¿En qué lugar del mundo sucede esto?
Este año, en el marco del Happening, algunos amigos propusimos organizar un concierto en la universidad pública. Viendo que era algo bueno, empezamos a trabajar en ello en septiembre del año pasado. Desde la primera reunión, estaban presentes varias preguntas que si no las hubiésemos planteado, no habríamos sido capaces de afrontar la enorme cantidad de trabajo: «¿Cómo anunciamos a Cristo a través de un concierto? ¿Qué tiene que ver el Señor con un evento así?». Queríamos que alguien que nos viese por primera vez, viera unos amigos tocando juntos, un pueblo, donde lo importante no fuera el “virtuosismo” de cada uno, sino que primaba el deseo de estar y cantar juntos. Pero, pese a estas bellas intenciones, a los pocos meses surgió el agobio. La inmensa cantidad de esfuerzo que suponía la organización del concierto empezaba a provocar cansancio, y además empezábamos a descuidar aspectos de nuestra vida que amamos o, al menos, deseamos amar (sobre todo, el estudio). Entonces el concierto se convertía en un peso. Varios de nosotros, al ver esto, decidimos pedir ayuda a amigos trabajadores. En una sencilla conversación con ellos cambió todo, empezamos a respirar. Nos animaron a redescubrir la razón del concierto y a ser realistas con nuestras capacidades, y a pedir ayuda. Después de esta conversación nos descubrimos en paz y, lo más importante, con más conciencia que nunca de que el concierto era por y para Cristo, para anunciar al mundo lo que hemos conocido. El trabajo siguió con más paz y belleza que nunca. Pero diez días antes del concierto surgió un problema con los permisos del Ayuntamiento que impedían celebrarlo. Pese a esa incertidumbre, seguimos con los ensayos. Todos los ensayos los empezábamos rezando juntos, pidiendo a Dios que lo que hiciésemos fuese suyo. Curiosamente, en los ensayos en los que sabíamos que era probable que todo ese trabajo no pudiéramos compartirlo con el resto, disfrutamos más que nunca, éramos más amigos que nunca.
Cuando supimos definitivamente que no podríamos hacer el concierto, no surgió un solo enfado. Nos sorprendíamos tranquilos, con la conciencia de que si así tenía que ser, debíamos abrazar la situación. ¿En qué lugar del mundo sucede esto? Seis meses de trabajo aparentemente tirados a la basura, y nosotros viviéndolo en paz. Con mayor o menor conciencia, empezó a encarnarse la experiencia de la virginidad, de no querer imponer nuestra idea de cómo deben ser las cosas. En la última reunión dije: «esto saldrá adelante si es la voluntad de Dios. Si no lo es, lo abrazamos alegremente». Rápidamente empezamos a trabajar en una alternativa: unos cantos. Tanto la organización de los cantos como del concierto estuvo animada por el descubrimiento de unos nuevos amigos. Un martes por la mañana, yendo a la universidad, vi a cuatro chicos con unas guitarras y un cajón. Al verles les pregunté: «Perdonad, ¿tocáis juntos?». Eran estudiantes de Musicología. En ese primer encuentro en el bus, les invité a participar con nosotros en el concierto para que tocasen unas canciones. Al no poder celebrarse el concierto, tocaron con nosotros en los cantos. La relación con ellos demuestra que el lema del Happening (“Convivir, NO coexistir”) es radicalmente verdadero. Con estos estudiantes, sin conocernos de nada, y proviniendo de realidades radicalmente opuestas, pudimos construir juntos algo para el mundo, partiendo de la sencilla amistad que ha surgido con ellos. Y a nosotros, pese a que aparentemente ha sido una “derrota”, o un esfuerzo inútil, se nos ha regalado un mayor conocimiento de Cristo, encarnado entre nosotros, y para el mundo entero.
