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Huellas N.1, Enero 2015

CUBA / El cambio

Sorpresa en La Habana

Luca Fiore

El histórico anuncio. Empieza una nueva etapa en la isla donde (gracias al Papa) se reabre el diálogo con los EEUU y se acerca el fin del embargo. ¿Qué cambios puede implicar para la gente y para la Iglesia? Responde ORLANDO MÁRQUEZ, director del periódico católico local

«Experimenté una mezcla de sorpresa, shock y alegría...». Orlando Márquez es subdirector de Palabra Nueva, revista nacida en 1992 en la Archidiócesis de La Habana y voz de la Iglesia católica en la isla. Reconoce el alcance histórico del acuerdo que restablece las relaciones entre Cuba y EEUU. Barak Obama y Raúl Castro han anunciado el final de una guerra fría que inició hace 53 años, antes de que Márquez naciera. Por ahora se prevé una mayor facilidad para viajar y hacer turismo, negocios y comunicaciones, utilizar tarjetas de crédito o Internet. Más adelante, la creación de una embajada estadounidense en La Habana. Obama pedirá en el Congreso el levantamiento definitivo del embargo. «Era el 16 de diciembre, fiesta de San Lázaro, un santo que cuenta con muchísimos devotos en Cuba», cuenta el director: «A su santuario nacional, en La Habana, acuden miles de personas desde todo el país y desde el extranjero. Ese día se celebraron muchas misas y cada vez que el sacerdote hablaba de este evento, la gente rompía en aplausos y en gestos de alegría. No solo los fieles: también los policías. En muchas iglesias en La Habana las campanas tocaron a fiesta».

Entonces estáis satisfechos...
En general, la gente está muy contenta. Pero algunos no tanto, es comprensible. Todos estos años de relaciones conflictivas han generado mucho dolor, a un lado y otro del Estrecho de Florida. Somos un pueblo dividido por el mar, la política y el conflicto entre los dos gobiernos.

¿Qué significado reviste esta decisión?
Es un acontecimiento que marca una época. Quedan atrás decenas de años de política hostil, de enfrentamiento, dolor, temores, sospechas e inclusos muertes. Por primera vez, ambos presidentes han declarado públicamente su voluntad de dejar atrás políticas fallidas. Sin duda han tenido que superar fuertes resistencias, porque esta decisión implicaba romper una pesada estructura que se ha ido formando en años de relaciones conflictivas. Pero este era el momento oportuno y han actuado en consecuencia. A esto se suma la acción del Papa Francisco. No puedo dejar de pensar en la Divina Providencia...

¿Qué repercusión tendrá en la sociedad cubana? ¿Y sobre su régimen?
Obama ha anunciado las medidas que en breve pondrá en acto. No conocemos todavía la respuesta del gobierno cubano a estas propuestas. La Habana suele ser muy prudente antes de pasar a la acción pero pienso que, aun con gran cautela, responderá favorablemente. De ser así, como muchos esperamos, el impacto será seguramente favorable para nuestra sociedad. Somos dos países geográficamente muy cercanos, que comparten historia, intereses y también amenazas naturales o de otro tipo. Unos dos millones de cubanos residen en EEUU y actualmente sus envíos de dinero tienen ya un impacto, aunque sea informal, sobre la economía cubana. Toda medida que facilite el flujo económico, de comunicaciones o de personas, correrá a favor del país.

Se trata de un acuerdo que llega en un momento particular de la historia cubana. ¿Forma parte de las reformas que Raúl Castro prometió en su momento?
Cuba es un país que atraviesa una grave crisis económica, social y política. Se trata de una situación que comparten también otros países. Pero esta crisis ha golpeado profundamente al país porque el modelo social marxista-leninista que se impuso hace cincuenta años se presentaba como algo infalible y eterno. Es difícil elaborar esta decepción, aceptar que lo que se creía perfecto, o al menos mejor, no lo es. Es complicado admitir que hace falta recurrir al dinero extranjero de los capitalistas para preservar lo que tenemos. Y entre lo que tenemos están los proyectos sociales, como la asistencia sanitaria y la instrucción para todos, que siempre han merecido el reconocimiento de la Iglesia. Para lograr este objetivo Raúl Castro ha dado impulso a las reformas, pero por el mismo motivo las reformas avanzan muy lentamente, porque la burocracia institucionalizada se resiste a cualquier cambio que la afecte.
No creo que el acuerdo con los EEUU forme parte de las reformas, pero ciertamente de esta manera se supera una dificultad importante, lo cual contribuirá a la actuación de las reformas.

