevado a la actual coyuntura, sin dejar de apreciar los potenciales que tenemos como país, Ramón profundizó sobre el tema del Happening “Toda la vida pide la eternidad”. Este título constituye en sí mismo una gran provocación, que él nos ayudó a valorar. ¿Qué significa el que toda la vida pida la eternidad y cómo se convierte eso en un hecho palpable que genera una comunidad de personas y, por ende, una sociedad mejor? El acontecimiento cristiano y la unidad que genera entre los hombres que se encuentran con él, constituyen una hipótesis positiva para el desarrollo de cualquier país.

Durante estas jornadas quedaba claro que no es la genialidad de una persona lo que hace que el Happening o cualquier iniciativa que tomemos sea un Acontecimiento, sino una amistad que pertenece a una historia más grande.

Testimonios
Hace un mes no sabía que me iba a encontrar con vosotros en el primer Happening de Venezuela. Han sido tres días donde he podido comprobar de nuevo lo que es el movimiento: antes no nos conocíamos y ahora somos amigos. Vuestra pertenencia a una historia más grande y una iniciativa libre os ha permitido arriesgar públicamente lo que ya sois. No las ideas que hay que defender, sino la realidad, y por ello, se puede construir un lugar como este, donde se han celebrado multitud de encuentros. Personas que manifestaban su gratitud y asombro ante el acontecimiento del Happening en una sociedad en que es notorio el desánimo, la queja y el escepticismo por la situación que atraviesa el país. Es evidente que vuestra presencia lleva dentro algo que puede dar esperanza al pueblo venezolano. ¿Quién sabe qué haremos juntos los próximos meses?
Ramón, Madrid

Todo comenzó con la catequesis en la Parroquia del Padre Leonardo. Alejandro, que era mi catequista, me preguntó si deseaba participar en un grupo que iba a realizar un Happening. Contesté que sí, pero sin mucho interés. Empecé a acudir a las reuniones para preparar las actividades y así fui conociendo a nuevos amigos. Me di cuenta de que algo me guió poco a poco hasta donde encontraría personas sinceras y desinteresadas, que ofrecen su amistad y felicidad a todos los que están a su alrededor. Creo que el Happening logró su meta porque los que nos entregamos para sacarlo adelante recibimos más ganancias de las que podemos imaginar.
Elizabeth

El día que comenzaba el Happening me llamaron unos amigos de la universidad para encontrarnos en Caracas. En ese momento la posibilidad de escapar del trabajo era tentadora, sobre todo porque quedaba mucho por hacer. Sin embargo, di una respuesta que no reconocí como mía: «me quedo para trabajar en el Happening». El domingo por la noche nos reunimos en el mismo local donde se había celebrado el concierto, para comentar el día. Entonces reconocí que la energía que nos movió a organizar estos dos días y que también me convenció a quedarme, no provenía de nosotros, de nuestras ganas o de la responsabilidad que habíamos tomado, sino de algo que no se podía ver, pero sí intuir: esa Presencia me llenó de emoción y de orgullo hacia lo que ha supuesto el Happening 2002.
Guillermo

He tenido la oportunidad de trabajar en el Happening y allí comencé a percibir que realmente fue la Presencia de Otro la que obró: lo que nos mueve es este quid que supera el cansancio, la fatiga. En nuestras vidas pasó algo que ya no nos deja tranquilos y que nos empuja a ir mas allá.
Kristinne

Al acabar el Happening, me doy cuenta que ya no es sólo una frase decir que «Él es todo en todos», sino que se da y lo experimento en mi vida.
Andrea

Estando con ustedes en Venezuela, se me hizo evidente porqué estamos juntos y porqué es tan importante seguir a Cristo dentro de una comunidad, llevando una amistad verdadera, siguiendo no “un” camino como nos dijo Juan Pablo II, sino “el” camino.
Rocío, Santo Domingo