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Huellas N.4, Abril 2002

VIDA DE CL

América Latina. Diálogo a 360°

a cargo de Mario Molteni

No pretendo relatar un viaje por América Latina, sino más bien ordenar las notas escritas a volapluma durante una cena con don Giussani a la vuelta: la ocasión de hacer la debida y deseada relación de los sucesos a quien te ha enviado. El objetivo, asimilar la dirección que él quiere imprimir a las cosas y registrar el mayor número de sugerencias y observaciones - tanto de método como puntuales - que surgieron. Para que el lector pueda comprender mejor ha sido necesario hacer referencia a los hechos y situaciones aludidas


Argentina
Sobre todo una ayuda para que puedan comer
En Argentina, como en todos los lugares, hemos trabajado sobre las dos cartas, la del Papa escrita con motivo del vigésimo aniversario de la Fraternidad y la tuya a todos los miembros de la Fraternidad. En Argentina se está viviendo un momento precioso de la vida del movimiento: está madurando una generación de adultos que afronta la situación a partir de lo que ha encontrado. Algunos signos de esto son: el juicio que hemos dado juntos frente a la crisis del país; la ayuda efectiva para afrontar las gravísimas dificultades económicas (muchos - también de los nuestros - han perdido el trabajo; delante de los consulados de Italia, España y Estados Unidos se forman colas interminables de personas que quieren dejar el país); están creciendo experiencias de Fraternidad que desean vivir según lo que has indicado en la carta a los inscritos; después de años de gestación, hemos decidido constituir un centro nacional que se reúna por lo menos todos los meses y que asegure el camino unitario de toda nuestra gente.

Giussani: En una situación así, hay que prestar una ayuda sobre todo para que tengan para comer. Hay que despertar aquí en Italia el interés que no se limite a una ayuda de limosna: debe realizarse una acción concreta para que se ponga en marcha también nuestra gente allí. Debemos realizar un esfuerzo que nos lleve a la acción y a la ayuda concreta. Todos los encuentros de los responsables de Italia deben ser la oportunidad para ti de expresar las necesidades más urgentes de esos países.

En algunas ciudades se está desarrollando el Banco de Alimentos: ya ha comenzado en La Plata (capital del Gran Buenos Aires) y está a punto de ponerse en marcha en Santa Fe (importante ciudad del norte y sede de la comunidad más grande de Argentina después de Buenos Aires).

Giussani: En un momento como el actual hay que impulsar obras de este tipo.

Un barrio entre los más pobres de la periferia de Buenos Aires gira en torno a una gran obra promovida por el padre Mario Pantaleo, sacerdote de la Toscana muerto en 1992 en olor de santidad, que abarca escuela de educación infantil, escuelas de todos los niveles, ambulatorio, etcétera. Con frecuencia los domingos se acercan centenares de personas que vienen a implorar una gracia en la pequeña iglesia donde el padre Pantaleo está enterrado. La preocupación de los laicos que guían esa obra es la continuidad del impulso ideal que está en el origen de toda esa acción. Después de haber buscado mucho, han identificado en el movimiento la experiencia de fe que podría favorecer esta continuidad y por eso nos han pedido que colaboremos. Hace unos días AVSI formuló un proyecto que podría asegurar una contribución tanto económica como operativa. Dado que está prevista la colaboración de voluntarios italianos, el proyecto podría ser la oportunidad para mandar dos personas.

Giussani: Muy bien, esto es muy importante. ¿Supondrá también una oportunidad de trabajo para algunos de nuestros amigos argentinos allí?

Sí, tanto en el nuevo proyecto como en la obra, ya que desean que gente nuestra, dotada de las competencias necesarias, se implique en las diferentes actividades.

Perú
No perder ni una de las relaciones que nacen
Nuestra presencia en Lima tiene una creciente incidencia en el contexto cultural, como ha demostrado la presentación de tu libro El yo, el poder y las obras. La universidad promovida por monseñor Panizza (el obispo de la nueva diócesis de más de dos millones de personas, surgida hace pocos años de la separación de una gran parte de la diócesis de Lima), en la que muchos de nuestros amigos colaboran, está suponiendo un impulso para toda el área norte de la ciudad. Cada año hay casi 900 nuevas matrículas.

Giussani: Es muy importante. ¡En ningún otro lugar se nos brinda la posibilidad de contribuir de una manera tan profunda en el desarrollo de una universidad!

Ya que al principio la estructura tenía capacidad para acoger a los estudiantes de tres semestres, mientras se gestiona la administración ordinaria hay que pensar en encontrar fondos, comprar el terreno y realizar los edificios necesarios para acoger a los estudiantes del año siguiente.

Giussani: ¿Y que se puede hacer?

Sobre todo se pueden mandar algunas personas que, por ejemplo, contribuyan al desarrollo de la universidad en el aspecto científico.

Giussani: Por dupuesto.

Y después está la ayuda económica.

Giussani: En esto ¿no pueden contribuir proyectos realizados por ONGs cercanas a nosotros?

