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Huellas N.4, Abril 2006

PRIMER PLANO 20 años de CdO

Las tres claves de la CdO.
Subsidiariedad, solidaridad y desarrollo

Alberto Quadrio Curzio

He acogido con entusiasmo la invitación a desarrollar unas breves reflexiones sobre la Compañía de las Obras con ocasión de su 20 aniversario. Para mí, la CdO es, ante todo, un proyecto que traduce en hechos tres grandes principios: subsidiariedad, solidaridad y desarrollo.
En la CdO subsidiariedad significa combinar libertad y responsabilidad para poner en práctica ese liberalismo social que rechaza tanto el liberalismo mercantil como el dirigismo estatalista.
En la CdO la solidaridad se concibe de manera dinámica, es decir, asociando muchas empresas pequeñas para generar un sistema fuerte e innovador pero no reivindicativo.
En la CdO el desarrollo busca combinar socialización y economía a través de una estrategia comunitaria para los asociados, encaminada a prestarles apoyo para poder competir en el mercado.
Llevo muchos años reflexionando sobre el paradigma de las 3S (en italiano, Sussidiarietà, Solidarietà, Sviluppo n.d.t.), he realizado diferentes estudios en los que he llegado a formular una serie de tesis que se han visto corroboradas en debates y coloquios con los asociados de la Compañía de las Obras en sus diferentes actividades.
El éxito de la CdO en términos de número de asociados, alcanzando casi los 35.000, y en términos de difusión territorial y sectorial demuestra que en Italia existía una necesidad muy extendida que no se veía satisfecha con otras modalidades asociativas, todas ellas muy respetables.
En una democracia pluralista es justo que existan muchas formas diferentes a través de las cuales los sujetos sociales y económicos puedan prestar su contribución al desarrollo. En Italia siempre ha habido y sigue habiendo todo tipo de sujetos y asociaciones, todas ellas constructivas: empresas, cooperativas, entidades sin ánimo de lucro y también sindicatos.
Entre estas se encuentra también la CdO, aunque solo hayan transcurrido veinte años desde su nacimiento. La explicación de este éxito radica en muchos factores, ente los que destaca la aplicación del paradigma “Subsidiariedad, solidaridad y desarrollo”, pero sobre todo el haberlo puesto en práctica a través de un proceso continuo de formación, que se ha llevado a cabo entre sus asociados, basado en la capacidad innovadora y la confianza mutua.
En los diferentes encuentros de la CdO en los que he participado, he observado que existe un verdadero interés por el diálogo y por la búsqueda de una sociedad mejor. Con una voluntad no utilitarista sino que nace, de manera muy humana, de la conciencia de querer construir también lo que es bueno para uno, y que coincide con el bien común. Así se puede promover una actividad empresarial que se situe entre la sociedad y la economía.
Si la CdO mantiene este espíritu y su inspiración, que tanto interés despierta entre las jóvenes generaciones a las que ofrece la confianza necesaria para que puedan construir, entonces seguirá contribuyendo al bien común “desde abajo”, conjugando libertad y responsabilidad.