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Huellas N.3, Marzo 2004

CARTAS

Nueva York, Jerusalén, Barcelona...

11-M. Publicamos algunos de los numerosísimos mensajes recibidos a raíz de los atentados

Nos juntamos para rescatarnos mutuamente de la nada que nos amenaza por todos lados. En estos momentos de prueba la comunidad de Nueva York os abraza en solidaridad, sostenida por la fe en la santísima Virgen, rogando que por su intercesión el Espíritu Santo manifieste la presencia del Señor y su victoria sobre la nada.
Lorenzo Albacete, Chris Bacich, Giovanni Cesana, John Fields, Riro Maniscalco, Angelo Sala, John Touhe

Queridos amigos: Que el drama que vive el pueblo español tras el atentado ponga fin al horror de la violencia que destruye la humanidad del hombre y Dios abrace en su misericordia a todas las víctimas. La comunidad de Jerusalén reza hoy por ellas.
Con amistad, unidos en la oración,
Sobhy Makhoul

Muy queridos amigos: Hemos sido golpeados esta mañana por la dramática noticia de los atentados en Madrid. Lo primero que me ha venido a la mente es la frase del Papa por los hechos del 11 de Septiembre, la cual hemos usado también nosotros en el juicio público que sacamos la semana pasada por los hechos de violencia en Venezuela: «El Mal y La Muerte no tienen la última palabra». Cuenten con nuestra oración, en comunión.
Toda la comunidad de CL en Venezuela

Queridos amigos: Queremos simplemente expresar nuestra cercanía en un momento tan dramático de vuestra y nuestra historia. Sentimos que vuestras heridas son nuestras y suplicamos a la Virgen para que no cese de ser “fontana vivace di Speranza” precisamente ahora, cuando todo parece ceder a la angustia y a la desesperación. Somos uno con vosotros en Cristo.
Teresa y la pequeña comunidad de CL de Scanzano Jonico (Matera)

¡Qué potente y destructivo es el mal! Con gran dolor nos hemos enterado del atentado de ayer.
¡Es cierto que sin una educación del corazón humano no puede haber paz y justicia en una nación! Por ello, nuestra responsabilidad es más dramática aún. En la misa que celebraremos esta tarde pediremos por vosotros y por todo el pueblo español, para que, por intercesión de la Virgen del Pilar, se os conceda el milagro de una presencia cristiana cada vez más viva en vuestro país, signo y factor de esperanza para todos. En nombre de todos los amigos alemanes, fraternalmente,
Romano

«Cambiaré vuestro luto en gozo, os consolaré y os alegraré». Las palabras de esta antífona de los laudes del sábado confirman nuestra esperanza. Os recuerdo con afecto.
Enrico Magistretti, Milán

Queridos amigos: Bajo el amparo de la Virgen, que es nuestra madre, nos acogemos para recobrar la certeza de que interceda –como sólo ella sabe hacer– ante Aquél que es el único que puede consolar y redimir. Un abrazo a todos.
Roberta, Tíndari (Catania)

Hoy desde el amanecer las noticias me han abrumado por lo que ha sucedido en España. No entiendo tanta crueldad, tanta maldad. Yo tengo familia allá y sé que todos están bien, pero que están pasando unos momentos muy duros. Pido por todos vosotros.
Irene, México

En seguida pensé en vosotros y en el dolor que compartís y tenéis que sostener en todos los que os rodean. Nuestra esperanza es una certeza que siempre tenemos que confiar en manos de la Virgen, todos los días, pero sobre todo en momentos tan trágicos. Hoy más intensamente aún por todos los que no la tienen.
Laura, Milán

Mientras el caos parece avanzar, miramos “al Señor del Cosmos y de la Historia”. En comunión.
Emilia, Londres

Primero, gracias por vuestra espera cierta. Sin ella no sería posible la mía. Cada vez entiendo más el valor de nuestra inexorable e indestructible compañía, el valor de la Iglesia.
Carmen, Madrid

Estos días nos han hecho vivir una unidad muy profunda con todos vosotros. Cuando en el 2000 estuve viviendo dos meses en Parla, todos los días iba a estudiar al Istituto Hernán Cortes: salía de la casa a las 7 y llegaba con el tren a Atocha justo a la hora de las explosiones. El jueves me imaginaba las caras de obreros, de empleadas, de estudiantes que estaban en esos coches volados... ¿Qué grande es el poder del mal! Y qué potente la invocación que repetimos con Cristo: ¡Líbranos del mal! Con amistad.
Giovanni, Lima

