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Huellas N.10, Noviembre 2006

CULTURA El sentido religioso / Presentación de la edición árabe

Entrevista a Wa’il Faruq. El islam tiene que redescubrir la razón

a cargo de Camille Eid

Entrevista al islamista Wa’il Faruq, destacado exponente de la cultura egipcia: «En el mundo árabe, hoy el logos está apartado del pensamiento y de la cultura porque lo que predomina es una religión politizada»

«Al hablar de la razón debemos distinguir entre teoría y práctica. En el ámbito teórico no podemos olvidar la contribución realizada por algunos musulmanes como Averroes o Alfarabi. Pero desde el punto de vista práctico hay que admitir que a lo largo de la historia del islam la razón ha encajado varias derrotas».
Wa’il Farouq, profesor de estudios islámicos en la facultad copta católica de Ciencias Religiosas de el Cairo, fue el encargado de presentar en Bolonia, en el Teatro Antoniano, la edición en lengua árabe de El Sentido Religioso de don Luigi Giussani, junto con Stefano Alberto y Davide Rondoni. La misma iniciativa del Centro cultural Manfredini fue llevada a cabo al día siguiente en la Universidad Católica de Milán, organizada por el Centro cultural de Milán, a cargo del profesor Wa’il Faruq y de Julián Carrón.

Profesor Faruq, el título de su conferencia, “Fe y razón”, responde a la invitación del Papa en Ratisbona a usar adecuadamente la razón. ¿Sigue pensando que es también una invitación útil y válida para el mundo musulmán?
Por supuesto. Y lo digo a pesar de la reacción hostil de muchos musulmanes. Personalmente comparto el contenido de la intervención del Papa, porque es cierto que la razón está ausente en el mundo islámico a causa de la politización y del uso instrumentalizado de la religión. Tanto los gobiernos como los pueblos islámicos han contribuido a ello. Hemos visto cómo muchas de las conquistas de la Nahda, el renacimiento árabe, se han ido debilitando hasta desaparecer. Muchos musulmanes creen antes en las interpretaciones medievales del Corán que en el Corán mismo: es el colmo de un mal uso de la razón.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención en el texto de El Sentido Religioso?
Don Giussani propone un recorrido válido para el dialogo. Lo que él llama la “experiencia elemental” nosotros, los musulmanes, lo llamamos fitra, la experiencia natural. Esta experiencia es un punto de encuentro para todas las religiones. La diferencia entre las dos religiones está en el uso que hacen de la razón. Desgraciadamente, en el mundo islámico todos los errores de Occidente se achacan al cristianismo, mientras que Occidente acusa a todo el islam de las acciones terroristas cometidas por algunos grupos radicales. Yo no puedo exigir al occidental que comparta mi credo religioso, no sería justo. Pero sí puedo exigir que se me respete como persona; aunque tendré que merecerlo.

¿Cree que la razón puede ser el verdadero terreno de dialogo y de encuentro entre cristianos y musulmanes, más allá de las diferencias teológicas que no podemos eliminar?
El shock que ha producido la intervención del Papa ha puesto fin al diálogo hipócrita entre las religiones. El Papa Benedicto XVI ha indicado un punto importante: que es necesario partir de la fe de cada uno. No se le pide a nadie que crea en la religión del otro. El diálogo no se produce entre dos teorías, ni aspira a conseguir determinados objetivos teóricos como la paz y otros valores; sino que el diálogo se da entre personas. Por eso cristianos y musulmanes pueden emprender un verdadero diálogo partiendo de la realidad en la que están viviendo, realidad concreta en la que fundamentalismo y terrorismo representan un papel importante. El terrorismo no se ceba en las teorías sino en las personas.

Muchos sostienen que el mundo islámico no ha conseguido “liberar” a la razón porque el islam es contrario a la democracia y a la modernidad…
El islam ni es democrático ni antidemocrático. No es correcto establecer una relación entre una religión y un concepto moderno que representa un grado de evolución social. Es cierto que las sociedades islámicas están dominadas por diferentes formas de opresión: “patriarcado”, atraso, violación de los derechos humanos, pero esto también sucede en América Latina. En el mundo islámico, como ya hemos apuntado, falta un uso adecuado de la razón y por eso es fácil instrumentalizar la religión. Acusar a los rivales políticos de ofensa contra la religión es la mejor manera de dejarlos a un lado. ¿Quiere un ejemplo de esta instrumentalización? Los llamados Bancos islámicos. A Arabia Saudí le bastó introducir esta etiqueta para arruinar a los otros bancos, acusándolos de practicar la usura.

En Occidente resurge el debate en torno al velo islámico. ¿Usted qué opina?
Si se entiende por velo la hijab, el pañuelo, yo no creo que sea indispensable, para mí es una cuestión de libertad personal. Pero otra cosa es el discurso sobre el niqab, que cubre completamente a la mujer. El niqab no tiene nada que ver con el islam. Es más, usarlo va en contra de las prescripciones del Profeta. Se trata de un atuendo político que me parece incluso dañino y racista porque viola la libertad del otro. ¿Cómo se puede tratar con alguien del cual se ignora hasta la identidad?