Los orígenes de Bergoglio y su vida para entender mejor sus gestos y palabras. El descubrimiento de “quién es”el Papa a través de una exposición que, desde el Meeting de Rimini, ha viajado a distintos lugares del mundo. Uno de los comisarios cuenta qué ha pasado
El amigo “Coco" (Jorge Duarte) un día me comenta: «Encontré este artículo de un tal Austen Ivereigh, que habla al CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en Bogotá sobre el origen del papa Francisco, el insospechado camino humano en la fe del padre Jorge Bergoglio». Quedo maravillado al leerlo, y llamo a Coco: «Ahí está condensada toda mi vida. Descubro que he vivido en gran parte el mismo itinerario».
Llamo a un grupo de amigos que enseguida se lanzan al estudio diversificado y compartido de su forma de vivir las dramáticas circunstancias de una Argentina convulsionada que le tocó afrontar desde su responsabilidad personal y eclesial. Nos adentramos en sus escritos, en los testimonios de estudiosos de su biografía y de personas que compartieron momentos decisivos de sus vidas con él y así, en 18 meses, apareció la muestra “Gestos y Palabras. Jorge Mario Bergoglio, una presencia original".
Ya en este mismo título se nota lo más sorprendente que nos sucedió: descubrirnos ensimismados con un hombre que nos hacía revivir la belleza de nuestro camino educativo en la fe, dándonos el testimonio de lo que es una presencia original que verifica la correspondencia del Hecho cristiano a nuestras exigencias humanas en las circunstancias de la vida, tal como se dan.
Presentamos la muestra en el Meeting de Rimini de 2018 con guías de diversos países que la hicieron suya con el entusiasmo de alguien que se topa con un imprevisto luminoso y no quiere que ningún visitante, de cualquier idioma, se la pierda. Nos confirmó en la importancia de lo que nos es dado con la muestra, la presencia en el Meeting de los dos biógrafos más sabios y reconocidos sobre vida y obra de Bergoglio, también integrantes del comité científico y contribuyentes imprescindibles de la muestra, el profesor Massimo Borghesi y el periodista y escritor inglés Austen Ivereigh, quienes al terminar juntos el primer recorrido nos dijeron: «Esto es mucho más de lo que nos imaginábamos».
Al concluir el Meeting, con más de 10.000 visitas, muchos nos decían: «Ahora tenemos una mirada totalmente nueva sobre Francisco». ¿Por qué? ¿Qué sucedió? La clave de lectura de esta novedad la descubrí escuchando al cardenal Angelo Scola cuando, presentando su autobiografía en el Meeting, dijo: «Francisco ha sido un saludable golpe en el estómago». Luego aclaró: «Para nosotros los del norte, europeos y americanos, es desconcertante que una persona no académica y que viene de una periferia del mundo, nos abra una comprensión mucho más aguda y profunda de la que surge de nuestro racionalismo académico. Nos ha ayudado a entender la realidad de manera poliédrica, abiertos a toda la riqueza que encierra la identidad de cada uno».
Después de Rimini, la muestra giró por toda Italia. Nos dijeron que se presentó en unos trescientos lugares de unas treinta diócesis. También se presentó en la Universidad de Lugano y ha comenzado a andar por toda América Latina, empezando por Perú. Fue un desborde de gracia la presentación en la catedral de Lima con la presencia del cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, el prefecto de la Sagrada Congregación de Educación Católica y el Nuncio Apostólico. De ahí se fue a Chiclayo, donde se implicó la comunidad en su conjunto, con el obispo Robert Francis Prevost presidiendo la presentación.
En Argentina la muestra va caminando por las ciudades según la gente local decide hacerla suya mientras, como equipo autor y promotor, nos ponemos a su disposición. La primera presentación fue en la diócesis de Rafaela, el lugar donde nació la muestra. Justamente desde el 13 de marzo, día del sexto aniversario de la elección de Francisco, hasta el 19 de marzo, día de San José y de la asunción del Pontificado. Vivimos una experiencia desbordante. Un amigo del Papa de toda la vida, Francisco Piñón, antiguo rector de la Universidad del Salvador de Buenos Aires, nombrado por el mismo Bergoglio, dio un testimonio sobre la cercanía que tenía con cada uno de ellos y la relación “cuerpo a cuerpo" con todos los que se habían involucrado en sacar adelante la universidad, luego que la dejaron los jesuítas. Las hermanas del monasterio benedictino, junto con las de Don Orione y las Vírgenes Consagradas de la diócesis, nos hicieron entender la primera parte de la muestra sobre la vocación de Bergoglio y su identidad jesuíta. Verificamos cómo lo que habíamos descubierto nosotros sobre él lo redescubríamos en cada nueva presentación.
