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Huellas N.10, Noviembre 2007

CULTURA

Lectura

a cargo de Elena Alonso Serrano

Vasilij Grossman
Vida y destino
Galaxia Gutenberg.
Círculo de Lectores 2007
pp. 1200 – 22,00 E


Se sabe que lo inconcebible puede ser cierto. Desde que se descubrieron los campos de concentración donde los nazis se aplicaron en exterminar a los judíos, ya se tuvo noticia de que la imaginación más truculenta está lejos de concebir lo peor. También se conoce el infierno del Gulag, donde el comunismo soviético se deshizo de sus enemigos. Todo eso forma parte de la historia del siglo XX. Lo que hace Vasilij Grossman en Vida y destino es mostrar ese horror cuando se encarna en la experiencia concreta de las víctimas. Lo contó con tal maestría que su novela es una de las mayores piezas literarias que dan cuenta de los excesos de los totalitarismos, en la que hay sitio para la ignominia y la indiferencia, pero también para la bondad y la alegría.
Vasilij Grossman nació eazmadre era judía y murió en manos de los alemanes en 1942 sin que su hijo pudiera hacer nada. Vida y destino está llena de referencias científicas –Grossman trabajó como ingeniero químico en una mina–, como está llena de comentarios literarios y de observaciones sobre la producción artística de aquellos años. Cuando el ejército de Hitler invadió Rusia en 1941, Grossman se presentó para alistarse voluntario en el Ejército Rojo: lo rechazaron por enclenque. Unos meses después lo aceptaron como corresponsal de guerra. Salió de inmediato para el Frente Central, luego acompañó al 50º Ejército, le tocó contar lo que pasaba en Stalingrado y fue el primero en dar cuenta del horror del campo nazi de Treblinka. Las notas que Beevor y Vinogradova rescataron de sus cuadernos permiten conocer de cerca el prodigioso y detalladísimo trabajo que hizo durante aquellos años.
Vida y destino está construida con el material de aquel tiempo desgarrador. La novela es una de las obras que con mayor lucidez y profundidad han retratado el siglo XX. Una obra maestra, sin embargo, casi desconocida en España.


Fernando de Haro
¿Qué hacemos con Educación para la Ciudadanía?
Encuentro 2007
pp. 128 – 10,00 E


Ningún tema está suscitando tanta polémica como el debate en torno a la nueva asignatura Educación para la ciudadanía. El presente libro aborda desde una pluralidad de perspectivas una cuestión en la que cristalizan las posiciones sobre la laicidad del Estado, el papel de la conciencia o la libertad de educación.
Enrique Múgica, Defensor del Pueblo, basándose en los datos obtenidos de un estudio sociológico sobre los alumnos españoles y la violencia escolar en el período 1997-2006, plantea la necesidad de que se introduzca en el sistema educativo español una nueva asignatura obligatoria, la Educación para la ciudadanía. Con ella se pretende, mediante convertir en norma moral lo que las leyes dictan, formar a los jóvenes y hacerles “buenos ciudadanos”.
Esta utópica pretensión a lo que verdaderamente se encamina es a construir una moral de Estado que someta al individuo a los dictados del poder que en cada momento gobierne. Desposeyendo a la ciudadanía de todo sustento trascendente, ésta queda a merced de las particularidades del poder de turno y su libertad gravemente mermada.
La gravedad de situación planteada y lo equívoco de la respuesta dada por el Gobierno, hicieron que un grupo de personas de diferentes ámbitos relacionados con la educación (profesores, directores de colegio, padres de familia, periodistas, pedagogos, políticos, etc.) se reuniesen para poner en común su preocupación y las posibles alternativas a plantear. El primer acto convocado públicamente fue una sesión de trabajo bajo el auspicio de la Asociación Cultural Charles Peguy. Este libro contiene las diferentes intervenciones de este acto.


Jorge Luis Borges
Otras inquisiciones
Destino 2007
pp. 304 – 16,00 E


A medio camino entre el ensayo literario y filosófico, entre el destello poético y la erudición libresca, Otras inquisiciones presenta un original recorrido por algunas de las grandes obsesiones de Borges que beben de sus fuentes literarias, ya que, como escribe en uno de los capítulos, «Quizá la historia universal es la historia de unas cuantas metáforas». El genio de Borges resplandece en estas singulares relecturas de Pascal, Coleridge, Quevedo, Valéry, Wilde, Chesterton, Kafka o Keats, que se revelan como una aproximación distinta, acaso más decantada e intensa, a las inquietudes presentes en toda su obra. Un libro magistral, de una lucidez extraordinaria, que muestra la vastísima cultura literaria y la profunda sensibilidad de un Borges en estado de gracia.


