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Huellas N.6, Junio 2008

CL - Ejercicios de la Fraternidad

Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe

¿En dónde radica el problema? Ante todo en el uso de la razón frente a lo que vemos. Ahí se establece muchas veces una irracionalidad: reducimos lo que vemos y bloqueamos la provocación a la inteligencia y al corazón que proviene de la realidad. El problema de la fe concierne lo que no vemos, no lo que no vemos, lo que tocamos, lo que experimentamos –como la curación–, que nos obliga a ensanchar la razón y a dejarnos arrastrar, imantar por una Presencia buena que entra en la vida.
¿Quién acepta este desafío que viene de la realidad, tan imponente, tan excepcional? ¿Qué nos permite conocer sin reducir, sin imponer una medida nuestra, y de esta forma evitar perdernos lo mejor? Nos lo repetía don Giussani a menudo: «El cristianismo presenta así su gran “inconveniente”: que necesita “de los hombres” para ser entendido y vivido. Hombres: es decir, ese nivel de la naturaleza en el que ésta adquiere conciencia de sí misma. Si la humanidad no vibra no hay discurso religioso que sea capaz de mantener su carácter persuasivo. El cristianismo no tiene más “arma” que ésta: el hombre que vive».
Julián Carrón

La realidad –la nuestra y todo cuanto vemos– es un dato, y la razón –si es leal consigo misma, si no es completamente irreligiosa, si no es desleal con lo que ve, si no renuncia a su naturaleza, a esta urgencia de darse razones de lo que tiene delante– no puede culminar su recorrido sin reconocer al Misterio obrando. Somos irracionales porque no sometemos nuestra razón, nuestro modo de pensar, a aquello a lo que nos remite la experiencia, al Misterio, a Dios. Esta es nuestra irreligiosidad: no ampliar la razón hasta reconocer lo real –el dato– hasta su origen, que es el Misterio.
Julián Carrón

Giovanni Testori
Creo que hay una dirección infalible: a pesar de todos los errores, no se equivocará quién habrá querido a la realidad, o sea, a la creación. Si quieres a la creación, también puedes escribir o pintar las cosas más tremendas: ellas ya están salvadas por el Creador que se encarnó. Amando la realidad ya estás dentro de ella, vives en ella y abrazas tu particular sin necesidad de hacerlo de una determinada manera, como decían los neorrealistas, que debían controlar como está hecha la botella, la sopa, la cocina, etcétera. Éstas están ya dentro de aquel acto de amor, basta con llamarlas y ¡tac!, acuden a la pluma, al pincel.
Basta amar la realidad, siempre, de cualquier manera, incluso en la más impetuosa y aproximativa que ha sido la mía, pero amarla. Por lo demás, no hay reglas.
(Conversazioni con Testori, a cargo de Luca Doninelli)

Vincent Van Gogh
Tengo verdadera curiosidad por todo lo que es posible y existe realmente. En cambio, flaquea en mí el deseo y el valor de buscar lo que es resultado de estudios abstractos. Otros pueden tener mayor inteligencia que yo por los estudios, e indudablemente también tú podrías ser uno de ellos, como también Gauguin… quizás yo mismo lo seré cuando sea viejo. Pero mientras tanto rumio continuamente naturaleza. Exagero, cambio a veces el motivo, pero nunca invento el cuadro entero: lo encuentro ya hecho, aunque tengo que buscarlo en la naturaleza.
(Carta al pintor Bernard, Arles 1888)

Cesare Pavese
3 de enero de 1938

Porque tú vives de pensamientos, ella de realidad. Y la realidad no es nunca desequilibrio, pecado. El mal nace siempre de quien es desfasado, no de quien es real.
(El oficio de vivir. Diario 1935-1950)

Orhan Pamuk
La belleza y el secreto de este mundo sólo pueden emerger ante la atención, el interés y el cariño que se muestra con amor. Si queréis vivir en aquel Paraíso dónde viven potros y caballos felices, abrid bien los ojos sobre este mundo, fijaos en sus colores, sus detalles, sus bromas.
(Me llamo Rojo)

Pavel Florenskij
En la profundidad de la realidad física yace el misterio, que se esconde en parte con lo que es físico, aun no siendo para nada físico. No sólo el aspecto físico no suprime los misterios, sino que el mismo, en un santiamén, puede ser completamente suprimido por el misterio.
(A mis hijos. Memorias de días pasados)

Si miramos nuestra experiencia, ¿qué ha impedido que venciese la lejanía, la abstracción del Misterio? Toparnos con una Presencia que no hemos podido reducir a una abstracción. ¿Y cuál es el signo más evidente? Que en nosotros, al igual que en los discípulos, brota muchas veces la pregunta: «¿Quién es éste?». La fe –hemos visto en la Escuela de comunidad– comienza exactamente con esta pregunta. «Aquí se plantea el problema de la fe, la respuesta a la pregunta es la respuesta de fe: uno dice que “sí” y el otro que “no”». Ninguna abstracción. La pregunta: «¿Quién es éste?» surge ante una presencia que toco, que veo, y que despierta mi libertad.
Julián Carrón

