IMPRIME [-] CERRAR [x]

Huellas N.7, Julio/Agosto 2010

ACTUALIDAD / Beirut / La reunión de Oasis

Cristianos y musulmanes juegan juntos la partida de la educación 

Fabrizio Rossi

Del 21 al 22 de junio se ha celebrado en Líbano la cita anual de la Fundación Oasis. Después del trabajo, la invitación a “abrir los ojos y el corazón para amar al otro”

Hay un camino que une a cristianos y musulmanes. Se llama educación. Es el fruto más importante del trabajo de Oasis, la Fundación que promueve el diálogo interreligioso (quien no la conozca, la puede encontrar en www.oasiscenter.eu o pasar por el stand que tendrá en el Meeting de Rimini). Del 21 al 22 de junio, se celebró en Fatqa, al norte de Beirut, su Comité Científico bajo el lema “La educación entre fe y cultura. Experiencias cristianas y musulmanas”. Un camino que empezó en 2004, que el año pasado en Venecia abordó “las tradiciones en la época del mestizaje”. Y no es por casualidad que esta vez se haya celebrado en el Líbano, un país que siempre ha reconocido la importancia de la educación, donde –entre institutos católicos, ortodoxos, protestantes, sunitas, chiítas y drusos- conviven quince redes educativas.

Un desafío no opcional
Sesenta personalidades cristianas y musulmanas, estudiosos y periodistas, llegados de Asia, África, Europa y América, siguieron las sesiones, repletas de intervenciones, y al terminar, los miembros del Comité debatieron sobre las perspectivas de futuro de Oasis. Para empezar, dos ponentes de excepción: el cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, patriarca maronita de Antioquía, y el ministro libanés de Información, Tareq Mitri, que lleva años trabajando a favor del ecumenismo. El cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia y promotor de la iniciativa, intervino sobre “la educación como paideia”. Al recorrer los últimos siete años, recordó la intuición original de Oasis: “La necesidad de generar un lugar de comunión”, entendida como “el principio y el método de toda acción”. Presentando la temática de esta jornada de dos días, observó que “la tarea educativa está en crisis en todo el mundo”. Un motivo más para prestarle atención, puesto que la educación es además “el mejor antídoto contra el fundamentalismo y la violencia”. En este punto, por tanto, cristianos y musulmanes pueden encontrarse: “Ambos estamos delante de un desafío que no es opcional”, explicó Ambrogio Pisoni, uno de los participantes en esta reunión. “Si el año pasado debatimos sobre las tradiciones, hoy la cuestión es: ¿cómo podemos hacer actual esta riqueza? Educando”.

Jóvenes sin herencia
Así lo evidenció el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, al identificar las dos crisis que estamos atravesando: “Crisis de la inteligencia (estamos superinformados, pero, ¿sabemos razonar?) y crisis de la transmisión generacional… Hoy demasiados jóvenes son herederos sin herencia y constructores sin proyecto”. Por su parte, el jeque Seyyed Hani Fahs, miembro del Alto Comité chií linabés, subrayó la importancia del pluralismo religioso e invitó a todos a “crear instituciones educativas que ayuden a abrir los ojos y los corazones”. Sólo así se podrá favorecer “en nuestras generaciones el respeto a la particularidad del otro, si tienen la posibilidad de conocerle de cerca. Y de amarle”.