«Permanezcamos unidos». Un memorial espontáneo en el lugar del atentado del 21 de diciembre en Berlín. El camión conducido por un joven tunecino arrolló a los transeúntes en los puestos navideños, hiriendo a unas cincuenta personas y matando a doce. «Tenemos que acercarnos los unos a los otros», dijo a los fieles reunidos en una vigilia Heiner Koch, arzobispo de la capital: «No debemos caer en la trampa de dividirnos y acusarnos mutuamente». La oración por la unidad es la misma del cardenal Reinhard Marx, guía de los obispos alemanes: «En este momento tan difícil es muy importante mantenernos unidos como sociedad. Permanezcamos unidos».