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Huellas N.2, Febrero 2000

JUBILEO

En seguida le isiguiò

Alessandro Zangrando

El encuentro con Jesús a orillas del lago Tiberíades. El primero de los apóstoles en sufrir el martirio. Según una antigua tradición, fue el evangelizador de España

Un pescador, como muchos de los que se podían encontrar en Galilea. Eso era Santiago, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Juan, el autor del cuarto Evangelio. Es llamado el "mayor" para distinguirlo del otro apóstol con el mismo nombre, el hijo de Alfeo y porque probablemente era mayor que su hermano Juan. En el elenco del Evangelio de Marcos ocupa el segundo lugar después de Pedro, y en los Evangelios de Mateo y Lucas, en cambio, es el tercero después de Pedro y Andrés: una posición que subraya la importancia del apóstol. Trabaja con su padre y su hermano. Su pueblo es Betsaida: precisamente aquí los arqueólogos han encontrado muchos objetos usados por los pescadores, plomadas, agujas para reparar las redes, anzuelos, anclas, etc. Incluso un pendiente de oro. De los restos de las habitaciones se deduce que muchos de ellos eran de familias acomodadas, con una actividad floreciente y rentable.
El encuentro con Jesús tuvo lugar a orillas del lago Tiberíades, un día de pesca como los demás, mientras estaba colocando las redes en la barca con sus familiares. El Señor acaba de convencer a Pedro y a Andrés de que le sigan y poco después encuentra a Santiago que, junto a su hermano Juan, no duda. Jesús "les llamó. Ellos enseguida, dejando la barca y a su padre, le siguieron" (Mt 4,21-22).

Entre los preferidos
Santiago es un hombre de carácter impetuoso; tanto es así que Jesús llama "Boanèrghes", es decir, "hijos del trueno" a los dos hermanos pescadores. El Evangelio de Lucas relata un ejemplo de este ardor: durante un viaje a Jerusalén, Jesús manda a Santiago y a Simón a preparar la posada a un pueblo de Samaria. Después de ser rechazados por los samaritanos, los dos se apasionan:""Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?" Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo" (Lc 9,54-55).
Santiago forma parte del estrecho círculo de los apóstoles preferidos por Jesús: con ocasión de la resurrección de la hija de Jairo el Señor "no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago" (Mc 5,37). Sólo se les concedió a aquellos tres apóstoles asistir a la Transfiguración. Y también, al llegar a Getsemaní, a los pies del Monte de los Olivos, Jesús pidió a sus discípulos que se sentaran mientras él rezaba: "Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Y les dice: "mi alma esta triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad"" (Mc 14,33). En definitiva, Santiago es elegido como testigo directo de acontecimientos fundamentales de la vida de su Maestro. El "hijo del trueno" es curioso y a veces, incluso descarado. Como cuando iba con su hermano hacia Jericó y le preguntó a Jesús: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te pidamos... concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda" (Mc 10,37). Según el evangelio de Mateo, es su madre la que lo pide para ellos. También le siguen al Monte de los Olivos: Pedro, Andrés y él toman aparte a Jesús y le preguntan cuándo será el final de los tiempos que acaba de anunciar.
Otro pasaje de los Evangelios parece hacer referencia también a Santiago. Después del arresto de Jesús, Juan cuenta que "Siguieron a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro" (Jn 18,15-16). Se trata de un apóstol que se mueve con libertad dentro de la casa, bien introducido en los ambientes del sumo sacerdote. Para muchos estudiosos se trata de Juan. Otros lanzan una hipótesis diferente: ese discípulo que goza de estos contactos privilegiados es precisamente Santiago. La empresa de su padre Zebedeo habría sido proveedora del sumo sacerdote. Y la madre de Santiago, Salomé (de los testigos de la muerte de Jesús es ella la que trae el aceite perfumado para embalsamar el cuerpo del Señor) procedía de una familia sacerdotal, con parientes que habían desarrollado funciones en el templo. Por eso Santiago tenía relación amistosa también con los trabajadores de la casa del sumo sacerdote, por ejemplo con la portera, a la que le pide que deje entrar a Pedro. Después de la muerte de Jesús ¿qué es de Santiago? Según una leyenda siriaca, predicó en Betsaida y construyó una "iglesia". Una tesis que adquiere valor después de encontrar en Betsaida un ánfora de barro que se usaba para guardar un vino especial usado en las celebraciones.

