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Huellas N.11, Diciembre 2001

CDO

Objetivo: el mundo

Piergiorgio Chiarini

De Brasil a Taiwan, de Kazakhjstan a España, de EEUU a Kuwait. El consorcio de empresas sin ánimo de lucro ligado a la CdO lleva empresas a los países más impensables, con el desarrollo de las realidades locales y de AVSI. Trabajar más allá de los negocios


¿Cómo ayudar a las empresas asociadas a la Compañía de las Obras a abrirse un hueco en los mercados exteriores, implantando en ellos nuevas unidades productivas o, sencillamente, identificando nuevos canales para que comercialicen sus propios productos? Hace cinco años, nació de la iniciativa de algunos socios de la CdO que intentaban responder a esta necesidad, el consorcio de empresas sin ánimo de lucro Co. Export, para la internacionalización de las empresas.

Cinco años después, son casi incontables las misiones empresariales con las que el consorcio ha acompañado a empresarios italianos de todos los sectores en los más remotos lugares del mundo, desde Brasil a Taiwan, de Kazakhjstan a España, de EEUU a Kuwait, creando numerosas ocasiones de encuentro, y a menudo de negocios, con las haciendas locales. Han nacido así nueve empresas y se han concretado oportunidades de trabajo antes impensables.

Hoy, Co.Export cuenta para su acción con una veintena de sedes exteriores, «una red capilar - señala Dino Righi, presidente de Co.Export - que es la envidia de muchas asociaciones tituladas y a la que en más de una ocasión han recurrido para sus propias empresas». De hecho, en el consorcio no sólo se desarrollan los capitales asociados a la CdO, sino también los de muchas otras empresas que, gracias a este canal y sorprendidas sobre todo por una nueva forma de relacionarse y de trabajar, entran en contacto con la experiencia de la CdO.

«Nunca nos presentamos como quien tiene la respuesta inmediata o la solución a todos los problemas. Por el contrario, siempre partimos compartiendo las necesidades», explica Marco Baretta, uno de los siete que, junto a Righi, dirigen la estructura de la Co.Export. Y es precisamente esta forma de acercarse a las cuestiones lo que distingue a esta experiencia de las demás realidades que ofrecen servicios similares. Una diferencia que no ha dejado de sorprender a empresarios que se acercaban a las oficinas del consorcio por cuestiones de negocios y se encontraban después participando de una realidad mucho mayor de la que se habrían podido imaginar.

De Saronno a Almaty
Este es el caso de un empresario de Saronno, titular de un negocio que produce neumáticos. Hace dos años, formó parte de una misión comercial de Co.Export en Madrid. Affari no pudo terminarla, pero se quedó sorprendido de la forma en que trabajaban las personas de Co.Export y pidió que se le invitara a las iniciativas que inmediatamente después iban a llevarse a cabo en otros países. «La ocasión se presenta algunos meses después en Kazakhjstan. De nuevo esta vez - comenta Beretta - lo que le sorprende es la humanidad con la que se vive y se trabaja juntos, particularmente Julia y Vassaja, los responsables de nuestra oficina de Almaty. La nueva experiencia salta como una chispa: «¡Si todos sois así - nos dice - yo quiero ser de los vuestros, quiero hacer algo útil con vosotros». Una vez en Italia, convence a otros cuatro empresarios amigos suyos, socios de la CdO, y deciden comprar una fábrica en venta entre todos y empezar a producir neumáticos para bicicletas en Kazakhjstan. Es un pequeño milagro que cinco empresarios se unan para crear una empresa en un país cuya existencia prácticamente ignoraban cinco meses antes, movidos por algo que está más allá del mero interés inmediato».

A finales de julio se inició la producción en la pequeña fábrica de Almaty. Los cinco socios italianos se turnan para controlar y enseñar el trabajo a las decenas de jóvenes kazakos que han empezado a trabajar allí. Y mientras tanto, para el empresario de Saronno, esta experiencia se convierte en una oportunidad de estrechar las relaciones con los amigos de Co.Export y de la CdO: participa en las vacaciones del movimiento, asiste a la Escuela de comunidad y vuelve a acercarse a una fe que había abandonado hacía tiempo.

