Posverdad, derechos, derrumbamiento de los valores. Pero también trabajo, migraciones y terrorismo. Este año la provocación del Meeting de Rímini tocará los puntos neurálgicos de nuestra sociedad. Sin añorar soluciones del pasado, sino fijando la mirada en presente, en el bien que ya existe
No para adorar las cenizas, sino para vivir. Así suena el desafío que el Meeting de Rímini propone en su 38ª edición como clave de lectura de lo que pasará en breve, del 20 al 26 de agosto, en los pabellones de la feria de la ciudad costera. A partir del lema, tomado del Fausto de J.W. Goethe, «Lo que heredaste de tus padres vuelve a ganártelo para que sea tuyo».
«Huelga decir que no será un Meeting sobre la herencia del pasado, sino sobre la necesidad de volver a ganarse lo que hemos recibido gratuitamente y ya tenemos», comenta Emilia Guarnieri, desde hace años a la cabeza de esta manifestación. «Solo que es preciso también descubrir en qué consiste esta riqueza que hemos heredado de los que nos han precedido. Esa “riqueza” existe, solo que hemos olvidado cómo hacerla nuestra y por tanto la hemos olvidado. Y esto le pasa a todo el mundo. Es como si no quedara nadie que tuviera en sus manos, serenamente, algo que da sentido a la vida». Temas como posverdad, derechos, crisis de los valores. Y también los conflictos, las migraciones, el terrorismo. Y la crisis en Europa, con sus consecuencias en la economía y el empleo. Y los jóvenes. Es el cuadro que el Papa Francisco describe como un “cambio de época”.
El primer paso, entonces, es conocer y tratar de comprender lo que sucede en nosotros y a nuestro alrededor. De ahí las numerosas invitaciones a destacados personajes de la cultura, las religiones, la economía y la política. Desde el secretario del Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, al presidente del Consejo de Ministros italiano, Gentiloni. Luego, el metropolita ortodoxo Hilarión, el custodio de Tierra Santa y su antecesor, Francesco Patton y Pierbattista Pizzaballa. Este último vuelve al Meeting para presentar el lema de este año. Lo explica Guarnieri: «Con él abordaremos la urgencia educativa de nuestro tiempo, es decir, la necesidad de formar un sujeto consistente que redescubra quién es y de dónde viene. Y cómo todo esto puede activar su libertad personal».
Niñas soldado. También participarán en esta edición representantes del mundo islámico y judío, políticos como los alcaldes de Alepo, París y Tel Aviv. Ján Figel’ y Olivier Roy, el primero enviado de la Comisión Europea para la promoción de la libertad religiosa y el segundo gran estudioso del mundo musulmán, Jens Stoltemberg, secretario general de la OTAN, Luciano Violante, Fausto Bertinotti, Joseph Weiler, Marta Cartabia, vicepresidenta del Tribunal Constitucional, la jurista Tania Groppi, Wael Farouq, el monje budista Shodo Habukawa, el escritor Eraldo Affinati. Y nombres menos conocidos, como el de la misionera ugandesa Rosemary Nyirumbe, que narrará su obra con las niñas soldado… Basta mirar el programa para ver a qué nivel se sitúa el desafío de esta edición.
La inspiración de la frase de Goethe como título del Meeting nace de un pasaje de El sentido religioso de don Giussani, que cita el Fausto a propósito de la tradición hablando de la “relación con la realidad”. Heredad, sí. Pero viva, presente hoy en el diálogo con uno mismo y con otros, en relación con la realidad. Encontrarse con grandes y pequeños personajes que han pasado o pasarán por el Meeting tiene precisamente la finalidad de despertar en cada uno, personalmente, la conciencia de lo que somos.
Por esto uno de los temas centrales, histórico en el Meeting, sigue siendo el encuentro con el otro, con quien es distinto, para construir juntos, yendo hasta el fondo del bien que se comparte y que crea una amistad.