Un grupo de filósofos, Federico Viola, Aníbal Fornari, Luciano Maddonni y Mario Oporto, se concentraron en la formación filosófica del pontífice y en su afinidad con la perspectiva histórico-cultural latinoamericana. Luego, desde la literatura, Evelin Arro nos hizo descubrir y compartir su pasión por Dostoievski. Un antiguo alumno suyo, el periodista Jorge Millia, nos presentó su forma de comunicarse con los alumnos en clase, los autores que les proponía como José Hernández, Borges, Manzoni, Octavio Paz, Leopoldo Marechal; y la conmoción que tuvieron cuando Bergoglio logró que el mismo Jorge Luis Borges subiera a un colectivo en Buenos Aires e hiciera 500 km para llegar a Santa Fe al Colegio de la Inmaculada y dar clase a alumnos del quinto año de bachiller, respondiendo a la llamada de un maestrillo de apenas 28 años de edad.
El obispo de Rafaela, monseñor Alberto Fernández, siguió las actividades vinculadas a la exposición a lo largo de una semana, por ejemplo, la mesa redonda con el padre Antonio Grande acerca del aporte de Bergoglio al documento de Aparecida. El punto más alto y cierre de la semana fue la presencia del arzobispo de Rosario, mons. Eduardo Martín, quien expuso sobre la relación entre Jorge Bergoglio y Luigi Giussani, ya que el cardenal fue quien hizo la presentación en Buenos Aires de cuatro libros de Giussani a lo largo de una década (1999,2001,2005 y 2008). Finalmente, un laico rafaelino que actualmente reside en Suiza y es discípulo directo de Urs von Balthasar nos hizo descubrir cómo Francisco lleva incorporada en su ADN la teología de este gran pensador que marca a la Iglesia contemporánea. La muestra pasó luego a la ciudad de San Jorge con implicación de toda la comunidad parroquial y el pueblo en su conjunto, a Buenos Aires junto con un gran número de jóvenes del gremio de la UOCRA (Unión Obreros de la Construcción) y la participación del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Ojea, así como un gran número de personalidades del ámbito de la cultura, la política, los sindicatos, las organizaciones sociales, cerrando el encuentro el padre Pepe Di Paola que celebró una misa que congregó a una gran cantidad de gente.
En Santa Fe con otro gremio, en este caso ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), inaugurándola en el mismo lugar donde Bergoglio daba clases en el Colegio de la Inmaculada, de los jesuítas, y con participación de un sacerdote que fúe su alumno, el padre Cervera. Con muchos recorridos llevados a cabo con colegio y público en general. Con el testimonio del secretario general del gremio, Jorge Hoffman, sobre el impacto que la Laudato si’ había producido en su vida. En La Plata con la participación del arzobispo Víctor Fernández, que nos fascinó contándonos su relación directa con Bergoglio en la redacción del documento de Aparecida, y la amistad que habían cultivado. Finalmente, en Vicente López se expuso en el salón central del Consejo Municipal con participación de un diputado provincial, nuevamente monseñor Ojea, una mamá cuya hija era compañera de la hija de Nadir, el organizador el evento junto con su esposa Adriana, que resultó ser especialista en el Sínodo de la Amazonia y que vinculó la muestra con el sínodo. Todo este río de vida nueva está recién en sus inicios, ya que de toda América Latina y del resto de la Argentina nos vienen permanentes pedidos para contar con la exposición. Pero lo más destacable es lo que hemos aprendido nosotros conociendo más a fondo a un hombre que vive totalmente abierto al Misterio. Lo que está en juego es la naturaleza de la fe: al igual que en los comienzos del cristianismo, Cristo se revela a través de gestos y palabras.