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Huellas N.01, Enero 2021

BREVES

La historia. La sed de Bianca

Mientras toma su café, Alice piensa en lo que hará en su próxima hora de clase: quiere preguntar sobre el gerundio en segundo B. «Quiero preguntar a cada uno, para que todos estén atentos. Y así me doy cuenta de si lo han entendido. Si todo el mundo lo ha entendido. Lo voy a plantear enseguida, nada más conectarnos. Y luego, si hay tiempo, les leo un poema de Catulo. Seguro que les gusta. Eso espero…». Sin darse cuenta de que se está adelantando unos minutos con respecto a lo previsto, enciende el ordenador y se conecta. «...En cualquier caso es imposible encontrarlo a los 15 años». Aunque el tono suena desconsolado, Alice reconoce la voz ligeramente ronca de Giuditta. Inmersos en una discusión, nadie se da cuenta de que la profe ya está en pantalla. «Quién sabe de qué hablará», piensa. Intrigada, pregunta: «Perdona, si no soy demasiado indiscreta, ¿qué es imposible encontrar a los 15 años?». «El sentido de la vida, profe», responde tranquilamente Giuditta, como si fuera lo más normal del mundo. «¿Pero de dónde sale esa pregunta?», inquiere Alice. «No lo sé. Bianca y yo estuvimos hablamos de eso ayer por la tarde». La compañera citada interviene: «Mira, ni siquiera puedo decirte de dónde surgió el tema. El caso es que lo estuvimos hablando durante dos horas. Sin sacar nada en limpio». Luego, en tono muy serio: «Pero profe, ¿existe el sentido de la vida?». «Sí, Bianca», responde la profesora. La chica la insta: «Y tú, ¿lo has encontrado?». «Sí». «¿Cómo?». «Yo tenía la misma pregunta que tú y cuando el sentido de la vida llamó a mi puerta, lo reconocí y le abrí». Bianca apoya la cabeza entre sus manos. Para decir, mirando fijamente la pantalla: «¿Te das cuenta de que podría morir ahora mismo, porque podría pasar, sin haberlo encontrado? ¿Te imaginas?». Alice siente que se le hace un nudo en la garganta. Se lo traga y responde: «Bianca, con la sed que tienes, el sentido de la vida vendrá a buscarte. Te lo aseguro». La chica retira las manos de su cabeza, sus rasgos faciales se relajan: «¿Está segura de eso?». «Sí». Unos momentos de silencio, luego Alice se aclara la garganta. «Bueno, chicos: ahora corrijamos las frases que os mandé traducir para hoy». «Profe, ¿eso significa que no hay preguntas?». Alice sonríe: «Sí, Andrea. Después, si hay tiempo, quería leeros un poema... en latín. Seguro que os gustará».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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