Hubo un hecho en el último Meeting de Rímini que dio forma a todo el evento. Fue el mensaje del Papa Francisco, enviado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, que luego intervendría en el encuentro de cierre de la manifestación. Lo publicamos en estas páginas. Se trata de una clave de lectura de los días de Rímini pero, además, muestra un método siempre válido, una brújula a la que mirar constantemente con el rabillo del ojo, si queremos evitar «la enfermedad que puede afectar a los bautizados» en cualquier momento: «el Alzheimer espiritual», o sea el olvido de nuestra relación personal con Dios.
El miedo y la incertidumbre existencial, que nos oprimen muchas veces, nacen de ahí: «Si perdemos la memoria de nuestro encuentro con el Señor, no podemos estar seguros de nada». Y la salvación pasa por un único camino: «reactualizar el encuentro inicial, el “primer Amor”, que no es un discurso o un pensamiento abstracto, sino una Persona». Hay que «volver allí, a aquel punto incandescente en el cual la Gracia de Dios me ha tocado».
No bastan los recuerdos del pasado, sino una realidad presente, «incandescente» como un fuego que quema. Vivo, como el amor a una Persona que está aquí. Este amor es la verdadera contribución al mundo que podemos aportar los cristianos.
En el Meeting el pasado y el presente se han medido cuerpo a cuerpo. La alternativa entre el riesgo de reducir a cenizas el patrimonio recibido o la posibilidad de vivirlo ahora ha sido patente, tanto en los actos principales (la intervención de monseñor Pierbattista Pizzaballa, la del mismo monseñor Parolin y muchos otros), como en las exposiciones. Pero también en la forma de abordar ciertos temas (el trabajo, la geopolítica, la ciencia) solo a primera vista marginales respecto de las palabras del Papa.
En su mensaje, en efecto, nos hacía otra invitación dirigida explícitamente a quien ha participado en el Meeting: «Aguzad la vista para detectar los muchos signos –más o menos explícitos– de la necesidad de Dios como sentido último de la existencia, para poder ofrecer a las personas una respuesta viva a las grandes preguntas del corazón humano».
El número de la revista que tenéis entre manos intenta hacerlo, ordenando algunos de los numerosísimos hechos que se han sucedido en el Meeting. A esto dedicamos el Primer Plano. Además, contamos la experiencia de la Asamblea internacional de responsables de CL, recientemente celebrada en Corvara. En la entrevista con la periodista catalana Pilar Rahola esta «necesidad de Dios» se hace objeto de un diálogo precioso, junto con la invitación a los cristianos a que «salgamos del armario», porque la sociedad entera nos necesita, incluso los no creyentes, como ella.
Todo esto encontráis en estas páginas. Os deseamos una provechosa lectura.