Apóstol mártir
Es el primero de los apóstoles en sufrir el martirio. Herodes Agripa I, llamado "rey" de Judea para distinguirlo de su tío, el tetrarca Herodes Antipas, ordena su muerte. Viendo que la cosa agradaba a los judíos, el rey arresta también a Pedro, que después es liberado de forma milagrosa. Herodes Agripa recibió el título real de manos de Calígula en el año 37, pero tomó posesión de Judea y de Samaria en el año 41; gobernó hasta su muerte en el año 44. En cuanto llega a Palestina, Herodes Agripa trata de distinguirse como el hombre fuerte de Roma. Se propone acabar con los grupos de la comunidad judía que anunciaban la muerte del Hijo de Dios y trata de arrestar y matar a sus jefes. Herodes Agripa manda matar a Santiago en el año 41. "A espada", cuentan los Hechos de los apóstoles. Tal vez fue su destacado carácter impetuoso lo que "metió en apuros" al apóstol. Pero el rey recibió información errónea: creía que había arrestado a Santiago el "hermano" de Jesús, pues pretendía eliminar a los jefes de los judíos que profesaban la fe en Jesús. Clemente de Alejandría y Eusebio sostienen que Santiago convirtió al hombre que le escoltaba hacia el lugar del martirio.

Santiago de Compostela
Según una leyenda siriaca, fue enterrado en Akar, en Marmarika. Una tradición que se remonta a Isidoro de Sevilla narra su evangelización de España: el discípulo había llegado a Caesar Augusta, la actual Zaragoza, pero después de constatar el escaso éxito de su predicación, volvió a Judea donde sufrió martirio. Este relato parece poco verosímil, pues considera su muerte precoz: Pablo, en su Carta a los Romanos, anuncia su intención de partir para España; acaba de hablar de privilegiar los lugares aún no evangelizados. Parecen más verosímiles otros testimonios, confirmados por las excavaciones arqueológicas, según los cuales el cuerpo de Santiago fue trasladado a España y ahora se encuentra en Santiago de Compostela. Según esta tradición, después de la muerte del apóstol, sus discípulos tomaron su cuerpo y, sirviéndose de una frágil nave, llegaron a Galicia. El arca que contenía los restos del santo fue enterrada cerca de Amaea. Allí fue descubierta una noche del año 813 por un eremita llamado Pelagio. Se enteraron del descubrimiento Alfonso II el Casto, rey de Aragón, el Papa León III y Carlomagno. Alfonso hizo una peregrinación al sepulcro y a las primeras iglesias. En torno a ese núcleo nació Santiago. La autenticidad de las reliquias fue decretada en 1884 por León XIII mediante la bula Omnipotens Deus. A lo largo de los siglos la ciudad se ha convertido en uno de los mayores centros de peregrinación del mundo cristiano. En la iconografía, Santiago es representado no sólo con el Evangelio, sino también con un sombrero y un bastón, símbolos del peregrino. Su emblema es una concha.

Señas de identidad
Nombre: Santiago
Origen: Betsaida, Galilea
Padres: Zebedeo y Salomé
Profesión: pescador
Signos particulares: barba rala y pelo oscuro con la raya en medio. En la iconografía se le representa vestido como un caminante, con sombrero, bastón y una concha.
Fiesta: 25 de julio. Es el patrono de España y de los farmacéuticos.
Lugares de culto: Santiago de Compostela y Saint-Saturnin en Tolosa, donde se conservan reliquias del santo. En Italia lo festejan en Pistoia y Caltagirone.
Hablan de él: los cuatro Evangelios, los Hechos de los apóstoles. También muchas fuentes antiguas, entre las cuales se encuentran una leyenda siria, Clemente de Alejandría, Eusebio y las "Memorias de Abdia".

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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