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Huellas N.8, Septiembre 2017

PRIMER PLANO / Meeting de Rímini

Padres e hijos en escena

Walter Gatti

Desde la Madama Butterflay a Chieffo, Jannaci, Testori, Tarkovski… He aquí el hilo rojo de los espectáculos

En la noche riminesa de la música y del teatro también se ha puesto en escena el drama de la libertad. Se ha tratado, a todos los efectos, de un Meeting que ha encendido los corazones, tanto del público como de los artistas. Lo decía en una entrevista una frase luminosa de Massimo Popolizio (un actor exuberante, que es un espectáculo en sí mismo, que ha llevado al recinto ferial de Rímini los fragmentos del Antiguo Testamento ensamblados por Fabrizio Sinisi y Otello Cenci en el espectáculo Padre e hijo): «Desde hace un tiempo me estoy dedicando artísticamente a la relación entre padres e hijos, y es un tema que me provoca mucho porque no soy padre», dijo el actor genovés. «Personalmente, no he tenido el coraje de ser padre y mi ser hijo no ha bastado para superar este miedo. Los textos que he leído en el Meeting me han planteado imperativamente esta pregunta: ¿Qué es este amor? ¿Dónde nace y de qué se nutre el mayor acto de amor que se pueda imaginar?». 
¿De dónde nace la dependencia, el sentido de la heredad, la responsabilidad? ¿Cómo nos interpela la tradición cuando conlleva un redescubrimiento de un valor real? El calendario del Meeting ha ofrecido una contribución ante estas preguntas evitando las celebraciones estáticas, más aún, sumergiendo al público, a los espectadores, en el latido del arte y de sus cuestiones eternas. No en vano el concierto de Benedetto Chieffo, Canción para ti, no fue una vuelta al archivo histórico de la música italiana, ni al repertorio de su padre Claudio, sino un camino emocionante por redescubrir canciones como La guerra, La canzone del Melograno, Canzone per te… que guardan un sentido mucho más allá de un tiempo pasado y de la nostalgia.
Del mismo modo, las dos veladas dedicadas a los famosos cantautores italianos Fabrizio de André y Enzo Jannacci (la primera llevada a escena por Neri Marcoré y el GnuQuartet, la segunda –Las zapatillas de tenis– con las características de una pieza teatral firmada por Guido Mezzera) han evitado la autorreferencialidad, privilegiando la vida y la memoria, el descubrir y el compartir. 

Perdón y misterio. La Madama Butterfly de Puccini, espectáculo inaugural interpretado por la China National Opera House (dos mil personas y una ovación final de casi diez minutos), también hizo saltar la chispa de un diálogo a distancia entre la cultura italiana y la sensibilidad oriental. Así es como el arte toca los corazones y los interpela: sumergiendo la palabra y su sonido en el drama de la realidad.
Y si las partituras sinfónicas de Un sussulto al cuore, de Emmanuele Lo Russo, y el drama testoriano Sdisoré retaron a los espectadores al encuentro y al perdón, en todos quedó grabado el sentido del misterio de la obra teatral Solaris, un texto inspirado en la ciencia ficción de Stanislaw Lem y Andrei Tarkovski que nos dejó –cerrando el círculo ideal del Meeting 2017 con el del próximo año– una última provocación: ¿qué tradición podrá satisfacer el corazón del hombre si no está viva?