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Huellas N.8, Septiembre 1999

BREVES

Cartas

A cargo de María Pérez

ITALIA
El consejo más bello de Enzo

La carta que Enzo Piccinini escribió a una joven amiga de Módena
Querida Cristina: En tu carta me hablas de gratitud, pero realmente soy yo el que te está agradecido a ti por lo que dices y eres. Nuestra certeza humilde y atrevida se funda en dos cosas. Tenemos certeza porque no nos basamos en lo que hemos entendido sino en los hechos y los rostros, por eso estoy seguro. En segundo lugar, nuestro modo de vivir a Cristo normalmente es una compañía en camino. Esto es la condición para la libertad, porque cuando uno está en camino puede abrazar a todos y el error no le frena jamás. El demonio usa contra nosotros un arma falsa, pero peligrosa desde el punto de vista psicológico. De hecho, lo que intenta es crear «falsos problemas» que, si se les hace caso, pueden hacer que nos devanemos los sesos y demos vueltas en falso durante mucho tiempo. Sé alegre, y todas las noches ofrece serenamente a Dios lo que eres y lo que todavía no entiendes o te parece absurdo, porque es la única forma de vivirlo sin censurarlo. No te canses demasiado y, cuando quieras, escríbeme de nuevo si crees que puedo serte útil. Un abrazo,
Enzo
Bolonia, 9 de octubre de 1984


ARGENTINA
Ecumenismo vivo

Nunca imaginé lo que me tocaría vivir. Diana, miembro de la primera comunidad del Camino Neocatecumenal de mi Parroquia, partió el 6 de febrero de 1998 para vivir un año y medio como voluntaria en la obra «Punto Corazón» de Beata Rafga, uno de los barrios más pobres de Beirut. En agosto de este año decidió prolongar su estancia. ¿Volvería algún día? ¿O se quedaría para siempre? «Punto Corazón» fue fundado hace 10 años por el Sacerdote francés Thierry de Roucy. Funda comunidades de jóvenes voluntarios que van por 18 meses a vivir una experiencia misionera y caritativa entre los más pobres. Tanto el Padre Thierry, su congregación - Servidores de Jesús y de María -, dado que es el Superior General, como los voluntarios llamados «Amigos de los Niños», nutren su experiencia cristiana abrevando de las obras de don Giussani, que estudian haciendo la escuela de comunidad. Un grupo de los padrinos “económicos” de Diana, me dijo: «Francisco, no nos bastan las cartas ni las comunicaciones telefónicas. Tenemos que ir a verla. Tenéis que ir vos en nombre nuestro». Fue el comienzo del milagro: se solucionaron todos los problemas económicos: pasaje y dinero estaban a mi disposición. Mi Obispo, apoyó mi viaje. Y así llegué a Beirut el miércoles 2 de junio. Me estaba esperando toda la comunidad, y por supuesto, Diana. La encontré como jamás la había visto: resplandeciente. Con un gozo incontenible. Nunca en la vida había sido tan amada, ni había amado tanto. Viví con ellos una experiencia de santidad durante los diez días que me alojaron en su modesta casa. Estos jóvenes, eran no sólo de una normalidad, de una personalidad extraordinaria: vivían una compasión (padecer-con, compartir y aliviar el sufrimiento del otro) verdaderamente conmovedora. Por eso en su casa siempre hay visitantes, no sólo los niños pobres del barrio y de la Òcalle”, católicos y musulmanes, sino toda clase de gente que sufre. Cualquiera que sea su condición allí encuentran una fuente inagotable de amor y de consuelo que nace del Sagrario. Alora en Buenos Aires hay un nuevo «Amigo de los Niños», un nuevo libanés: ese soy yo, conmovido y agradecido hasta el extremo por el milagro del que he participado. Por todo eso desde hace meses, estoy participando en la escuela de comunidad en el Punto Corazón «Charles de Foucauld», con una inmensa alegría.
Francisco, Buenos Aires