Grandes momentos de debate en el estrado de las salas, pero también experiencias de vida cotidiana que se narran entre los paneles de las exposiciones. La que algunos estudiantes han preparado sobre las “segundas generaciones” de inmigrantes, nacidos en Europa de padres que dejaron su tierra hace años. «Es un trabajo que ha durado meses», cuenta Alessandra Vitez, responsable de las exposiciones: «No sin dificultades, para superar esquemas y prejuicios y descubrir entre ellos, de distinta proveniencia y extracción social, un mismo corazón, hecho de los mismos deseos, expectativas, responsabilidades, y también vacíos». Todo para asumir el reto de descubrir si esa heredad recibida, de la que habla el lema, es capaz de establecer puentes con el otro, en lugar de dividir, dando el paso de la palabra “integración” a la palabra “interacción”.
Una segunda muestra abordará otro tema clave: el trabajo. Además de los encuentros con empresarios y políticos, se sucederán debates y testimonios también en las áreas dedicadas al proyecto elaborado por algunos jóvenes que acaban de asomarse al mundo laboral. «Han arrancado planteándose las preguntas que tienen, cada vez más urgentes: “¿Qué significa el fracaso? ¿Se puede aceptar un trabajo que no te gusta? ¿Cómo conciliar la familia con el trabajo? ¿Cómo elegir? ¿Cómo buscar?”. No se pretende encontrar respuestas lapidarias, sino más bien ponerse en juego para encontrar un camino viable en un mundo que ya no es el de hace veinte años y que sigue cambiando rápidamente», añade Vitez.
El tema de la relación con la tradición protagonizará también otras tres muestras. La gran exposición de obras de arte contemporáneo, «El paso de Eneas», con decenas de obras originales para ver cómo “la heredad” de quienes nos preceden no es simplemente una pesada carga que sobrellevar o una meta que hay que superar, sino una riqueza que se puede asimilar mediante una nueva creatividad. Tierra Santa también ocupará un espacio expositivo, con la historia de los ochocientos años de la Custodia, una presencia que tiene su origen en la concesión del sultán de Egipto tras su famoso encuentro con san Francisco en 1219. ¿Qué hizo posible aquel encuentro? ¿Cómo se estableció sucesivamente un diálogo que pervive todavía hoy? La misma “actualidad” propone la exposición sobre la Revolución de Octubre a cargo de Rusia Cristiana, “El sueño fracasado de ‘un mundo nunca visto’”. Se trata de una relectura de las circunstancias históricas que llevaron a la revolución, destronando al zar, hace cien años, en primer lugar la ruptura de los vínculos entre la fe y la sociedad, destacando algunos rasgos similares a la situación que estamos viviendo hoy en día.
Testori, Chieffo, De André. El espectáculo inaugural contribuirá a testimoniar cómo el encuentro con quien es distinto puede ayudar a redescubrir la herencia recibida, la propia tradición, con una Madama Butterfly interpretada por la China Opera House. «Solo una tesela en el gran conjunto de eventos programados, cada uno para profundizar en un aspecto distinto del lema», explica Otello Cenci, responsable de la sección de espectáculos: «Padre e hijo, un texto de Fabrizio Sinisi a partir de las Sagradas Escrituras interpretado por Massimo Popolizio; sdisOré de Giovanni Testori, la revisitación de la Orestiada griega, en la sala del Teatro Novelli de Rímini con Michele Maccagno, dirigida por Gigi Dall’Aglio. Habrá conciertos, con Neri Marcoré interpretando piezas de Fabrizio De Andrè o con Benedetto Chieffo recorriendo la historia de su padre Claudio a través de sus canciones». Y aún más.
¿Puede bastar? «Hablaremos de ciencia, con un espacio y algunos momentos dedicados a la relación entre el hombre y la máquina. Y de justicia, centrada en el drama humano más que en cuestiones técnicas o jurídicas. El mundo educativo protagonizará una jornada entera con School4meeting», concluye Guarnieri. «La realidad, sea cual sea, cuando se conoce y se acepta, puede convertirse en una riqueza para uno mismo». Puede provocarnos a ponernos en marcha y construir. Como sucede en el Meeting.