Charles Péguy
Depende de nosotros… que al eterno no le falte el tiempo, (singular vuelco, que a lo espiritual no le falte lo carnal, hay que decirlo todo, es increíble; que a la eternidad no le falte el tiempo, que al espíritu no le falte la carne. Que al alma, por así decir, no le falte el cuerpo. Que a Jesús no le falte la Iglesia, su Iglesia. Hace falta ir hasta el final; que a Dios no le falte su creación.
(El pórtico del misterio de la segunda virtud)

Czeslaw Milosz
Ven Espíritu Santo
doblando (o bien no) la hierba,
mostrándote (o bien no) con una lengua de llama sobre la cabeza,
en el tiempo de la recolección, o cuando el tractor sale
para el primer arado
en el valle de los bosques de nogales, o cuando
la nieve entierra los abetos torcidos de la Sierra Nevada.
Sólo soy un hombre, necesito signos visibles,
construir escaleras de abstracciones me cansa.
He pedido repetidas veces, lo sabes, que la figura en la Iglesia
moviera su mano hacia mí, una vez, una única vez.
Pero entiendo que las señales pueden ser solamente humanas.
Suscita pues un hombre, en un sitio cualquiera de la tierra
(no yo, porque en cualquier caso tengo el sentido de la decencia),
y permite que mirándolo yo pueda mirarte a Ti.
Veni Creator (Poesías)

¿Qué nos impide reducir la Iglesia a nuestra medida? «Dios alcanza a los hombres de todos los tiempos a través de la Iglesia. La familiaridad en la relación cotidiana de Dios con nosotros se manifiesta además, y de modo particularmente persuasivo, en acontecimientos y personas que nos remiten directamente a Él». La Iglesia sigue siendo Iglesia porque remite directamente a Él. ¿Cómo? A través de personas y acontecimientos.
Julián Carrón

Romano Guardini
Cuentan las fuentes franciscanas que cuando el seráfico padre sintió ya vecina la hora de su muerte, manifestó, entre otras cosas, el deseo de comer una vez más los dulces que, en Roma, Jacopa de’ Settesoli le llevó cuando estaba enfermo. Un detalle, aparentemente banal, que sugiere la extraordinaria sencillez y humanidad del hombre que experimentó en la carne la unión más profunda e íntima con Cristo crucificado. La lección de Francisco ayuda a concebir la fe como un acontecimiento de vida al que decir “sí”: nace un afecto total a Jesucristo. Es una pobreza que no es un no, sino un sí, un amor.
(San Francisco)

Jan Dobraczynski
José es el tipo de hombre puesto frente a la llamada improrrogable de Dios. Un hombre silencioso, misterioso: un hombre aparentemente común, tranquilo y devoto, pero más sensible y más atento que los otros a la verdad de las cosas, a la voz de lo divino; un hombre verdadero, un santo. Sueña, medita, obedece y calla.
(La sombra del padre)

¿Cómo se produce este conocimiento nuevo? Atención, no nace de una genialidad nuestra. «El conocimiento nuevo nace de la adhesión a un acontecimiento, del affectus a un acontecimiento al que nos apegamos, al que decimos que sí. [Es necesario decir que sí. La fe es un gesto libre: hace falta decir que sí a este acontecimiento para que pueda comenzar a suceder esta novedad] Este acontecimiento es un hecho particular en la historia: tiene pretensión de universalidad, pero es un punto particular dentro de ella. Pensar partiendo de un acontecimiento significa ante todo aceptar que no soy yo quien define dicho acontecimiento, sino que más bien estoy definido por él. Dentro de su ámbito es cuando aflora lo que realmente soy y la concepción del mundo que tengo»
Julián Carrón

Aharon Appelfeld
¿Cómo se puede no creer en Dios que está presente en cada rincón?... De cuando encontré, ella, supo con certeza que Dios existe y que nos quiere.
(Tutto quel che ho amato)

Eric-Emmanuel Schmitt
Et incarnatus est. Ha nacido. La primera cantante que lo ha entonado ha sido Constanza, tu mujer, la que te ha dado tus hijos, en cualquier caso, un ser mortal y feliz, agotada y llena de maravilla ante el niño. Durante mi etapa atea era lo único que sentía, el agradecimiento, y ya era mucho sentir esta alegría.
Et incarnatus est. He aquí el canto suave de la adoración, he aquí la celebración de la vida. Extraordinario. Deja de ser una voz, son alas. Deja de ser un respiro humano, es un beso armonioso que nos eleva hasta las nubes. Deja de ser una mujer, son todas las mujeres: madres, hermanas, esposas, amantes. Las palabras y las identidades pierden importancia: tú celebras el milagro del ser.
«¿Por que existe algo en lugar que la nada?», se preguntan los filósofos.
«Existe» responde la música.

Et incarnatus est.
(Comentario a la Misa en do menor de Mozart, La mia storia con Mozart)


Thomas Mann
La respuesta de Dios no coincide con la dinámica del pensamiento humano. La vida humana es por naturaleza feliz y contra naturaleza tan infeliz.
(José y sus hermanos)