República dominicana
A raíz de un cursito

Por motivos del trabajo con AVSI, tuve que estar un mes en Santiago, la segunda ciudad del país ubicada a unos 200 Km. de la capital, Santo Domingo. De ahí surgió la relación con el director del CECARA (Centro de Capacitación de la Reforma Agraria, dependiente del IAD: Instituto Agrario Dominicano y de la Secretaría de Estado de Agricultura) porque, a cambio de ofrecerme una habitación, me pidió que impartiera un curso de unas horas sobre la «Dinámica de la Comunicación Humana». El temario del curso se basó en las premisas de El Sentido Religioso. Algunos de los asistentes se sintieron tocados por el contenido de tal modo que la responsable del Departamento de Desarrollo Social me pidió hacer un segundo curso para su gente en la capital. Así lo hice. Dos personas se me acercaron pidiéndome la oportunidad de tratar estos temas más a fondo y les propuse vernos. Hemos iniciado una especie de escuela de comunidad - si así se le puede llamar - con unas ocho personas, todos trabajadores del IAD. Hoy fui nuevamente al CECARA a impartir por tercera vez el famoso cursito, y nuevamente surgió de ellos la iniciativa de reunirnos. Aún no quedamos en una fecha concreta, pero de primeras les propuse reunirnos allá en Santiago. Me doy cuenta de que no se trata de llevar a cabo una estrategia sino de ser fieles a una amistad. ¿Cómo llegar a tantos lugares? Así que, por ahora, les pedí que concentráramos nuestros encuentros en Santo Domingo o en Santiago. Percibo con claridad la desproporción entre el deseo de la gente y mis posibilidades, entre la magnitud de la tarea y mis límites. De cualquier modo sé que esto no depende sólo de mis deseos o voluntad, sino que manifiesta cómo nuestro carisma es generador de un pueblo.
Pablo, Santo Domingo

ESPAÑA
Madrid-Nápoles-Rímini

Este año se planteó la posibilidad de asistir al Meeting de Rímini en un viaje que nos permitía además visitar algunos lugares que constituyen el marco histórico en el que surgió el cristianismo. Yo nunca había asistido y tenía mucha curiosidad por conocer una obra del movimiento tan importante y con tanto eco en el mundo. Así que lo tenía claro. Nuestro primer destino fue Nápoles, donde la comunidad del movimiento nos acogió con una gratuidad impresionante: algunos de ellos interrumpieron sus vacaciones para acompañarnos en nuestras visitas a la ciudad, a Pompeya, a la isla de Ischia y a la playa, sin olvidar la noche de cantos napolitanos con la que nos obsequiaron. Cuando llegamos a Rímini, todo lo que había oído del Meeting era poco ante lo que pude ver: simultáneamente se llevaban a cabo varias exposiciones fotográficas, conferencias, mesas redondas y debates, por lo que había que elegir; varios bares y restaurantes con capacidad suficiente para dar servicio a todos; infinidad de stands de empresas y otras entidades, muchas de ellas asociadas a la Compañía de las Obras, y miles de voluntarios. Tuvimos la suerte de poder charlar un rato con Emilia Smurro, presidenta del Meeting. Lo que más me llamó la atención fue su propia persona: es profesora, hija, madre y abuela (cuida de sus padres, de sus hijas y de sus nietos al mismo tiempo) y desde hace 20 años saca adelante el Meeting junto con sus amigos, reflejando una unidad en su vida que uno desea para sí. Cuando le preguntamos qué le animó a empezar, respondió que siendo estudiantes hacían en septiembre lo que llamaban los “3 días culturales” con don Giussani, en los que visitaban lugares y monumentos, oían música y aprendían a apreciar todas las cosas. Para ella el Meeting nació de la decisión de quienes quisieron continuar con esos tres días, mostrando que una experiencia verdaderamente humana es capaz de valorar cualquier aspecto bueno de la realidad y de establecer relaciones que construyan.
Javier, Madrid

Chile
Al otro lado del mundo

El testimonio de Enzo Piccinini, que he podido leer en el suplemento de la revista Huellas n. 6, me ha conmovido profundamente. La verdad es que acá en Chile no había oído hablar de él y cuando nos llegó la carta de don Giussani en la que nos pedía que asistiéramos a la misa por él, yo fui tan sólo porque don Agostino nos había convocado. Pero después de leer su testimonio, lloré amargamente. ¡Que humanidad! Según iba leyendo, me detenía y pensaba: «¡Señor, este hombre tenía los mismos interrogantes y se cuestionaba lo mismo que yo, que vivo en el fin del mundo!». Es cierto lo que dijo una amiga: «No hay nada que decir ante esa vida, cualquier comentario estaría de más, sólo vuelve a leerlo siempre, para que tal vez algún día entendamos que se puede vivir así». «Es una gratitud lo que caracteriza mi vida, por eso no tengo miedo de darla toda», dijo Enzo, y a los cinco meses el Señor tomaba sus palabras y se lo llevaba junto a Él. Acá, al otro lado del mundo, le hemos conocido en este momento supremo de la vida y ha empezado a acompañarnos a todos.
Roxana, Concepción