William T. Cavanaugh
Imaginación teo-política
Editorial Nuevo Inicio
Granada 2007
pp. 144 – 15,00 E


Para W. T. Cavanaugh la política es sobre todo un ejercicio de la imaginación, una forma de «arte de lo posible». En concreto, la política moderna inventó –no descubrió– tres maneras de imaginar el espacio y el tiempo (el Estado, la sociedad civil y la globalización). Para él es fundamental reconocer el origen históricamente contingente de las ideas con las que interpretamos la política. Siendo así, desafía a representarse espacios y tiempos alternativos a los ya imaginados en Europa desde la Ilustración. Divide la obra en tres capítulos en los que define a estas tres realidades sociológicamente identificables como mitos: el mito del Estado como salvador, el mito de la sociedad civil como espacio de libertad y el de la globalización como catolicidad. Esta tríada estaría basada en relatos sobre la naturaleza y destinos humanos semejantes a otros relatos teológicos, siendo así soteriologías disfrazadas que pretenden la liberación de los hombres.
Muestra en el primer capítulo de una forma desafiante que lo que hoy llamamos “religión” es una invención de origen relativamente reciente. Critica a los viejos modelos de cristiandad integristas que suponen la legitimidad del Estado y pretenden conservar la posición de la Iglesia como guía, y critica también a los nuevos modelos –sobre todo a los proyectos pastorales– que pretenden influenciar el orden político mediante el cristiano como individuo. Critica también las distintas formas con las que el cristianismo ha intentado superar su “privatización”, es decir, el intento de ser relegado al ámbito de lo privado, y denuncia el fracaso de tales intentos por su incapacidad de romper con los viejos mitos ilustrados sobre la bondad de la secularización. En concreto, el que afirma que la teología directamente politizada sea intrínsecamente peligrosa y violenta, y que la modernidad ha presentado un servicio a la paz al separar la política de la religión. Cavanaugh demuestra que este relato es histórica y teológicamente falso, que la separación del poder de lo trascendente no ha hecho históricamente al mundo menos violento. Y que, por tanto, en una política explícitamente teológica, aun no siendo inmune a la violencia, será decisivo el tipo de teología y de política que se imaginen.
Sobre «el mito de la sociedad civil como espacio libre» critica la ingenua distinción entre Estado y sociedad civil como realidades independientes, y denuncia cómo bajo este esquema el discurso cristiano no puede insertarse en el debate público en cuanto contradiga los fines del Estado, y queda excluido en nombre de una neutralidad “secular”. Muestra también que tanto la “teología política” –representada por la teología de la liberación– como la “teología de lo público” –representada por cierta teología norteamericana– necesitan ideologías de signo opuesto pero de forma simétrica (el marxismo o el liberalismo), como “intermediarias” entre el cristianismo y la vida real, y como expresiones del ideal cristiano.
Sobre la globalización, afirma que es la hipertrofia del proyecto del dominio de lo universal sobre lo particular, una de las patologías más peligrosas del estado-nación, y por ello la critica como una falsa catolicidad. Pero además ofrece una hipótesis sobre cómo repensar la forma del compromiso cristiano con lo político. ¿De dónde extraer los recursos para hacerlo? No duda en proponer a la tradición cristiana, y en concreto a la Eucaristía, como el lugar privilegiado para la imaginación cristiana del espacio y del tiempo, para una nueva forma de imaginar lo político. En un momento en el que la pretensión estatalista en España es tan evidente, el desafío está servido.
(Soledad de las Hazas)


Massimo Borghesi
Secularización y Nihilismo
Encuentro 2007
pp. 248 – 25,00 E


Que “lo religioso” ha vuelto a recuperar una importancia cultural y social impensable sólo hace unas décadas es sin duda uno de los fenómenos que caracterizan el actual momento histórico. Este hecho es lo que ha llevado a Massimo Borghesi a escribir las fascinantes reflexiones de este libro: ¿Hay en este retorno una auténtica religiosidad o es por el contrario una última metamorfosis del proceso de la modernidad? ¿Qué papel juega la dimensión religiosa en la confusión y el nihilismo que impera en Occidente? ¿Cuál es la propuesta original del cristianismo ante esta situación? Con una extraordinario manejo de las más variadas fuentes de la política, la filosofía, la teología y la literatura, pero también del arte figurativo y del cine, Secularización y Nihilismo traza un certero análisis de los últimos 80 años, y nos ofrece una perspectiva distinta sobre los procesos que configuran nuestro momento histórico.