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Huellas N.10, Noviembre 1999

ROMA

Paridad escolar en Lombardía

a cargo de Carlo Vaghi

Por primera vez en Italia las familias podrán mandar a sus hijos a las escuelas privadas de todo orden y grado, siempre que estén legalmente reconocidas y homologadas, sin pagar dos veces; una con los impuestos, como todos y la otra con la cuota que se paga al colegio. Sucederá en la Lombardía, región que ya ha dado un paso hacia la efectiva libertad de enseñanza con la ley que financia, con veinte mil millones al año, las escuelas infantiles no municipales ni estatales. Dum Romae consulitur..., mientras tanto en Roma se discute, y el Gobierno de centro-izquierda se llena la boca con la palabra mágica ‘igualdad’, sin que el flatus vocis venga seguido de actos concretos y significativos. En tierra lombarda algo se está moviendo.
Se mueve por la iniciativa tenaz de la Junta del Polo, guiada por Roberto Formigoni, que ha aprobado la introducción del cheque escolar.
Presidente Formigoni, ¿qué es lo que ha sucedido?
La región de Lombardía ha completado la legislación que lleva a cabo la descentralización administrativa, lo previsto por los así llamados decretos Bassanini, que transfieren muchas facultades del Estado a las Regiones. Entre éstas, se encuentran también algunas competencias en materia de instrucción y formación profesional. Nosotros hemos aprovechado la ocasión asumiendo, por un lado, plenamente las competencias autónomas que la Constitución asigna a las Regiones y, por otro, introduciendo en la legislación escolar un principio efectivo de igualdad, justamente mediante el cheque escolar.
¿Cuánto le costará esta operación a las cajas de la Región?
En régimen calculamos 260 mil millones al año. Pensamos llegar a esto en un trienio, gradualmente.
La oposición os acusa de no tener dinero, en fin, de hacer trampa.
Nosotros actuamos con seriedad. El Gobierno transfiere a las Regiones competencias que tienen un valor para la Lombardía, según cálculos no míos sino del ISTAT, de 5 a 6000 billones.
Naturalmente, estos recursos servirán para numerosos fines nuevos. En todo caso, dentro de esta cifra hallaremos fondos para el cheque escolar.
¿Y si el Gobierno no diese el dinero?
Si tuviera que llegar a eso, no sólo fracasaría la descentralización que él quiere, sino que también se paralizaría toda la administración pública. La responsabilidad sería gravísima. Ciertamente, desde hace dos años el Gobierno no mantiene los compromisos que ha tomado con las Regiones y no transfiere los fondos prometidos, y así, los decretos Bassanini, por ahora, están bloqueados. Sería una irresponsabilidad insistir en esta posición.
Otra acusación que os hacen es que esto favorece a la escuela confesional.
No es verdad. Favorecemos la libertad, cuyo primer baluarte es la libertad de elección, para todos, de enseñanza. El principio es análogo al que hemos aplicado para la reforma de la sanidad (que se ha convertido en modelo para muchos), que consiente a los pobres curarse en los hospitales de los ricos. Por tanto, nosotros no queremos que la elección libre de enseñanza sea sólo un lujo para los que tienen la cartera llena. ¿Qué hay de confesional en esto?
Una acusación similar ha motivado la manifestación de grupos de estudiantes.
A decir verdad, había muy pocos en la plaza. De todas formas, creo que a los jóvenes hay que darles una información adecuada, de modo que sus valoraciones y reacciones estén más advertidas y menos manipuladas. El derecho a la libertad de enseñanza es una exigencia suya en primer lugar, además de serlo de sus familias. La posibilidad de elegir el recorrido formativo que sea más coherente con sus exigencias y sus proyectos, me parece algo absolutamente ventajoso para todos ellos. En todo caso la Región no sustrae nada a los estudiantes de las escuelas: gastamos cada año cientos de miles de millones para garantizar el derecho a la enseñanza.
Hay también quien objeta que es previsible la suspensión de la ley lombarda por parte del Gobierno.
Que lo intente. La Constitución está de nuestra parte. Estamos dispuestos a llevar al Gobierno ante el Tribunal Constitucional. Hay que decir también que el cheque escolar no es la única novedad introducida por nuestra ley, se prevé también un cheque para la formación profesional.
¿De qué se trata?
De un proyecto análogo, previsto para la formación profesional, juvenil y permanente. Ofreceremos a los jóvenes y a los trabajadores que intentan reciclarse el poder elegir libremente el curso mejor, teniendo como referencia sus aptitudes y la posibilidad de trabajo en un sistema social y económico complejo y avanzado como el lombardo.
Un sistema en el que, durante los años de su gobierno, el paro a descendido del 7 a menos del 5 por ciento.
Esto nos satisface, pero no del todo. El objetivo es el 3 por ciento, umbral que economistas y sociólogos del trabajo consideran natural, equiparable prácticamente a la plena ocupación.
La Lombardía está preparando también una ley para la familia que, incluso antes de ver la luz, ya ha desatado polémicas y acusaciones.
Nuestra Región se apresura a dar grandes ayudas a la familia, en todas sus dimensiones y según un amplio abanico de necesidades. Desde las de la vivienda (préstamos de hasta cien millones para la adquisición de la primera casa a las parejas con un rédito inferior a los 80 millones), a las socio-sanitarias. Sólo para préstamos de vivienda emplearemos 80 mil millones.
Un gran proyecto asistencial
Pero no asistencialismo. Una gran aplicación del principio de subsidiariedad. No queremos, como ente público, pretender imponer modelos, ni mirar los toros desde la barrera. Queremos ayudar a hacer. El crédito para la casa - de hasta 100 millones - no cubre todas las necesidades, y además ha de ser restituido, aunque sea a una tasa de cero. Ciertamente, prevemos el sostenimiento temporal a familias con dificultades económicas, la contribución a las familias con discapacitados; pero dirigimos nuestras ayudas a sostener a las asociaciones de familias o organizaciones autónomas de servicios (pensemos por ejemplo en guarderías infantiles creadas por la cooperación entre familias).
También aquí una acusación: quedan fuera de juego los divorciados y las parejas de hecho.
El juego de entrar en disputas ideológicas demuestra sólo el atraso de la izquierda. Estamos dentro del concepto de familia dado por la Constitución. Si alguno quiere empujarnos fuera de la Constitución, es para hacernos banales tramposos, cosa en la que, por supuesto, no caeremos. Por tanto, los beneficios de la ley - que es iniciativa de la mayoría conciliar de centro-derecha - serán también para madres jóvenes, padres o madres divorciados con hijos a su custodia, hermanos que viven juntos, huérfanos que viven con su tío; más extenso y concreto que esto... Los que nos acusan de discriminar, mienten a sabiendas. La verdad es que en el tema de la familia adoptamos una medida en neta contraposición a la tendencia de la legislación nacional, que prevé ridículas asignaciones familiares, reducidas a una penosa limosna.