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Huellas N., Febrero 1984

CULTURA

Primera asamblea diocesana de "agentes de pastoral de juventud"

Gonzalo Lapuente/ Raúl Marigorta

Ha tenido lugar durante los días 8 a 11 de diciembre la I Asamblea de Agentes de Pastoral de Juventud (A.P.J.J. Consistió en 4
jornadas en las que unos 700 jóvenes implicados en este tipo de Pastoral, trabajamos, mañana y tarde sobre el PROYECTO elaborado por la Delegación con José Ramón Urbieta (Delegado Diocesano de Pastoral de Juventud) al frente de ello. La Asamblea se desarrolló por medio de ponencias que luego eran trabajadas en pequeños grupos donde se dialogó, enmendó,
votó y finalmente, se aprobó dicho proyecto. Todo esto transcurrió en un clima de comunión, intercambio y apertura difíciles de mejorar.


AGENTES DE PASTORAL DE JUVENTUD
En 1978 se reunieron en Majadahonda unos sacerdotes preocupa­dos por la juventud. Y hablaron, teo­rizaron: "sentaron bases". Más tarde ya por 1981, la Delegación Diocesana, partiendo de experiencias muy concre­tas, elaboró el PROYECTO que ahora ratificó la Asamblea. Vista la proble­mática juvenil, la falta de llamada y de respuesta, etc se pensó que la mejor manera de encauzar esta tarea tan conflictiva era la creación de unos "modelos referenciales" con un criterio pastoral ineludible. "Así -dicen en este proyecto- nos llenó la idea de crear una figura nueva: EL AGENTE DE PASTORAL DE JUVENTUD".
Agente que no sólo debe ser "testigo" (grave y plena tarea, por otra parte), sino que era necesa­rio además, educarle, darle herramien­tas de trabajo, incorporarle eclesial­mente a las tareas pastorales, darle una identidad eclesial,... "todo esto, siendo él mismo protagonista y sentado a la misma mesa donde se plantean, discuten y deciden las líneas pastorales, los procedimientos, los objeti­vos"... Todo nos suena conocido y desconocido a la vez: se trata de trabajar en y por la Iglesia; de estar verdade­ramente comprometidos con nuestras realidad de hijos de Dios... y de jóve­nes. Y todos nosotros sabemos que eso no se reduce a llevar una cateque­sis de confirmación o a cantar en el coro... pero el A.P.J. es más. Quizá mucho más.

PONENCIAS PARA UNA VIDA
Partiendo de la base y de una encuesta realizada a 600 jóvenes hace tiempo, se plantearon cinco cues­tiones sobre las que desarrollaríamos nuestro trabajo.
Comenzaron haciendo una descripción de la "iglesia joven" en Madrid, si se quiere incompleta, pero real y que está ahí, donde funda­mentaban la necesidad de estos Agen­tes de Pastoral. Agentes que fueron estudiados en las tres ponencias si­guientes que desarrollaban su identi­dad, su trabajo y su formación.
Este es el núcleo y la esen­cia del trabajo que la Delegación viene haciendo últimamente desde la Escuela de Formación de Agentes de Pastoral que lleva funcionado tres años y en éste saldrán los primeros A.P.J. formados según este plan dioce­sano. Plan que, como todos los planes, tiene cosas buenas y malas, prácticas y teóricas, pero que desde aquí te animamos a que conozcas, estudies y valores.

PASTORAL UNICA Y EFICAZ
Encontramos en este proyecto dos aspectos importantes a resaltar: en primer lugar el PROYECTO mismo. En él se traza una trayectoria unifi­cadora y exigente que, respetando la pluralidad, procura evitar la exce­siva disparidad y falta de coordina­ción que nos caracteriza a los jóvenes de la diócesis.
Pero, más allá de este crear cauces de coordinación para alcanzar una mayor comunión en la fe, busca una pastoral eficaz, capaz de llegar a los más alejados y de renovar y comprometer a los ya cercanos.
El otro aspecto a destacar es la intensa participación de jóvenes en nuestra delegación: tanto en la elaboración del proyecto como en el papel que éste nos adjudica. Nos hemos reconocido como los responsables inmediatos de este nuestro campo de la evangelización. La iniciativa queda de nuestra parte. Habrá jóvenes pre­sentes en todo tipo de consejos que nos atañan. Podremos dar un estilo propio a la Iglesia joven, pero a base de cargar con Él la otra cosa no sería seria.
Hay también otros puntos no tan claros que debemos valorar en sus justa medida, como son: la conveniencia de crear un ministerio seglar, el "Agente de Pastoral de Juventud"; también la ausencia de representantes en el proyecto de la casi totalidad de movimientos juveni­les de nuestra diócesis; la relación del A.P.J. con la parroquia; la misma visión de la Iglesia, y un corto etc.
Todo ello merecería una detenida revisión y esclarecimiento, que os reiteramos a que lo hagáis personalmente y en vuestros grupos.
Resta decir que nuestra participación, la de quienes leemos esta revista, fue pobre, muy pobre; y el despiste y falta de preparación grande, muy grande. Para sentirnos diócesis es preciso una atención y participación mayor en encuentros e iniciativas de este tipo.
¡Sólo así podremos comunicar lo que descubrimos como valioso y recibir con mayor generosidad!

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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