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Huellas N.10, Noviembre 2012

BREVES

Lectura

a cargo de Elena Alonso Serrano

LIBRO RECOMENDADO
Angelo Scola
Buenas razones para la vida en común
Encuentro, Madrid 2012
pp. 122 – 12,00 €

El libro de monseñor Scola, Buenas razones para la vida en común, afronta algunos de los temas más importantes para la sociedad y los individuos de este milenio proponiendo, para dichas sociedades e individuos, una respuesta a una serie de preguntas que el propio Scola resume de esta manera: ¿quién quiere ser el hombre del tercer milenio?
El punto de partida es el reconocimiento de que el hombre vive cada vez más en una sociedad global, plural, constituida por un denso tejido de relaciones. Desde su nacimiento el individuo «se encuentra injerto en una trama de relaciones, a partir de las relaciones con las personas (padres, hermanos, hermanas abuelos) y las cosas que están cerca de él, a través de las cuales comienza a experimentar el bien al que está destinado para ser feliz». Actuar en este denso tejido relacional no es fácil. Saber que las propias acciones son algo pequeño dentro de un mecanismo cada vez más amplio y complejo puede conducir al individualismo extremo, al carpe diem sistemático, a la indiferencia en los temas éticos y religiosos. Mientras sería útil inevitablemente el reconocimiento y la tolerancia respecto al otro, y después la cooperación con el otro, la voluntad de colaborar en la persecución del bien común, a no ser que se quiera el fracaso de nuestros sistemas familiares, sociales, políticos, internacionales. (…)
Del mismo modo, la crisis económica de los últimos dos años es, sin duda, el resultado de decisiones racionales en términos de impacto del bienestar de breve período de individuos y de ciertos grupos sociales, pero además sin lugar a dudas irracionales, si son valoradas en términos de impacto en la comunidad, en particular, sobre grupos sociales y poblaciones más vulnerables económicamente. Una vez más, la densa red de relaciones, humanas, sociales, geográficas y temporales, en la que estamos inmersos no habría tenido que ser pasada por alto a la hora de tomar decisiones individuales o colectivas. Pero si nuestras decisiones son un continuo y angustiante dilema del prisionero, si la complejidad de nuestras sociedades y nuestros sistemas políticos hace que sea difícil elegir lo que es bueno para todos, y no sólo para unos pocos – es decir, lo que hace sostenible nuestro vivir colectivo – ¿cómo individuos conscientes de estas dificultades podrán superarlas? ¿Quién quiere ser el hombre del tercer milenio?
La respuesta del monseñor Scola se centra en el papel de las religiones como guía para actuar de forma individual, pero también política y socialmente. Un papel que no es en ningún caso usurpado, precisamente por las razones descritas anteriormente. Sin un criterio ético que guíe nuestras elecciones, nuevos desastres económicos y medioambientales llegarán a ser inevitables. Con sus consecuencias políticas y militares. El Cardenal Scola lucidamente escribe: «la presencia de las religiones en el espacio público no es una intrusión injustificada, sino un recurso útil para mostrar a todos que nuestra sociedad plural tiene necesidad de relaciones buenas y de prácticas virtuosas».
Alguno podría argumentar que la solución a los problemas y las respuestas a las preguntas planteadas por el autor podría no pasar a través de las religiones. En efecto hay otras posibilidades, en cualquier caso basadas en el recurso a un principio ético que ayude a los individuos a elegir de manera clara y en colaboración. Sin embargo, las religiones, elemento eje de muchas culturas y sociedades, son el modo más eficaz y directo para acercarse a un recorrido de crecimiento social, económico, político y ambiental que sea verdaderamente sostenible.
El hombre del tercer milenio es por tanto un hombre que adopta un criterio ético como guía de las propias elecciones, un sujeto «marcado por la religión, por la fe cristiana en particular», como escribe monseñor Scola que, en este libro, quiere «ofrecer algunas buenas razones para demostrar que este sujeto sabe ser respetuoso de la naturaleza plural de nuestras sociedades democráticas... Reconociendo como bien político el valor práctico del estar juntos, sujetos religiosos personales y comunitarios pueden contribuir, y de hecho contribuyen, a la vida buena de la “ciudad común”». Creo que el libro contiene muchas de estas buenas razones. Y es por ello que este libro, además de ser un texto sobre el que reflexionar, es sobre todo una guía para la acción.
(Carlo Carraro, Rector de la Universidad Ca ‘Foscari de Venecia, en www.oasiscenter.eu/es)


Eva-Maria Kolmann
Pakistán. Cristianos en el país de los talibanes 
Ayuda a la Iglesia Necesitada, 2012
pp. 128 – Donativo mínimo: 12,00 €
(10,00 € si se recoge en oficinas de Madrid y Barcelona)

