«Debemos educarnos para tomar en serio nuestra fe, que no es una utopía sino una llamada a ir siempre al fondo de nuestros corazones». Uno de los responsables de la Biblioteca alejandrina explica qué ha significado para él leer La belleza desarmada. Y qué herramientas ofrece para entender la realidad
La belleza desarmada examina la perspectiva que orienta la actividad cultural y educativa en Europa y que hoy ha entrado en crisis. Las intervenciones de Julián Carrón contenidas en este libro, realizadas en un contexto académico y cultural, medios de información del ámbito social y económico, delinean un itinerario programático para la fase histórica que estamos viviendo. No es extraño que sus reflexiones nazcan de un diálogo abierto con interlocutores de sensibilidades y trayectorias culturales muy distintas, sin más referencia común que la "belleza desarmada", ofreciéndonos algunos ejemplos del entusiasmo con que él pone en práctica los principios fundamentales de esta experiencia elemental en cualquier ámbito de la vida humana. El compromiso apasionado de Carrón nos ofrece criterios para formular juicios sobre la realidad –y por tanto también para actuar– "desde dentro" en las diversas dimensiones de la vida, empezando por la educación, la familia, las obras sociales y benéficas, y terminando con la política. Pone en nuestras manos herramientas inestimables para comprender la sociedad europea y, en consecuencia, su apertura a la realidad en cualquier continente.
En varios capítulos, el libro aborda muchas cuestiones cruciales, donde la religión cristiana se mide con la cultura, la política y la educación. Verdad y libertad: un ejemplo paradigmático, el desmoronamiento de las evidencias, el desafío del diálogo tras los atentados de París en 2015, el cristianismo ante los desafíos del presente, el sentido religioso y la verificación de la fe... son títulos que no solo responden a las provocaciones de la realidad, sino sobre todo a las necesidades de nuestro corazón.
En el capítulo dedicado a la educación, el autor afirma que «el desafío de ampliar la razón remite entonces a una gran necesidad, decisiva siempre y hoy de manera especial: la de la educación. Y si existe un lugar eminentemente llamado a educar en el uso de la razón es la universidad. Se trata de su auténtica razón de ser. Si no promueve un uso verdadero de la razón, habrá fracasado en su tarea. Al educar en la razón la universidad lleva a cabo una auténtica misión». También una institución como la Biblioteca de Alejandría debe desempeñar un papel similar al de la universidad en la educación.
Por eso hemos traducido y publicado La belleza desarmada. Este libro nos muestra cuál es el verdadero poder y quiénes son los poderosos de verdad: las personas capaces de compartir su corazón y su mirada, que nacen de su experiencia de fe. Por eso, el verdadero poder se encuentra en la amistad, en la profunda compañía de amigos a lo largo del camino hacia nuestro destino, ese destino que no podemos alcanzar sin su presencia.
Lo que viene indicado aquí es signo de madurez de fe y de una experiencia capaz de unirnos a todos nosotros. Debemos educarnos para tomar en serio nuestra fe, porque es lo único capaz de hacernos descubrir la vida real y tangible, donde identidad, fe y humanidad están más presentes y en armonía.
De este modo, la fe no es una utopía, sino una llamada a ir siempre hacia nuestros corazones.
(Traducido del árabe por Elisa Ferrerò)