Queridos amigos: Los atentados de hoy en Madrid constituyen un reclamo a una mayor atención frente a la vida, a la memoria de Cristo y al valor de nuestra presencia en el mundo. Les acompañamos a pesar de la distancia y pedimos a María, nuestra Madre, para que les reconforte en estos difíciles momentos. Mañana, al rezar juntos el Angelus, pediremos por ustedes, para que el Señor les guíe y brinde serenidad. Las palabras de don Gius en el mensaje de Pascua del año pasado, cobran aún mayor vigencia.
Ana, Leticia, Yadid, Vincenzo y Rosemary, Venezuela

Aprovecho estas breves líneas, para extenderles mi “solidaridad” (no sé que palabra usar, porque me quedo corta) en estos momentos de desolación para España y el resto del mundo. Me conforta saber que ninguno de nuestros amigos fue afectado físicamente con este acto. Dios quiera que se haga justicia y que alcancemos la convicción de que el mal no puede ser la última palabra. Un abrazo.
Sabrina, Venezuela

Más fuerte que la muerte
He tenido la suerte de participar con todos los que han querido de mi empresa en un acto de repulsa por los atentados de ayer. Simplemente hemos salido a la calle en silencio, 10 ó 15 minutos. Se han parado los coches en la Castellana, en Serrano y en Marqués de Villamagna, el silencio ha sido absoluto. El dolor de ayer para mí, como para todos, es muy grande, pero lo que he visto es que la vida es más fuerte que la muerte; estamos bien hechos, ahora podemos ver con más facilidad que el límite del hombre se topa con su ansia de infinito y que lo que salva no es la venganza, aunque la mayoría ceda a esta tentación. Lo que salva es Cristo cuya presencia hoy pido con especial énfasis.
Luis, Madrid

¿Es esto la nada?
El 11-M fui a trabajar como de costumbre. Llegué a la oficina y me enteré de lo ocurrido en Madrid. Los compañeros/as de la oficina seguían los trágicos acontecimientos a través de varias radios. La cifras de la masacre eran cada vez mayores. Se me hizo un nudo en el pecho. Los comentarios subían de tono y eran cada vez más cínicos: que si esto es culpa del PP, que así ya tienen las elecciones ganadas, que ahora nos echarán la culpa a los catalanes, que ya lo decía yo, que la guerra de Iraq no nos traería más que problemas... Estaba alucinando por tantos nauseabundos comentarios. ¿Es esto la nada de la que hablamos muchas veces? Me pregunté si yo también participaba de esa nada. Supliqué a la Virgen María, fuente viva de esperanza, y lloré por aquella gente que sufría, por los muertos, por sus familias, por la conversión de los que pusieron las bombas, por la conversión de mis compañeros, por la mía. Yo sólo quería abrazarlos. Al mediodía volví a comer con mi mujer y le conté lo sucedido. Sentí que mi debilidad es abrazada. Quisiera arrancar a todo el mundo de la nada. Sin Cristo sería imposible estar a la altura de las circunstancias.
Ignasi, Barcelona

El día del atentado...
Queridos amigos: quiero manifestaros la alegría llena de certeza que he experimentado al enterarme/nos de la concepción de nuestro tercer hijo. Ha sido un milagro patente en el que nuestra libertad y la de Dios han dicho sí. Como sabéis, somos fieles usuarios de los métodos naturales de regulación de la fertilidad, gracias a los cuales hemos crecido en el mutua afecto
y respeto al destino bueno de nuestras vidas, así como en la paternidad responsable. Hemos intentado espaciar este tercer embarazo, pues nuestros hijos tan solo tienen dos años y medio el mayor y 11 meses que va a hacer el más pequeño. Sin embargo, el día del atentado en Madrid, sucedió algo en mi conciencia: había pasado casi todo el día llorando cada vez que veía las imágenes de la brutal barbarie y no podía despegar de mi cabeza un gran sentimiento de odio y de incomprensión. Según me iba enterando de las víctimas que fallecían (dos mujeres embarazadas, un bebé de 7 meses...) se iba dando en mí un cambio radical. Fue el paso de no tener en cuenta lo que me ha sucedido –el encuentro con Cristo y el descubrimiento del bello significado de mi vida– a, de nuevo, partir de la realidad, hecha de hombres libres capaces de hacer el mayor mal, pero también el mayor bien; de manera que sin más dije: «Señor, si en algo puedo colaborar o contribuir a restituir al menos una de estas vidas, aquí estoy, sírvete de mí, de
nosotros» (en ese momento no podíamos siquiera imaginar lo que venía en camino...).
David y Nuria, Coslada (Madrid)

