En un parque de Pekín un grupo de hombres juega al tradicional mahjong.
Una vida que busca normalidad bajo una amenaza como la epidemia del coronavirus, denominado Covid-19 y declarado por la Organización Mundial de la Salud como «una emergencia sanitaria pública global». El papa Francisco ha propuesto desde el principio rezar «por nuestros hermanos que sufren» y para que «se encuentre el camino de la curación lo más rápido posible».