Gotzone Mora, profesora en la Universidad del País Vasco y concejala socialista amenazada por ETA, en el Meeting de Rímini. La valentía, el amor a su tierra, la fuerza de la fe
Testimonio de una doble valentía el que Gotzone Mora, concejal socialista de Gexto, ha ofrecido en el Meeting de Rímini. Mientras el Gobierno de Zapatero intenta llegar a un acuerdo político con ETA sin que los terroristas hayan renunciado al uso de las armas, Gotzone sigue siendo amenazada, marginada y atacada en la Universidad del País Vasco en la que es profesora. Las pintadas en los servicios reclaman su muerte, muchos días tiene que dar clase protegida por ocho escoltas. Sus compañeros no le dirigen la palabra. Unos porque la consideran una “apestada” y otros porque tienen miedo de que se les vea con ella. Su exposición la acompaña de fotos que muestran el ambiente irrespirable de la Facultad en la que se juega literalmente la vida.
La peste
Gotzone ha contraído la peste por denunciar que Zapatero está traicionando la historia de su partido y a los muchos compañeros socialistas que han sido asesinados por ETA. Gotzone afirma que para conseguir una supuesta paz no se puede conceder a los terroristas aquello por lo que han matado a 1.000 personas. La peste de esta concejal se ha agravado porque, a pesar de las presiones, de las amenazas, de los disparos en el buzón de voz de su teléfono móvil, ha decidido no marcharse de su tierra. Es una de las pocas profesoras de la Universidad del País Vasco, critica con el nacionalismo, que no se ha ido. Cuarenta y ocho profesores constitucionalistas han optado por el exilio. El Meeting ha escuchado a una mujer que tiene la valentía de resistir al terror y de explicar las razones de esa resistencia. Gotzone ha hecho una confesión absoluta inusitada para una política española. Ha roto la gran censura, el muro de silencio que impide hablar en público de los motivos de un compromiso publico que tiene que ver con Dios. Gotzone Mora ha formulado la frase que nunca se puede decir: «yo no me voy del País Vasco y resisto el ataque del terror porque me sostiene la fe católica». Una vez roto el tabú, la concejal socialista se destapa por completo. «Me sostienen las bienaventuranzas. Cuando acompaño a los familiares de las víctimas del terrorismo de ETA, que van solas a los tribunales, recuerdo a Jesús llamando bienaventurados a los mansos de corazón; los mansos son ellos, que han perdido a sus padres, a sus madres, a sus maridos y mujeres y no han recurrido nunca a la violencia».
Un proceso de cesión
Desde que en el mes de marzo ETA declarase el “alto el fuego”, Gotzone Mora ha denunciado que el llamado proceso de paz era en realidad un proceso de cesión frente a los terroristas. Su denuncia ha sido recogida en el Meeting de Rimini por Mario Mauro, vicepresidente del Parlamento Europeo. Mauro ha sostenido, después de escuchar a Mora, que la actitud de Zapatero es extrapolable al resto de Europa. Todo el Viejo Continente tiene la tentación de construir la paz «renunciado al corazón de aquello en lo que cree». El europarlamentario ha recordado que durante 30 anos la sociedad española y los principales partidos políticos han sufrido la violencia terrorista, apoyados en los principios y los valores de la Constitución del 78, sin ceder frente a ETA. Pero ahora el PSOE, que tanto contribuyó a la estabilización de la democracia deja atrás su tradición y sigue a un Zapatero que está dispuesto a todo para mantenerse en el poder, explica Mauro. Toda Europa, concluye, «puede sentirse atraída por la idea de construir la paz sin justicia, sin hacer frente con claridad a cualquier tipo de terrorismo, sea el terrorismo nihilista o el terrorismo fundamentalista, dos terrorismos que tienen puntos en común». Gotzone Mora, que todas los días huele el aliento del terror en su cara, es la Europa que ha cedido a la tentación: no quiere una paz que le exija renunciar a lo que da sentido a su vida.