Escuela de caridad
Los viernes en Madrid la vida pasa por un lugar donde las cosas no se disfrazan de apariencia, ni de éxito, donde se superan los problemas de clase y es posible respirar lo que muchos corazones anhelan. Es un lugar donde aprendo qué es la caridad y cómo se ejerce, para luego poder así renovar las relaciones cotidianas. No es un colegio ni tampoco una universidad, pero tiene asignaturas muy importantes que valen para la vida. Hablo de “Bocatas” (cf. Huellas n. 2 –2003, pp. 44-45). Jamás se me ocurriría perderme un viernes por la tarde por lo que aprendo allí. Me sorprende la amistad de los que la impulsan y su respuesta a una necesidad tan concreta como la soledad y el abandono. Todo se aprende estando, no hay que ser más o menos listo. El limite toca la vida de todos, pero es posible compartir la necesidad que acomuna a todo hombre: la búsqueda de un sentido para la vida.
Jano, Alcorcón

Una inusitada esperanza
Ayer falleció mi abuela Carmen. Fueron también momentos de profunda reflexión y agradecimiento. Uno se da cuenta, más que nunca, de la educación recibida a lo largo de estos años. Quisiera dar testimonio de que Cristo existe y brilla en mi vida a través de personas concretas, pudiendo así esperar algo de la misma, incluso esperar algo de la muerte. Me he sorprendido, como nunca, observando cómo la influencia moderna y progresista de la cultura de la muerte predomina hoy por encima de todo. En cambio, para mi familia esta circunstancia ha supuesto la oportunidad de ver que vivir y morir esperando algo es mucho más propio del hombre que negar lo que sucede ante nuestros ojos y que nos atañe a todos. Con esto no espero que ahora de golpe mi familia se convierta al catolicismo, simplemente afirmo que han reconocido algo de “extraño” en esta compañía y en esta mirada. Cuando la compañía de seguros encargada de todos los trámites del entierro y demás parafernalias, se afanaba por ofrecer cualquier tipo de producto o de servicio (por no decir función teatral) con la única pretensión de camuflar que mi abuela había muerto, pensé: «¡Qué curioso, la cultura de la muerte no soporta la muerte!». La Iglesia es sabia y me ofrece un lugar en el que ningún aspecto de mi persona es obviado, y me testimonia a diario que Cristo, Él mismo, nos abre la puerta de la felicidad eterna. Por si fuera poco, además nos perdona sufriendo por y con nosotros.
Néstor, Barcelona

Mi trampolín
Esta es mi querida segunda patria, donde Cristo se luce interviniendo de modos inesperados. Es bien generoso y creativo con Su novedad. Me atrevo a decir que con mis amigos americanos la apertura y la sencillez inicial no siempre llevan a una pertenencia sólida y confiada. Estamos muy dolidos con heridas causadas por fenómenos que se dan también en Europa: el desmoronamiento de la familia, la ideologización de la educación, la presión de los medios para introducir la cultura gay y las diferencias económicas. Deseo para mis amigos y para mí que el poder del cambio que trae la relación con Cristo a través de nuestras comunidades nos transforme y transforme los que, para mí, son dos aspectos importantes de nuestra vida aquí: el ambiente del trabajo, que con su mentalidad competitiva reduce el valor de la persona a su éxito, y la inestabilidad afectiva. De ahí la tentación de hacer de la Iglesia un refugio ante la confusión cultural y social o una contracultura que no está abierta al ecumenismo de Giussani. La respuesta o la búsqueda de solución puede llevar a dos extremos: la reactividad, como la que Giussani advierte en Utopía y Presencia (el texto del encuentro de los universitarios de 1976) o una ingenuidad por ignorancia o deseo de poder. Estas reacciones ante la crisis de una cultura cada vez menos cristiana hacen que la batalla cultural dentro de la Iglesia la decidan por estos lares por un lado los conservadores, como Novak y Weigel, y por otro, los liberales que dominan la universidad, a lo Curran. Estoy algo perpleja –no escandalizada– de que más allá del asombro ante lo que hemos encontrado, puesto que sin duda en EEUU se dan encuentros providenciales, aun así nuestra amistad nos puede llevar a encerrarnos, quizá por temor ante un mundo hostil. Es como si el asociacionismo de la parroquia pudiese quizás dar paso al movimiento como asociación. Algo me resulta incómodo al respecto, aunque no me atrevo a compartir todavía un juicio que no es aún claro con mis amigos, para los que yo acabo de llegar al movimiento... sólo llevo aquí desde el 99. Para mí el carisma es un trampolín estupendo que me lanza a crecer en mi pasión e interés por todo lo que me rodea, desde las personas y estudiantes hasta los aspectos de la historia y de las culturas norteamericanas. Sin duda, descubrir por qué Cristo es un evento es lo único que puede rescatar lo humano de las ruinas. Lo digo por mi propia experiencia familiar, ya que mi hermana, después de 30 años, ¡se divorcia! ¡Qué piedad me da el Ser ante esta nulidad!
Patricia, Washington

