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Huellas N.1, Enero 2004

CULTURA Poesía Aljaba

El despertar de la libertad

Isabel Almería

El pasado 21 de noviembre, el aula magna del CEU reunió a poetas del renombre y la calidad de Emilio Ruiz Parra, Carlos Murciano, Mario Álvarez, Leopoldo de Luis y Davide Rondoni, para la presentación de dos revistas poéticas, que a pesar de sus diferencias temporales y geográficas, han sabido demostrar que la poesía siempre coincide con el despertar de la libertad. Publicamos a continuación los pasajes más significativos de un diálogo entre poetas

Emilio Ruiz Parra
Aljaba fue una aventura de juventud. Empezamos jugando. Cuando nos reuníamos para hablar de poesía y leer versos, todos querían empezar, así que, hicimos un carcaj con flechas en cuya punta pusimos un número. Este número marcaba un orden, de forma que quien sacaba la flecha con el uno empezaba a hablar. El juego se convirtió en un ejercicio sobre papel y nació la primera revista. Pusimos cada uno 10 duros para publicarla (que en esa época era un gran esfuerzo). Yo tenía 20 años, ¡y el más mayor, que era Mario, tenía 23!

Davide Rondoni
La poesía es una experiencia que sucede. Una experiencia que se hace entre dos: el que escribe y el que lee. Una revista nace como un gesto, es el gesto de una experiencia que siempre se expresa cuando hay algo que defender o algo que atacar.
Clandestino indica lo escondido, lo subterráneo, lo secreto, como es siempre la poesía.
Pero esta palabra contiene otras dos. Clan, es decir, un grupo. No en el sentido de “algo cerrado”, sino un grupo con identidad propia, que sabe a dónde va, que camina hacia su destino. Una revista es como un laboratorio, hay que trabajar, investigar, experimentar y sobre todo, escuchar. La poesía nace de una experiencia de escucha y no tanto de la expresión de uno mismo. Dante decía que la poesía nace cuando el Amor dicta desde dentro. El poeta tiene que escuchar la realidad más que mostrarse a sí mismo, tiene que estar abierto para poder expresar la realidad, eso sí, a través suyo. Leopardi en un hermoso poema se pregunta: «¿qué hace el aire?». Y bien, ¿qué hace? Esto manifiesta la atención del poeta, capaz de hacerse esa pregunta, porque la vida es un evento al que hay que saber escuchar. El corazón de la poesía es esta atención al igual que la característica de la libertad es una profunda apertura a la realidad (porque el esclavo no está atento a la realidad).

Leopoldo de Luis
Las revistas españolas de los años 50 tienen una relevancia importantísima. Es un momento de crisis social y las revistas proliferan como manifestación del pensamiento. En Aljaba publican poetas como Gabriel Celaya, Ramón García Sol, cuyo primer título nos dice mucho de la época: Defensa del hombre, Ruiz Jiménez Martos, Rafael Santos, en fin, nombres transcendentes en la poesía española del siglo XX.
Es una época problemática y las revistas vienen a dar voz a la juventud. En Andalucía surgen muchas, como por ejemplo la heróica revista Aclaraban que, como contará después el propio fundador, Carlos Murciano, se escribió a máquina, número a número. En una época de censura la poesía fue abriendo caminos de libertad a través de las revistas. La poesía resulta para muchos una cosa vaga, el poeta siempre anda en las nubes... así que la censura era mucho más tolerante con ella y esto se aprovechó, naturalmente. Algo que parece tan intranscendente como la poesía tuvo una gran importancia social.

Carlos Murciano
A lo largo de 50 años se ha mantenido mi amistad con Leopoldo Y Emilio. La revista nos ayudó a crear lazos que han perdurado en el tiempo. También nos puso en contacto con poetas tan significativos como Hierro o Celaya.

Emilio Ruiz Parra
Realmente la amistad que se estableció sólo se ha roto por una cosa: por la muerte. Por eso es inevitable recordar a todos los poetas que colaboraron con nosotros e hicieron posible que este “juego de niños” se tomara en serio.

Davide Rondoni
La poesía no crea un estado paradisíaco de la realidad (también Bin Laden escribe poesía), no es una experiencia que trae un estado mejor para los hombres. La poesía no engaña acerca de la condición humana, dice lo que es la vida. Por eso los grandes poetas no se lamentan del hecho de que su producto no tenga público, porque no son productores de oro fino. Yo creo que hay una gran demanda de poesía, que no puede, sin embargo, calcularse en función de lo que se vende, porque la poesía es experiencia, no mercancía. Hay poetas que reclaman la atención del público pero no ofrecen nada más que sentimentalismo. Lo que se demanda es una poesía llena de ser, una palabra conmovida por la realidad. La lengua de la poesía nace en todos y todos la podemos entenderla. Si la realidad nos conmueve, nos mueve, nos enamora, las palabras ya no son las mismas y este es el inicio del lenguaje poético. Es la lengua normal encendida frente al empuje de la realidad. Lo que falta en nuestra sociedad es esta conmoción ante la realidad y la poesía vive inmersa en esta dificultad, pero esta no podrá ser resuelta por los poetas.