Decía Pablo VI que hoy «no necesitamos maestros, sino testigos». En este libro no hay ningún análisis. Cero. Es una descripción pura, un destilado perfecto, que hace replantearse muchas ideas como inútiles ante la contundencia de los hechos. ¿Por qué leer un libro sobre la vida de los cristianos, y particularmente de las mujeres en Pakistán? Porque es un testimonio – muchas veces de sangre – de la relatividad y la contundencia. La relatividad del espacio y de la cultura. ¿Es más importante lo que pasa en una de nuestras ciudades europeas que lo que pasa en una sola de ellas, Karachi, por ejemplo, 18 millones de habitantes, donde ser cristiano es afrontar una exclusión social y un peligro vital cotidiano? Y la contundencia. La contundencia con el que la noticia de la Encarnación da vida (testimoniada con el martirio) de forma real, aceptada, palpable, cotidiana. Ejemplar. Que hablar de la Iglesia en Pakistán no es hablar de una ONG es algo evidente leyendo este libro, donde se nos muestra la vida de cristianos dando la vida por otros que nunca se habían mirado como personas y en las que el Evangelio introduce una novedad tangible. Para el occidental, la cercanía es monumental, como recordándonos que no somos activistas de una causa, sino seguidores de un Dios que nos enseñó a mirar a las personas y nuestras miserias con una dimensión cósmica, antológicamente “buena”. El testimonio da muchas luces sobre el Islam y el Hinduismo y su relación,  difícil a veces con el fanatismo, con la Iglesia y sus fieles; luces de la carnalidad de los hechos, no de grandes teoremas. Describiendo una de las comunidades escribe la autora: «Fuera pululan las moscas: por todo el suburbio hay cunetas de aguas residuales malolientes. Aquí viven cristianos que sólo en la Iglesia son conscientes de que tienen una dignidad. Fuera no son nadie, los consideran barrenderos y los musulmanes los tildan de “sucios”. En cambio, en la Iglesia saben que son ricos, porque tienen a Cristo». El libro tiene docenas de vivas fotos, de rostros de alegría en entornos de persecución y miseria. Docenas de historias reales. Nos dan un riquísimo testimonio a los cristianos occidentales, donde la persecución y la miseria tienen otro rostro, pero piden la misma mirada y la misma contundente respuesta. En definitiva, un libro para leer, para pedir y para dar a conocer. Un buen libro para este Año de la fe.
(Francisco Pou)


Clara Lejeune-Gaymard
La dicha de vivir.
Jérôme Lejeune, mi padre: un científico en defensa de la vida
Rialp, Madrid 2012
pp. 136 – 12,00 €

Jérôme Lejeune descubrió en 1959 el cromosoma 21, responsable del síndrome de Down. Dedicó su vida a la investigación y al cuidado de los discapacitados intelectuales. Y trabajó sin descanso para defender al niño no nacido.
En este cálido relato, la menor de sus hijas muestra el perfil más humano del padre de la genética moderna mediante una serie de instantáneas de la vida de su familia que ilumina el trabajo científico de su padre, también su profunda fe. En una entrevista publicada por la Agencia Zenit, se preguntó a la autora: «¿Qué le hizo decidir escribir sobre él con este estilo?». Clara Lejeune lo explica: «Yo estaba embarazada cuando él estaba enfermo, esperando a mi sexto hijo, y durante este tiempo esperaba que él pudiese vivir los suficiente para poder conocer a mi hija. Él murió el 3 de abril y ella nació el 13 de abril, así que nunca llegó a conocer a su abuelo. Antes de morir le pregunté si me daba permiso para escribir un libro sobre él. Aunque temía que dijese que no ya que era un hombre muy humilde, sin embargo él contestó: “Haz lo que quieras. Si quieres dar testimonio de la vida del niño con síndrome de Down, haz lo que quieras”. Tenía claro que quería escribir algo para mi pequeña. Al principio escribí treinta hojas y cuando fuimos de vacaciones con un periodista le conté que estaba escribiendo un libro para que mi hija pudiese conocer a su abuelo. Él las leyó y me dijo que debería escribir un libro. El modo en que quería escribirlo no era el de la biografía cronológica, sino como retratos diferentes de una persona. Hay un capítulo sobre nuestra vida en Dinamarca, uno sobre él como médico, otro como cristiano. Cada capítulo es una pieza diferente del puzzle y al final te encuentras con el retrato de la persona entera».
(Carmen Giussani)


Albert Camus
Los justos
(Traducción de Mauro Armiño)
Alianza Editorial, Madrid 2012
pp. 144 – 9,00 €

Drama estrenado en 1949, “Los justos” desarrolla, en el ámbito histórico de la Rusia zarista, algunos de los temas que obsesionaron a Albert Camus (1913-1960) a lo largo de su vida y que atraviesan como hilo conductor toda su obra. La contraposición entre el idealista Ivan Kaliayev y el implacable Stepan Fedorov arroja luz sobre el dilema moral implícito en todo terrorismo y permite al autor, a través de unos diálogos de gran belleza literaria y densidad ideológica, indagar en la dialéctica del fin y los medios, así como mostrar la opresión y el despotismo que la utilización de cualquier violencia lleva aparejados.


Wilhelm Furtwängler
Sonido y palabra. Ensayos y discursos (1918-1954)
(Traducción de Juan José del Solar)
Acantilado, Barcelona 2012
pp. 272 – 24,00 €

Los ensayos y discursos reunidos en el presente volumen fueron seleccionados para su publicación por el propio Furtwängler poco antes de su muerte. Surgieron a lo largo de más de treinta años de quehacer artístico y contienen sus opiniones sobre la dirección orquestal, la interpretación y la elaboración de programas de concierto. El lector también encontrará los discursos que pronunció con motivo del aniversario de la Filarmónica de Berlín en 1932 y el centenario de la filarmónica de Viena en 1942, así como ensayos sobre la música de Beethoven, Wagner, Brahms, Bruckner, Stravinski y Hindemith. «Los escritos de Furtwängler recogen su obsesión por sumergirse en la obra de sus compositores preferidos de cuerpo entero, es decir, no sólo con el intelecto, no sólo con el corazón sino con toda el alma».
(Álvaro Cortina, El Mundo)