Por la unidad
En febrero celebramos juntos la misa por el aniversario de la Fraternidad, aquí en Chincha, una provincia que se encuentra a 200 kilómetros de la capital. Trabajo aquí desde hace medio año. Invité a todos mis compañeros de trabajo, con el mismo volante que utilizaron en Lima pero solo cambié el nombre de la iglesia y la hora. Seis personas acudieron a la cita y me pareció conmovedor que mis amigos hayan rezado por la unidad de los cristianos, especialmente entre católicos y ortodoxos en Rusia, tal como pedía la intención de don Giussani.
Paola, Chincha (Perú)

Se puede amar así
Querido Don Gius: Hace años cuestionaba con escepticismo, envidia y dolor tu afirmación de que «Todo es gracia». No dejaba de tener delante mis limites y los de los demás. Entonces pedí que algo me moviera y me hiciera ver lo atractiva que es la realidad, pues por más que me esforzara no lograba cambiar. Hoy, aunque las circunstancias sean dolorosas, puedo repetir con tranquilidad y alegría: «¡Qué bello es el mundo y qué grande es Dios!». Tengo 34 años, me casé con Gustavo hace ocho. Tenemos seis hijos: Agustín, Ignacio, Santiago y esperando un cuarto hijo llegaron Francisco, Lucio y Verónica (trillizos, dos de ellos sufren diferentes discapacidades de origen neurológico) Una realidad muy exigente y a veces momentos desbordante. A pesar de que para nosotros es complicado salir de viaje y estar fuera de casa sin la ayuda que habitualmente tenemos, decidimos ir a las vacaciones de CL en Córdoba. Nada más llegar, pedimos colaboración porque no dábamos abasto. La respuesta fue desmedida, inclusive de gente que no nos conocía. Sobraron brazos, estuvimos permanentemente acompañados. Es evidente que cuando uno pide recibe siempre más. Dios me muestra cómo dependo de Él en tanto que dependo necesariamente de otros. Confío entonces en que todo, en el fondo, está en sus manos, que nada escapa a sus planes y que mis hijos también dependen de Él, son protegidos por Él. Durante las vacaciones, reflexionando juntos sobre tu carta al Papa con ocasión del aniversario de su Pontificado, empecé a comprender que para que exista el amor basta sólo con una persona; no es necesario que el otro me corresponda de alguna manera o que cambie según mi ideal. Puesto que yo he sido y soy amada y abrazada tal como soy, sin que se me pida nada a cambio, puedo abrazar a otros sin pretensiones. Lo que más me asombra es darme cuenta de que nada de lo que tengo es fruto de mi esfuerzo, no es un logro personal, es un regalo gratuito.
Cecilia, Buenos Aires (Argentina)

En las nuevas catedrales
El Coro Memorare está conformado personas que se reúnen en un grupo de fraternidad con el fin de llevar a su mas alto término el canto, tal como nos enseña don Giussani. Las Presentaciones de este coro tuvieron lugar en las fechas previas a la Navidad. Las urgencias de las compras navideñas se vieron interrumpidas por un anuncio distinto que recordaba al verdadero protagonista de estas fiestas. En medio del ruido del ambiente empezaba una música del cielo, canciones de la más rica tradición de la Iglesia y de la cultura paraguaya empezaban a deleitar los oídos de quienes presurosamente entraban a realizar sus compras en dos de los más modernos y concurridos Centros de compras de Asunción. Estas canciones hoy casi olvidadas, pero de las cuales el corazón del hombre no puede dejar de tener nostalgia así como la tiene del Infinito, transformaron el ambiente. Numerosos niños quizás escuchaban estas canciones por primera vez y comenzaron a tararearlas. Al final, la lectura del Manifiesto de Navidad, con las palabras del Papa y de don Giussani, fue la confirmación plena de que el anuncio de Cristo es para el mundo.
«Han anunciado a Cristo en este lugar» decía emocionado don Danilo, minutos después del merecido agasajo a los miembros del Coro Memorare, que había sorprendido a todos con este hermosísimo e inesperado regalo. Y Lua, explicaba: «Hemos querido cantar en estos Centros comerciales, ya que para el mundo son como las nuevas catedrales».
Pedro Kriskovich, Asunción (Paraguay)