Sin duda el final del embargo sería un regalo para el pueblo cubano. ¿Lo será también para el régimen?
Poner fin al embargo requerirá mucho más tiempo respecto a las medidas anunciadas el 17 de diciembre. Prefiero esperar para emitir un juicio al respecto. Sin embargo, como demuestran las recientes sanciones de Washington contra algunos bancos, también europeos, por haber hecho negocios con Cuba, la suspensión del embargo será un bien para muchos.

¿Por qué el Papa ha decidido actuar en primera persona? ¿Qué repercusiones sobre la vida de la Iglesia en Cuba puede tener este hecho?
No lo sé. Probablemente tiene que ver con sus orígenes latinoamericanos y su conocimiento profundo de este conflicto que dura desde hace demasiado tiempo, con un impacto sobre toda la región e incide también sobre las relaciones de los EEUU con el resto de América Latina. Quizás todo ello, junto con que es un pastor atento a las tragedias y a las urgencias que afectan a tantas poblaciones en el mundo, le ha llevado a actuar en este sentido. En realidad, no sabemos en cuántos conflictos ha intervenido el Papa, como ya hicieron otros Pontífices antes de él. Pero en este caso, al obtener una respuesta positiva por parte de ambos presidentes, se ha hecho público. Estamos muy agradecidos al Papa por su cercanía y su acción, así como por haber confiado en la buena voluntad de ambos jefes de Estado.

¿Qué opina la gente de esta iniciativa del Papa?
Su implicación ha sido una sorpresa. Que la Iglesia se implique para contribuir o facilitar la solución de conflictos como este es algo que se juzga positivamente. Y el rol del Papa Francisco adquiere un mayor relieve porque los dos presidentes han sido muy claros en reconocer el mérito de su intervención. El Granma, el único diario nacional y el órgano oficial del Partido Comunista, el día después del anuncio, además de los discursos de Raúl Castro y Barak Obama publicó el comunicado de prensa de la Santa Sede. Es un hecho que los cubanos hemos agradecido.

¿Cuáles son las necesidades de la Iglesia cubana?
Son muchas y dependen de la lente con la que se miran. En realidad la Iglesia cubana es muy pobre y pequeña, depende en buena medida de la solidaridad de nuestros hermanos católicos de otros países. Al mismo tiempo, recordando lo que dijo Benedicto XVI, creo que nosotros, los católicos, somos una minoría significativa, no tanto por nuestra presencia numérica, sino por la fidelidad en el testimonio, el interés por la realidad social y por haber seguido esperando contra toda esperanza.


PRIMEROS DETENIDOS LIBERADOS
Las negociaciones entre Obama y Castro que culminaron en el histórico anuncio del 17 de diciembre incluyen cláusulas que empiezan a concretarse. En el primer paquete de acuerdos figura la liberación de 53 detenidos en las cárceles cubanas. Los primeros fueron puestos en libertad en estos últimos días, sin bombos ni platillos, y pronto seguirán otros. Lo registra el mismo Departamento de Estado USA, que confirma la liberación de un número indeterminado de presos que forman parte de una lista que fue objeto de discusión en la sede de las negociaciones bilaterales con mediación vaticana.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos, un organismo formalmente ilegal pero tolerado por el gobierno de Raúl Castro, está procediendo a la verificación con los familiares de las personas que se presume fueron puestas en libertad, para poder confirmar el número y la identidad de las mismas.