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Huellas N.6, Junio 2008

CL

Huellas en clase

a cargo de los estudiantes de CL

Un compañero en la cárcel
¡Estamos presentes!


Si la tragedia sucede a miles de kilómetros y no te afecta personalmente parece fácil enfrentarse con ella y comportarse coherentemente. Cuando en cambio te toca de cerca adviertes el peso y la dificultad que conlleva. Es lo que me ha pasado a mí y a mis compañeros de clase cuando supimos que un compañero nuestro estaba en la cárcel por la muerte de Nicola Tommaselli. En varias discusiones con los profesores y entre nosotros, se fue abriendo camino insistentemente una pregunta que urgía una respuesta.
En clase no fue fácil ponernos de acuerdo porque lo que había sucedido ponía al rojo vivo la necesidad de cualquier persona: si admitimos que existe un vacío en todos nosotros, nos descubrimos necesitados. Y tenemos que aceptar que este vacío no lo colmamos solos, sino que tiene que venir Otro a hacerlo.
Sorprendentemente, el último día, que el director del Instituto nos dejó para decidir qué hacer con el panfleto que yo había redactado, toda la clase estaba de acuerdo. Así se distribuyó a todos los alumnos y lo enviamos a los periódicos.
Da ahí surgió la idea de redactar otro escrito junto con los amigos de GS y organizar una asamblea publica en la que algunos dieron su testimonio. Ahí se puso de manifiesto que lo que nos diferencia de esos chicos que perpetraron el homicidio no es que seamos mejores, sino que somos queridos tal y como somos y que nos acompañan adultos que, a pesar de sus límites, nos testimonian que es posible hallar una respuesta a las preguntas más verdaderas que el corazón de todo hombre grita. Solo por ello, uno se hace capaz de amar a su vez. Es un camino que solos no podemos recorrer, porque inevitablemente chocas con tu límite y con el del otro, con tu pobreza e incapacidad. Lo que nos permitió superar los análisis de tipo sociológico, fue tomar consciencia de que solo en una compañía que nos ama, porque ama nuestro Destino, podemos tener la esperanza de nos perdernos en la nada.
(Elisa, Verona)


MÓDENA
Espectáculo
A Silvia, dialogando con Leopardi


El jueves 24 y miércoles 30 de abril representamos en Pavullo (Bolonia) y en Milán un espectáculo teatral con el título “A Silvia, dialogando con Leopardi”, en recuerdo de Silvia, la madre de Anna y Carlotta, que murió en 2005. Entonces algunas de nosotras tuvieron la idea de recordarla con este gesto, su amor por Leopardi, y esa positividad que Silvia testimonió hasta el final habían despertado en nosotros el deseo de seguir lo que ella seguía. Dos años después, empezó el trabajo. Desde el comienzo nos llamó la atención la infinitud de la pregunta que Leopardi expresa en sus cantos: el hombre está hecho para el Infinito, para el abismo del que habla el salmo: «abissus abissum invocat». Desde las primeras lecturas realizadas juntos Leopardi mismo nos ha llevado a comprender que nosotros tenemos algo que él no tenía. Nosotros hemos encontrado una amistad verdadera y estamos aprendiendo qué significa reconocer a Cristo como el Destino bueno de cada persona. Para seguir de frente a la pregunta abismal que llevamos dentro hace falta una certeza igualmente abisma, la misma que Silvia nos ha demostrado hasta el final.
(Anna, Caterina y María, en nombre del grupo teatral de Modena)


EEUU
EL VIAJE del Papa
Un abrazo excepcional


Benedicto XVI ha llevado a EEUU su humanidad haciendo resonar una voz de esperanza en un mondo a menudo aturdido en el frenesí de lo cotidiano. El Papa ha alertado especialmente a los jóvenes acerca del relativismo. Nosotras estudiamos en una High School y hemos advertido una fuerte correspondencia entre sus palabras y nuestra vida diaria. Sus palabras nos han tocado porque iban acompañadas por una mirada buena, además en circunstancias que es poco definir sorprendentes, ¡más bien excepcionales! Dos meses antes de la visita nos comunicaron que cantaríamos para el Santo Padre con el coro de CL. Nos entusiasmaba la idea de encontrar a Benedicto, pero la verdadera sorpresa fue cuando el viernes en el corazón de Manhattan pudimos verle personalmente a la salida del lugar donde se alojaba. Parece increíble, entre la muchedumbre que quería verle nos tocó a nosotros aunque fue por unos breves instantes. Nos vimos rodeadas por los agentes del FBI y, inmediatamente después, por el abrazo de Su Santidad. En ese abrazo lo único que pudimos testimoniarle al Papa es nuestra experiencia en GS y, aunque no sepamos explicar el motivo, ahora tenemos una certeza mayor en lo que vivimos todos los días. Estar ante Benedicto XVI, no ha sido como tocar una célebre estrella de Hollywood, sino algo más: teníamos delante un testigo privilegiado del amor inmenso que Dios nos tiene. Que tiene para cada hombre.
(Sofie y Esther, Brooklyn-Nueva York)


PESARO
ENCUENTRO CON EL ARZOBISPO
«Tomamos conciencia de lo que somos»


El 23 de abril monseñor Piero Coccia, arzobispo de Pesaro, se reunió con los chicos de GS participando en la Escuela de comunidad. Tras el encuentro nos queda en primer lugar una familiaridad con una persona que hasta el día anterior era “una autoridad eclesial” todavía desconocida. El Arzobispo escuchó con interés nuestros testimonios y nos ayudó a comprender el valor que tienen: «Viviendo en el seno de una compañía tomamos conciencia de lo que somos –concluyó mons. Coccia–. Vuestra fe se apoya en una razones sólidas: esto es muy importante. Porque hoy los jóvenes viven en un tiempo de crisis profunda, y ya que habéis recibido este don de Dios, vividlo con toda vuestra pasión y responsabilidad».
(Chiara y Teresa, Pesaro)