Las razones
El día 18 de junio presentamos El Sentido Religioso de don Giussani en el centro comercial de nuestra ciudad, La Serena, 475 kms. al norte de Santiago de Chile. La intención era dar a conocer a todo el mundo la experiencia que vivimos. Así, el “Mall” (como todos lo llamamos) se presentaba como el lugar en donde provocar, en el corazón mismo de aquella cultura materialista y banal, a la tranquila y algo adormecida población de La Serena. Invitamos al senador de la República, don Jorge Pizarro, y a nuestra amiga Giuliana, profesora de Literatura italiana en la Universidad Católica, para que contaran su experiencia de la lectura del libro. La cita estaba fijada para las 19:00 del viernes. Fue impresionante la respuesta del público que asistió al recinto, así como el relato lleno de estupor y pasión de alguien que ha conocido a don Giussani desde los comienzos de nuestra historia, y el testimonio del senador Pizzarro, quien nos dijo con mucha franqueza que lo urgente en la educación religiosa en este momento es vivir una fe en las razones adecuadas, algo que él no había tenido. Para mí ha sido valioso también el trabajar con mis amigos de La Serena, especialmente con el “Huaso”, Gianni y Juan Carlos. En ellos se me ha hecho más claro el apego a la realidad y la inteligencia que nos mueve.
José Miguel, La Serena

Padres
Yo, igual que todo el mundo, trato con frecuencia a mis hijos como a criaturas muy monas y simpáticas o, aun más frecuentemente, como fuente de problemas a resolver. Sin embargo, cuando les miro de verdad, además de preguntarme: ¿qué será de ellos?, a veces me sorprende comprender que son parte, y muy importante, de la compañía que Cristo me ha dado para hacerse presente en mi vida. Esa intuición es verdadera: son bautizados, parte por tanto del cuerpo de Cristo; viven en mi casa y se me han confiado; por eso quiero tratarles bien, por caridad y no sólo por instinto paternal.
Javier, Madrid

Normalidad extraordinaria
Este verano he ido por primera vez a las vacaciones de Comunión y Liberación en España. Hace algún tiempo empecé a asistir a escuela de comunidad, y a lo largo de estos últimos años he ido entablando relación con algunas personas, con las que ciertamente intuía algo. Ya desde el primer día de las vacaciones, vi con asombro cómo a mi alrededor sucedían los hechos más extraordinarios con absoluta naturalidad, una normalidad que me sobrecogió. Durante aquellos días permanecí atenta, disfrutando y participando de todo cuanto se me ofrecía. Pude percibir y ver esos «gestos», esa humanidad que constantemente busco y esporádicamente encuentro. Allí ¡era tan fácil reconocerlos! Esto era lo que yo siempre había querido, lo que siento como verdadero. Éste ha sido para mí el estupor. Siempre me he formulado preguntas, para las cuales no he encontrado respuesta - al menos una respuesta convincente - y aquí, sin proponérmelo, la encuentro. Y la encuentro en el reconocimiento de un Tú, en la certeza de que no estoy sola. El camino por recorrer es largo, pero no tengo miedo: conozco la fuente que me proporciona el agua que calma mi sed y me infunde el ánimo para continuar caminando. Durante estos días en Formigal, he sido muy feliz, y esta felicidad me impulsa a agradecérselo a todas las personas que he conocido aquí y a las que me han conducido a este lugar. Una vez más ¡gracias Señor!
Carmen, Miraflores

El gusto de la totalidad
Escuchando el testimonio de Camillo Fornasieri durante las vacaciones de Formigal no pude quedarme indiferente. «Llega un momento en la vida en que o te lo juegas todo, o lo pierdes todo», nos dijo. Esto me hizo tomar conciencia del deseo de ir al fondo que tenía oculto, especialmente en mi relación con Ana, mi esposa, y en otros aspectos de mi vida. Camillo también hizo referencia a las distintas iniciativas a través de las cuales el movimiento se hace presente en la sociedad italiana. Con la belleza de todo lo acontecido en la memoria y hablando con mis amigos de Mallorca, sentí la necesidad de hacer lo mismo en nuestra tierra. Nos llevamos a Mallorca varias propuestas para nuestra «Asociació Cultural Balèria». En fin, ganas de mostrar cómo vivimos formando parte de esta compañía. Doy gracias a Dios porque cada nuevo encuentro significa otro paso en mi camino personal y la certeza cada vez mayor de tener una familia de amigos verdaderos. La Gracia se nos concede en el momento y el lugar más imprevistos. Las vacaciones de Formigal, este año, han significado para mí la expresión y el lugar donde se manifiesta y uno recoge, con toda libertad, esta vida que es gracia.
Llorenç, Mallorca

