SED DE TODO. Los refugiados del pueblo de Karamdad Qureshi, en Punjab, una de las zonas más afectadas por la catástrofe de las lluvias monzónicas. En Pakistán, inundado de agua y fango, hay casi 21 millones de personas afectadas y más de 10 millones de desplazados. Un pueblo que se ahoga y que no tiene agua. Si bebe de pozos contaminados, corre el riesgo de propagar epidemias e infecciones. Según las Naciones Unidas, no hay suficientes existencias. Las dimensiones del desastre superan a las mayores emergencias humanitarias de los últimos años.