Sí. Otra idea que ha surgido: parece que ha llegado el momento de dar una forma más estable a nuestra presencia a nivel social. El desarrollo de la CdO en torno a aquellos de nosotros que se han comprometido más podría tener dos ventajas fundamentales: coordinar mejor la acción de las diferentes obras y de los organismos ya presentes o que se van a crear e implicar a personas que no son del movimiento y que han quedado impresionadas por nuestra manera de afrontar los problemas.

Giussani: Sí, estoy de acuerdo con el objetivo de desarrollar la CdO en Perú. ¡Realidades como la CdO y AVSI pueden ser una alternativa positiva a las CGIL (ndt: sigla del sindicato de los comunistas italianos) de América Latina!

Un encuentro especial. El responsable de un importante organismo de la ONU ha conocido la experiencia del movimiento a través de un sacerdote nuestro de Viena. Se ha puesto a leer el libro ¿Se puede vivir así? (Lo lee a diario), que le está abriendo nuevas perspectivas para su vida. En un reciente viaje a Africa ha tenido la posibilidad de apreciar las diferentes obras promovidas por nuestros amigos, madurando así el deseo de conocer también las iniciativas realizadas en América Latina. Por una feliz coincidencia hemos podido encontrarnos en Lima. Espero que puedan nacer oportunidades de colaboración tanto en el ámbito de empresas como de obras de caridad.

Giussani: ¡Muy bien!, salúdale de mi parte y dale las gracias. Por favor, no dejéis que se pierda ni una de las relaciones que nacen de encuentros como éste.

Brasil
Servir para promover la unidad del pueblo
En Brasil nuestra presencia en la sociedad ha asumido una fisonomía madura. Las obras promovidas por nuestros amigos son apreciadas por la ONU, por las grandes bancas internacionales y por las instituciones locales por su eficacia, ya que saben entrar en la situación, valorando la vida y el trabajo de las personas que se benefician de su intervención. El Banco Mundial está financiando un gran proyecto de reducción de la pobreza en una favela de 150.000 personas y está muy interesado en nuestro método. Quiere comprender por qué nuestros amigos trabajan así.

Giussani: El contexto de América Latina es uno de los más interesantes del mundo para nosotros.

La presentación del libro El yo, el poder y las obras ha supuesto en todas partes - empezando por Brasilia, donde han participado también el vicepresidente y el embajador italiano, que es muy amigo nuestro - una gran posibilidad de encuentro y de juicio. Ha surgido la idea de que se implique en la vida política alguien que tenga disposición para ello.

Giussani: Sin duda. No como conquista del poder, sino para servir, para promover la unidad del pueblo.

En mi viaje por América Latina me he vuelto a leer lo que dijiste en Río de Janeiro en 1992. He transcrito dos párrafos. El primero dice así: «El desafío que el mundo presenta a la Iglesia de hoy es el abatimiento del contenido auténtico del hecho cristiano, el abatimiento de la Iglesia como acontecimiento». El segundo es pascual y habla del paso del sueño al milagro: «La pretensión de la tentación original es superada sólo por el estupor del milagro, siendo el milagro la resurrección de Cristo que, según el designio del Padre, se abre camino en la oscuridad del tiempo».

Giussani: Puede ser el punto de vista desde el que mirar todo lo que estamos diciendo.



Sobre la responsabilidad del “visitor”

Giussani: En cualquier caso debes tener presente tres puntos:

1. Tener bien clara la lista de los que dependen de ti, de tus colaboradores. Es una suerte contar con personas que combinan espiritualidad y operatividad;

2. Cuidar el desarrollo prestando atención a las obras económicas que lo permiten, teniendo en cuenta todas las necesidades y las posibilidades;

3. Debes tener en cuenta lo que hace Vittadini en Italia: relaciones, juicios, recogida de fondos, iniciativas para mobilizar a la gente.

El corazón de la carta que he escrito a la Fraternidad después de recibir la carta del Papa, está justamente en el pasaje sobre la “responsabilidad, servicio de caridad”. Es un reclamo tremendo a la verdad de la propia vida.

LA DESPEDIDA
En cualquier caso, en todos los países en los que he estado hay un gran fervor de vida y un enorme agradecimiento hacia ti.

Giussani: No hacia mí, sino hacia Cristo, porque es Él el que hace todo.

Y debemos de estar atentos a la relación con los Obispos. La carta del Papa es verdaderamente de gran importancia. Quiere decir: “Reconozcamos lo que haces. Lo que haces es el cristianismo”.

La cena ha terminado y hay que irse.

Giussani: Hay que rezar a la Virgen y a San José porque todas estas cosas (obras, etcétera) podrían desaparecer en un día si sucediera cualquier cosa.

Después, dirigiéndose a una persona de la casa, haciendo referencia a una frase que normalmente vuelve a las conversaciones de estos tiempos dice: «Repite».

Dona serenidad y seguridad a nuestros corazones inseguros.

Giussani: El Papa para nosotros es precisamente la imagen de esto.