Barra libre
Aviso: se recomienda aprovechar la posibilidad de ir a trabajar al Meeting de Rímini en verano. Nosotros no sabemos exactamente lo que es, no conocemos el idioma ni tenemos amigos allí, pero nos olfateamos que merece la pena y nos apuntamos. Llegamos al Meeting una tarde. Mucha gente, y nosotros que empezamos a preguntar cómo funciona esto. Tenemos unos cuantos amagos de reunión con el responsable de bar y comidas que nos coloca en los diferentes lugares. Pero no se nos olvida un detalle. Toda la gente due viene a trabajar y con la que nos hemos ido encontrando parte exactamente de lo mismo que nosotros: un encuentro inesperado con otras personas que mueve el corazón y lo abre a la realidad entera. El hecho de trabajar allí, con lo que supone de sacrificio (algunos de nuestros amigos no entienden que trabajes gratis y además pagándote los gastos), es la mejor condición para estar allí en primera persona y observar (mucha observación y poco razonamiento). Primera sorpresa. La gente trabaja en dos turnos de 8 horas y sin el ambiente típico de una empresa: cansancio, evasión, cálculo, queja. Llama la atención la diversidad de gente: Pietro, en la parrilla, es de Suiza y pertenece a los Memores Domini, Fausto, el jefe, es panadero, Mirco mecánico en Florencia. En total más de 2.100 personas trabajando: más o menos todo el movimiento de España. Lo que más impresiona del Meeting es que está hecho “desde abajo”, como si fuera la suma de todas las historias de este pueblo que es fiel a su corazón, y por tanto cada persona se la juega estando allí, no por hacer un favor a nadie, sino porque es lo que más estima en la vida. Esta tensión al ideal hace que tenga la misma dignidad estar recogiendo papeles o dando una conferencia en el inmenso auditorio.
Nacho, Salicio, Jesús, Madrid

Valentía
Cuando me enteré de la guerra en Kosovo, sentí una gran conmoción y dolor, pero con el correr de los días pronto desapareció ese sentimiento. Luego, hablando con una amiga de mi Fraternidad me contó la iniciativa que había tenido en el colegio de su hija mayor para reunir fondos. Así fue como me dirigí al colegio de mis hijos, con temor a la respuesta, pero pensando «que se haga tu voluntad Señor». Al concluir la campaña, a pesar de lo reducidos que fueron los recursos, sabía que serán de utilidad. Comprendí una vez más que lo importante es la compañía verdadera que te hace afrontar todas las circunstancias con valentía y esperanza.
Angelina, Santiago de Chile

Amigos de la Fraternidad de Comunión y Liberación, recibid una vez más mi fraterno saludo y el de toda mi familia, dirigido en especial a Monseñor Luigi Giussani.
Ustedes allá reunidos como todos los años y yo con el vivo recuerdo del encuentro y las experiencias que compartí con los amigos del Movimiento en Italia y aquí en Perú.
Quiero ahora sumarme, y lo hace también mi familia, a ese pesar que deja la partida a la eternidad de vuestro amigo el Dr. Enzo Piccinini, de quien hemos conocido las dimensiones de su vida a través de nuestro amigo común Andrés Aziani y de los textos de la revista Huellas. Por eso no puedo menos que hacer mías las palabras de Mounier, para dirigirlas a Ustedes, amigos: «Dejadle abierta no solo la puerta del recuerdo, sino de la presencia y la esperanza».
Ahora, don Giussani, amigos de CL, quiero manifestarles que siempre pienso y oro por la unidad de nuestra Iglesia, de nuestra comunidad y por todo CL, que conocí en la juventud de mis viejos años. Alguna vez les dije que me sentía uno de ustedes y así lo siento. Soy uno de Ustedes formando parte de esta siempre nueva historia que como cristianos estamos llamados a construir por suprema responsabilidad.
Insisto por eso en la unidad, más allá de todo, allí donde nos toque estar o donde elijamos vivir nuestra experiencia. Unidad y fraternidad siempre; creo que puedo decirlo y pedirlo con la plena satisfacción de que toda mi vida he luchado por la unidad, la fraternidad y la solidaridad, la justicia y la verdadera reivindicación de mi pueblo. Unidad y fraternidad en Cristo, con la certeza de nuestra adhesión a Él, conscientes siempre de nuestra relación con el Destino, reconociendo la Verdad a la que pertenecemos.
Quiero terminar reflexionando juntos, entre la paz y la guerra, entre el odio y el enfrentamiento de razas y pueblos; nosotros no estamos al otro lado, nosotros estamos inmersos en esta realidad y por eso reflexionamos en ella. Ojalá, amigos del mundo entero, sepamos abrir nuestros corazones y disponernos a amar y a ser amados. Ojalá no nos olvidemos de ser mendigos del amor de Dios.
Termino por eso con sus palabras, querido don Giussani, «Que la medida del amor sea amar sin medida, no es sólo una frase famosa, sino un axioma claro». Finalmente los abrazo a todos y les renuevo mi especial afecto. A usted Don Giussani, que Dios lo proteja y lo mantenga siempre con sus bendiciones.
Hasta siempre, amigos.
Juvenal Ñique Rios
Trujillo, agosto de 1999 Perú