Pertenecer
Querido don Giussani: Hoy, después de varios días de casi absoluta distracción, he tenido la oportunidad de confesarme y leer Huellas. Gracias a tu intervención Oboedientia et pax (cf. noviembre 2003, p. 1), he tenido ante mis ojos nuevamente la evidencia de que la paz –siempre que la he experimentado– nace de saber que pertenezco; que más allá de mis buenas acciones o de mis límites, pertenezco a Cristo gracias a este pedazo de pueblo y, concretamente, gracias a ti.
Un hijo tuyo (Panamá)

La última palabra
El padre de Silvia, la única víctima española de los atentados del 11-S en Nueva York, escribió una carta a las personas afectadas por los atentados perpetrados en Madrid y a sus familiares. El texto, del que publicamos algunos pasajes, se difundió a través de Cáritas.
Mi querido amigo: Millones de personas están expresando su solidaridad con cada uno de vosotros como víctima de los terribles atentados de Madrid. Quiero que sepas que yo también estoy contigo. Si no lo hiciera sería además un egoísta, pues no estaría correspondiendo a las muestras de solidaridad que recibí cuando el 11-S mi hija Silvia y su marido John fallecieron como consecuencia del terrorismo, entonces en las Torres Gemelas de Nueva York. Pero quiero también que sepas que somos muchos los que hemos rezado por ti y por cada uno de los afectados, y lo seguimos haciendo. ...la última palabra no la tiene la muerte, sino la misericordia infinita del Señor, que es más grande y más fuerte que todo el mal del mundo. Espero que esa fe en Dios sea, también para ti, la gran ayuda que se necesita para superar los difíciles momentos. A mí me ayudó a superar los sentimientos de rencor y de venganza. ... El ser víctima del terrorismo cambia nuestras vidas, pero no necesariamente a peor. Deseo que sepas que mi vida cambió después del 11-S. Me ayudaron el apoyo que recibí y la acogida que tuve en mi Parroquia y encontré fuerzas para salir de mi angustia.
José Luis de San Pío

Un signo en el mundo
Publicamos una carta dirigida a los Memores Domini con ocasión de la apertura de su casa en Valencia.
Queridas amigas: He tenido noticias de la apertura de vuestra casa en Valencia, y quiero unirme, en nombre de la Asociación Católica de Propagandistas, a la alegría que ello supone en vuestro movimiento. (...) Al abrir vuestra casa, queridas amigas, abrís un lugar de oración y un signo de que Cristo es capaz de enamorar y de llenar el corazón de los jóvenes del siglo XXI. Acudo, pues, a vuestro hogar dentro de la comunión de la Iglesia, en demanda de vuestras oraciones por la A. C. de P. , para que Dios se digne extender su reino a través de nuestras Obras. Y, al mismo tiempo, para agradeceros la radicalidad de vuestro seguimiento de Cristo, de vuestra vida sostenida por la dulce presencia del Amado. A todos nos conforta en nuestra esperanza ver que es posible vivir en la tierra la promesa cristiana. A modo de embajada que suavice mi atrevimiento, os envío dos libros del P. Marko Rupnik, S. J., otro enamorado de Jesús que, a través de la luz y del color, hace sensible lo que vosotras hacéis con vuestro testimonio: la «belleza que salva al mundo». Tened la seguridad de que estaréis presentes en mis oraciones, para que Cristo os dé el ciento por uno en esta vida, encomendándoos de una manera especial a su madre, la Virgen de los desamparados. En la certeza de nuestra profunda unión en Cristo, recibid el cariño de
Julián Vara Bayón, Madrid

Queridos amigos:
Os agradecemos de todo corazón vuestra cercanía, vuestra amistad, vuestra oración. En estos días tremendos de violencia y confusión, que afectan a todos, hemos tenido un lugar al que mirar, y del que aprender el significado de las cosas. Cristo presente en esta compañía ha hecho posible que no nos arrastre el torbellino del mal.
La cercanía de don Giussani, de nuestros amigos de Milán, y de todos vosotros nos sostiene. Seguid pidiendo por todas las víctimas y sus familias, por la paz y el bienestar del pueblo español.
Comunión y Liberación - España

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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