Juan, Madrid
Una experiencia increíble
El Happening ha sido una experiencia increíble. Ha sido un momento de acercamiento al CLU, ya que poder participar en un acto siendo de primero era algo que no me esperaba para nada que sucediera, pero acepté y me dejé guiar, y me alegro de que haya sido así porque he podido ser partícipe de esa unidad que tanto he visto en Picos de Europa y en otras salidas de bachilleres. Organizar el acto “¿Es posible construir juntos siendo diferentes?” ha sido a partes iguales un reto y una emoción, han sido meses de no saber si iba a salir o no, reuniones y todo lo que conlleva organizar un acto. Y no solo los actos sino también esos días que hemos estado en Ciudad Universitaria anunciando el Happening. Ver a esa gente que estaba invitada a venir, aunque pensábamos que no sería así, y que se unían con total normalidad admirando todo lo que sucedía, que para nosotros es tan normal.
Celina, Madrid
Luigi Giussani. Se abre la fase testimonial para la Causa de beatificación
El anuncio de Davide Prosperi en los Ejercicios de la Fraternidad de CL, 14 de abril de 2024
El jueves 9 de mayo, a las 17 horas, en la basílica de San Ambrosio, el arzobispo de Milán, monseñor Mario Delpini, presidirá la primera sesión pública de la fase testimonial para la causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Luigi Giussani. Recibimos con inmensa alegría esta noticia tan esperada.
Se trata de un paso fundamental en el proceso de beatificación de nuestro querido don Giussani.
La primera fase del proceso, la llamada fase documental, que empezó en 2012, constaba de una investigación teológica que ha concluido positivamente, y una investigación histórica, amplia y compleja, que ya está muy avanzada. Ahora, cuando termine la fase testimonial que comenzará el 9 de mayo, la documentación recogida se enviará al Dicasterio para las Causas de los Santos en el Vaticano, donde se cotejará el trabajo realizado por la diócesis de Milán y seguirán las demás fases previstas por el reglamento hasta llegar a la decisión del Santo Padre de declarar Venerable al Siervo de Dios don Giussani.
Concretamente, esta mañana declaraba monseñor Ennio Apeciti, responsable del Servicio diocesano para las Causas de los Santos, que al término de la fase testimonial «el examen atento de un milagro obrado por Dios por intercesión del Siervo de Dios permitirá al Pontífice declarar Beato a monseñor Luigi Giussani y otro milagro, después de su beatificación, proclamarlo Santo de la Iglesia».
Como explica la Diócesis, la elección de la fecha del 9 de mayo y del lugar, la Basílica de San Ambrosio, para celebrar la primera sesión pública de la fase testimonial, ha sido tomada por el arzobispo por motivos vinculados a la propia figura de don Giussani. «La solemnidad de la Ascensión, que se celebra el 9 de mayo –afirma monseñor Apeciti– era especialmente importante para el sacerdote, y la Basílica de San Ambrosio parecía la más adecuada para expresar el vínculo de un sacerdote ambrosiano con su “mayor patrón”. Por último, la cercanía de la Basílica con la Universidad Católica del Sacro Cuore quiere recordar el lugar en el que durante tantos años el Siervo de Dios formó a generaciones de jóvenes, transmitiéndoles su amor apasionado por la Iglesia». Estamos profundamente agradecidos al arzobispo Delpini, a monseñor Apeciti, a la postuladora, Chiara Minelli, y a todas las personas implicadas en la causa por haber hecho posible la apertura de esta nueva fase.
Naturalmente, estamos muy agradecidos también al Papa Francisco por la atención y estima que ha expresado tantas veces, incluso públicamente, por la figura de don Giussani y por el camino que el movimiento está haciendo en este periodo.
A partir de este momento ponemos en manos de la Iglesia el deseo incontenible que llevamos en el corazón de poder ver pronto a don Giussani contado entre los beatos y santos del Señor. Nuestra tarea ahora es intensificar nuestras oraciones por el bien de la causa, por aquellos que están y estarán implicados en esta fase del proceso y pedir aún con más vigor en nuestras intenciones la intercesión del Siervo de Dios Luigi Giussani
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón