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Huellas N.8, Septiembre 2008

PRIMER PLANO - Meeting de Rimini

Cuando los científicos buscan la belleza

Mario Gargantini

¿Es verdad que los investigadores pueden ser protagonistas sólo si consiguen algún hallazgo clamoroso? Los científicos que intervinieron en el Meeting dijeron...

Los científicos suelen ser conocidos por el gran público sólo cuando anuncian al mundo un descubrimiento clamoroso o los resultados de alguna experimentación innovadora. Sin embargo, hay un tipo de protagonismo de los científicos mucho más cotidiano, que coincide con el esfuerzo por implicar toda su humanidad en el trabajo de investigación. Así, la creatividad y la belleza llegan a ser para ellos factores muy importantes –decisivos–, también desde el punto de vista de los resultados. Los científicos que intervinieron en el acto titulado La ciencia: entre educación y creatividad ofrecieron una muestra de ello. Costantino Tsallis, del Centro Brasileiro de Pesquisas Físicas, sobrecogido por la belleza y la elegancia de una ecuación, la utilizó para describir un fenómeno de física cuántica antes de que esta misma fórmula fuera confirmada. Gino Segre, físico de la Universidad de Pensilvanya, describió las aventuras de las primeras experimentaciones sobre los neutrinos en el CERN de Ginebra como una «temporada de grandes emociones surgidas al acercarse a verdades profundas». El mismo Segre habló también de una belleza propia de las ciencias que «los científicos tratan a menudo de ocultar en sus publicaciones», perdiendo así la conexión profunda que hay entre la belleza, la verdad y la bondad.
Conexión sobre la cual Tsallis basa su trabajo de investigación, cuyo sentido expresa una cita del poeta John Keats: «La belleza es verdad y la verdad es bella», y en otra contenida en el famoso discurso de Benedicto XVI en la universidad de La Sapienza de Roma: «La verdad nos hace buenos y la bondad es verdadera». Charles Harper, vicepresidente de la John Templeton Foundation y desde hace unos años visitante asiduo del Meeting de Rimini, estas afirmaciones están en la base tanto de las construcciones de las grandes catedrales góticas como de las atrevidas “catedrales del conocimiento” que representan en fundamento de las ciencias modernas.

Realidad y libertad
Al presentar el encuentro, Marco Bersanelli subrayó la centralidad de la persona, del ser humano como sujeto de la investigación científica y de su incontenible deseo de verdad, asunto constante en los actos dedicados a la ciencia en este Meeting. Incluso cuando se abordan temas tan complejos como el del cambio climático, el factor “persona” resulta decisivo. Precisamente la complejidad y la multitud de los factores implicados en este problema requieren de los científicos una mayor responsabilidad personal en su trabajo de investigación, con el correspondiente riesgo de la libertad, para que se relacionen con la realidad sin reducirla ni censurarla en virtud de esquemas y prejuicios. Es la misma libertad que se percibía en las fórmulas y los gráficos presentados –hay que decirlo– con mucho atrevimiento en los actos dedicados al clima, integrados con las preciosas imágenes y los instrumentos de investigación expuestos en la exposición Atmosphera, verdad y mitos de los cambios climáticos en el presente y en la historia de nuestro planeta, realizada por Euresis y visitada con mucho interés por adultos y niños.