El caso de Argentina
La breve historia de Co.Export puede contar ya varios casos como este. «En las diversas situaciones en que trabajamos, siempre intentamos partir de la realidad, a través de las relaciones que se dan, valorando lo que ya hay», explica Valeria Carena, que se encarga de seguir a las sedes del consorcio en Sur América. En Argentina, en un momento de fuerte crisis, la presencia de algunas pequeñas y medianas empresas que viven en la experiencia de la CdO se ha convertido en un punto desde el que volver a partir y retomar el trabajo con fantasía y entusiasmo.

«En los pases en los que ha sido posible - cuenta Righi - hemos tratado de implicar a las realidades locales y en los últimos dos años hemos iniciado una estrecha colaboración con AVSI. Nos encontramos con frecuencia para informarnos de las actividades que estamos desarrollando en los distintos países. Y de este impulso, han nacido recientemente algunas sociedades de servicios en Chile, México, Argentina, Brasil, Kazakhjstan y Rumania, para favorecer el crecimiento de las pequeñas empresas locales. Durante un encuentro, Alberto Piatti, miembro de AVSI, decía: «Con nuestros proyectos, sacamos a los niños de las calles, los alimentamos, les educamos llevándoles a la escuela, pero si después no les enseñamos un trabajo y no les ayudamos a sobrevivir procurándose un sueldo, regresarán a la calle, de donde les sacamos. Entonces comprendí que podemos colaborar con AVSI para construir algo que hiciera menos fatigoso el camino de los empresarios que nos encontramos en el mundo».

Fox y Maciel
Lo de Co.Export es además un modelo que suscita interés. «En todo el mundo hemos encontrado instituciones y personas que, delante de nuestra experiencia, se sorprenden y manifiestan un interés por profundizar en la relación con nosotros, hasta hacer emerger el origen del que todo ha nacido. Esto es lo que ha sucedido, por ejemplo, en un país con una tradición tan alejada de la nuestra como Kuwait», señala Matteo Copreni. En el último año, Righi ha tenido oportunidad de presentar la actividad del consorcio al presidente de México, Vicente Fox y al vicepresidente de Brasil, Marco Maciel, los cuales han manifestado un interés por extender la experiencia de la CdO en sus países: «Siempre emerge, en estos encuentros, una curiosidad por nuestra experiencia. Nuestros interlocutores perciben que hay algo distinto, más allá de lo que nosotros conseguimos hacer o explicar». En unos pocos años, a través de las relaciones internacionales, Co.Export ha sabido acreditarse como partener en las Naciones Unidas, en la formación de micro empresas en países en vías de desarrollo y la Comisión europea la ha tomado como consejera para la internacionalización. Es, además, partener del Sebrae, la mayor organización empresarial de Brasil, en un proyecto para desarrollar las pequeñas y medianas empresas, y en Libia, de la agencia a través de la que pasa el trading con Italia. «Es una oportunidad para favorecer la exportación de nuestros negocios», dice Righi.

¿Qué habrá en el futuro de Co.Export? «El objetivo es hacer cada vez más por las empresas, incluso aliándonos con parteners de alto rango, que puedan contribuir a reforzar y consolidar lo que se ha emprendido». Pero Righi, manager jubilado que desde hace algunos años ha decidido dedicarse a tiempo pleno al oficio de “maestro de bodega” en el trabajo de Co.Export, hace también una invitación: «A menudo me encuentro con ex export manager que llevan poco tiempo jubilados y que pueden aportar mucho en términos de experiencia profesional. Se necesitan “maestros de bodega” que sepan enseñar el oficio a tantos jóvenes que podrían trabajar con nosotros. Les pido que se embarquen en esta aventura».