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Huellas N.1, Enero 2013

BREVES

Ensayos de subsidiariedad
HISTORIAS DE FAMILIAS Y DE ESPERANZA PARA JÓVENES PAREJAS (Y NO SÓLO)

Giorgio Vittadini*

Buscar trabajo, criar a los hijos, afrontar una enfermedad. Historias de “vidas comunes” que vencen la abstracción

Se puede decir, en contra de una mentalidad abstracta que se dedica a afirmar principios, que el mayor factor de cambio, también social, es el testimonio de hechos de vida nueva. El Ayuntamiento de Pavía se lo ha tomado en serio y ha publicado (casi a coste cero) Familias, riqueza y esperanza para Pavía, un relato que recoge doce historias de familias de distintas edades: relatos de una positividad y una esperanza para la ciudad y para el mundo. El librito, que contiene además referencias de las realidades sociales presentes en la zona, se regala a las parejas que van a formar una familia y que acuden al Ayuntamiento para registrarse como matrimonios. El alcalde dice en la introducción: «En un contexto de crisis como el actual, donde una cierta indignación y resignación parecen reinar en el ambiente, y donde las entidades locales (incluso las más virtuosas, como es el caso de Pavía) sufren continuos recortes, existe el riesgo de no ver lo que hay de positivo en la sociedad ni tampoco lo bueno que la política trata de construir…».
Historias de hombres, mujeres, jóvenes y niños de Pavía: su vida cotidiana, en medio de la vida diaria, con sus expectativas, sus alegrías y sus dificultades (desde una muerte repentina hasta una discapacidad). Experiencias de familias numerosas donde prima el deseo de educarse para ser protagonistas de la vida familiar («cada uno de los cuatro hijos tiene bien claro lo que debe hacer y la utilidad que su pequeño gesto supone para todo el conjunto familiar…»); familias que no se cierran en sí mismas («con muchas parejas, también casadas y con hijos, tenemos una relación de amistad que empezó hace años. Nos resulta fundamental vernos con ellos, aunque sólo sea para una barbacoa en compañía o para que los niños jueguen juntos…»); familias puestas a prueba duramente por enfermedades u otras circunstancias que refuerzan su unidad y hacen de ella un don y una ayuda también para otros, que se sorprenden «porque todo es posible si se tiene al lado la compañía y la amistad de personas queridas».
Y también historias de “vidas comunes” que enseñan cómo conciliar familia y trabajo, tareas domésticas y carrera profesional, o cómo la actividad deportiva de los hijos puede dar lugar a vínculos y amistades con otras familias. Luego, historias de inmigrantes extranjeros que se enfrentan a la dificultad de encontrar un trabajo y que, apoyados por sus familias y por redes de relaciones más amplias, no se rinden; o incluso personas que recuperan la fe y que por gratitud ponen en marcha actividades sociales para ayudar a personas desfavorecidas.
De aquí nace el deseo final: «Que las historias puedan servir de ayuda a las parejas que van a casarse, para que en este librito puedan encontrar ideas útiles para reforzar su vínculo de amor, multiplicando las alegrías y compartiendo juntos las dificultades que surgen inevitablemente». La razonabilidad de la subsidiariedad radica en el hecho de que existen experiencias buenas a las que mirar y que hay que sostener, más allá de cualquier abstracción.
* Presidente de la Fundación para la Subsidiariedad