A los diez años del terremoto de Haití, el amistoso de fútbol con el equipo de República Dominicana.
Los jugadores, en su mayoría amputados, fueron víctimas del terremoto del 12 de enero de 2010, cuando una sacudida del séptimo grado de la escala Richter derrumbó Puerto Príncipe, la capital de la isla. Los muertos fueron 230.000, 300.000 los heridos y un millón los desplazados. En este campo de fútbol de Santo Domingo, estaban representadas todas esas personas que sufrieron graves daños y ahora viven marginadas. En el décimo aniversario de los hechos, ha sido muy escasa la atención mediática acerca de la reconstrucción de un país todavía muy dolorido. El 75% de la población sigue viviendo con menos de dos dólares al día, faltan profesores, médicos y enfermeros, mientras abundan la criminalidad y la corrupción. «Aquí nunca hubo paz», dice Fiammetta Cappellini, responsable de los proyectos de AVSI en este país. «Pero vemos que cada día se hace algo para alcanzarla. Y nuestro primer compromiso seguirá siendo el de estar a su lado, compartiendo su sufrimiento».