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Huellas N.4, Abril 2002

PORTADA

De Belén... a Nueva York

El Vía Crucis que ha cruzando el puente de Brooklyn hasta llegar a la Zona Cero testimonia lo que significa ser cristianos hoy. Las palabras de uno de los bomberos y la inesperada presencia del alcalde de Nueva York, el mensaje de Juan Pablo II y un artículo de The New York Times Queridos amigos: El Santo Padre ha dado al movimiento y al mundo entero el testimonio poderoso y magistral del carácter positivo de la fe cristiana en un mundo tan violento y desesperado. En la cruz de Cristo se levanta la verdad y la fuerza del amor de Dios invencible “en la justicia, el perdón y la paz”. Acogiendo con el Papa el Misterio de la redención, dejemos que la misericordia del Señor nos colme de la gracia y la alegría de la Pascua.
don Giussani

En comunión de oración estaré cerca de todos los que se reúnen hoy para el Vía Crucis que partirá de la catedral de St. James en Brooklyn y terminará en la Zona Cero, recordando delante de Dios a los difuntos y a todas las personas y las familias afectadas por la terrible violencia del pasado 11 de septiembre, con todo el dolor y los sufrimientos que se derivaron. La Cruz de Cristo se alza como la palabra divina más profunda, que expresa el amor de Dios por la humanidad: cuando somos débiles, entonces somos fuertes (cfr. 2Cor 12, 10), por la potencia de Cristo. Dicha fuerza de amor, justicia, perdón y paz invoco para el pueblo americano y para el mundo entero en la celebración de los misterios de nuestra redención. Que los corazones y las mentes de todos los que emprenden este camino tras las huellas de Cristo se vean colmados por la certeza de la gracia y la alegría de la Pascua.

Juan Pablo II

... a Nueva York