Huellas N.3, Marzo 2000

ESPAÑA

Un evento algo insólito

Ignacio Santamaría

La Compañía de las Obras ha afrontado con madurez el proceso electoral en España. Un trabajo que surge desde abajo, desde la experiencia cotidiana del quehacer de una vida cristiana


Desde hace algo más de un año la CdO es un rostro civil formado por personas, asociaciones, pequeñas y medianas empresas y entidades sin ánimo de lucro, que opera en distintos ámbitos de la sociedad desde la experiencia de una fe adulta. Las elecciones generales no son ajenas a esta historia de comunión, como no fueron ajenos otros hechos relevantes del pasado inmediato como por ejemplo la guerra de Kosovo.
A partir de la experiencia
Ante la cita electoral, el desafío que suponía juzgar la realidad política española desde el trabajo que realizamos cada día, tuvo una respuesta inmediata. Enseguida llegaron a la sede madrileña de la CdO multitud de mensajes que poco a poco iban componiendo un retrato de la gestión del gobierno del PP en los diversos ámbitos en los que se mueve esta realidad social. Con todo lo recibido se llevó a cabo un exhaustivo trabajo de síntesis, y las conclusiones se presentaron en un acto público celebrado en Madrid, en presencia del candidato del PP, Eugenio Nasarre, una de las plumas redactoras del programa electoral de su formación, y el eurodiputado del Partido Popular Europeo, Giorgio Lisi. La afiliación de los invitados a la llamada "alma democristiana o popular" se explica porque el voto que propone la Compañía es, en esta ocasión, para el Partido Popular. Un apoyo que no es automático ni devoto sino crítico con algunos aspectos y, sin embargo, activo, militante.
El evento fue algo insólito, ya que en España no es habitual hacer política desde la sociedad y, sin embargo, el sujeto de la democracia no sólo son los partidos y sindicatos, sino todo aquello que se mueve en la sociedad: desde la persona hasta el mundo asociativo, pasando por las familias. Pero "no estamos habituados a hacer política así - lamentaba el presidente de la CdO, José Miguel Oriol -, no lo estábamos durante los 40 años de franquismo, ni tampoco los veintitantos que llevamos de democracia descolgada desde arriba".

Empleo y Economía
En materia económica, la Compañía quiere introducir en España el debate sobre la subsidiariedad - que el Estado no monopolice la atención a aquellas necesidades a las que puede responder la propia sociedad a través de sujetos organizados -. El PP ha reducido el peso del Estado en la economía, permitiendo mayores espacios para la actuación de la sociedad. El 98% del empleo creado (más de 1 millón y medio de puestos de trabajo) ha sido privado. Nasarre reconoció que la aspiración del PP es reducir la actividad del Estado a un porcentaje del 40% del Producto Interior Bruto (PIB) mientras que Lisi aclaró que subsidiariedad no quiere decir privatización: "No significa pasar de la supremacía del Estado a la del individuo; por el contrario, la subsidiariedad presupone la existencia de sujetos sociales con creatividad". El economista Luis Rubalcaba afirmó que aún queda mucho que hacer en la promoción real del tercer sector.

Educación
Un profesor de instituto, Francisco Romo, por parte de la CdO, expresó la preocupación por la situación "desastrosa" que atraviesa el sistema educativo español y que se traduce en la falta de motivación del profesorado, el fracaso escolar y la ausencia de una propuesta cultural. "Los padres que optan por educar a sus hijos de acuerdo con hipótesis educativas que les interesan deben pagar el doble", denunciaba el maestro. Este fracaso ha sido producto de una renuncia a poner en contacto al alumno con su significado (de la que todos somos cómplices). Para Nasarre el problema fundamental del sistema educativo no son los recursos sino la orientación que hay que dar a la enseñanza. Señaló que el PP quiere modificar sustancialmente algunos puntos de la ley pero para ello debe entenderse y pactar con fuerzas que ven la educación de manera muy intervencionista o estatalista: el socialismo y el nacionalismo.

Cultura
"Timidez cultural y miedo a ofender a un pensamiento dominante que es contrario al modo en que los cristianos entendemos la cultura"; esa es la clave de la política cultural que ha desarrollado el PP desde su acción de gobierno, según la ponencia del periodista Fernando de Haro, presidente de la asociación cultural Charles Péguy, miembro de la CdO. También señaló que la fuerte intervención de los populares en algunos medios de comunicación sólo ha buscado que la información favorezca al gobierno, dejando la cuestión cultural en manos de diversos lobbies neoliberales.
Nasarre afirmó que "Lo importante para mí es dar un respiro a las iniciativas culturales", y el eurodiputado Lisi reclamó de la política española una mayor atención al hecho cultural: "Os deseo y animo a que pongáis la cultura, la educación, la crítica al pensamiento dominante, entre vuestras prioridades". Y recordó que los avances materiales y tecnológicos en Italia resultaron vanos una vez perdida la identidad y la memoria de un pueblo, tras 40 años de descuido del hecho cultural y de la experiencia humana que lo genera permanentemente.