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Huellas N.6, Junio 2006

CULTURA El Código Da Vinci

Gran negocio, gran estafa

Fernando Sebastián Aguilar

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, monseñor Fernando Sebastián Aguilar, publicó el domingo 21 de mayo una carta pastoral con motivo del estreno de la película El Código Da Vinci, de la cual recogemos algunos pasajes

A lo largo del escrito [el autor] acusa a la Iglesia de haber manipulado la historia de Jesús en favor de su propio interés, cuando es él quien hace exactamente eso. Si esta obra se hubiera presentado como una obra de literatura ficción a propósito de Jesús, podríamos discutir el buen gusto del autor al hacer chirigota con un personaje que para los cristianos es sagrado, pero no podríamos denunciar el escrito como falso ni como estafa. Pero el autor presenta su obra como fruto de largos y profundos estudios históricos, atribuyendo a sus afirmaciones un valor científico e histórico que no tienen desde ningún punto de vista. Hay datos históricos innegables, pero con ellos, y otras muchas cosas que son meras fábulas, compone un conjunto del estilo de los libros de caballerías. (...)
Para apoyar sus tesis utiliza un método muy sencillo. Niega validez a las fuentes históricas del cristianismo, desconociendo todos los estudios sobre historicidad de los Evangelios, el análisis crítico de su texto, la fidelidad en la conservación de los textos originales, etc. Y se la concede a otros escritos mucho más tardíos, de comprobada falta de rigor histórico, afectados por las doctrinas de grupos disidentes y heréticos, y completa el producto incorporando otras afirmaciones truculentas que son puras leyendas medievales y a veces inventos del todo imposibles por graves alteraciones históricas y afirmaciones arbitrarias. (...)
Los cristianos no debemos asustarnos de semejante engendro. No dice nada serio que pueda cuestionar ninguna de las bases históricas del cristianismo científicamente establecidas. No hay razón para ponerse nerviosos ni para sentir siquiera curiosidad. Considerado en sí mismo, no vale la pena tomarlo en serio. (...)
Quienes quieran leer la obra o ver la película que lo hagan, sin credulidad, sin dejarse llevar infantilmente por el morbo de la presentación, con una cierta distancia crítica. (...) La verdad es que este estilo de obras son poco serias y no logran tocar los cimientos históricos y científicos de nuestra fe. (...) Para los que no tengan alguna razón especial, como puede ser, su responsabilidad como críticos o educadores, la mejor postura es el desinterés. No vale la pena. No aporta nada serio ni bien fundamentado. Ni como historia ni como arte. (...)
Dios saca bienes de los males, y escribe derecho con renglones torcidos. Este libro deplorable ha despertado la curiosidad de muchos y nos ofrece una ocasión excelente para explicar a los cristianos, y a los no cristianos, los verdaderos orígenes históricos del cristianismo, las fuentes documentales del conocimiento de Jesús, de su vida y de su mensaje, y explicar cómo fueron los primeros años de la vida de la Iglesia y la expansión de la fe cristiana por el mundo conocido. Esta es ahora nuestra misión. Podemos animar a leer algún libro, o a buscar en Internet una información seria y fidedigna sobre la persona de Jesús, sobre el Dios Padre del cual vino a dar testimonio para nuestra iluminación y salvación. Y enterarnos mejor de la naturaleza y la misión de esta humilde Iglesia nuestra, hecha de santos y pecadores, que nos ha conservado fielmente la memoria de Jesús, de su mensaje y de su testimonio.