Huellas N., Diciembre 1983

CRITICA

Rayuela

Cristina López Schlichting

De Julio Cortázar
Edhasa, 1977, 2a Ed. 1981 (Barcelona)

¿Qué es Rayuela? ¿Qué es este libro donde se dan cita noticias periodísticas, especulaciones filosó­ficas, descripciones de París, monólo­gos insólitos y discusiones artísti­cas? ¿dónde se habla en "glíglico" y el sexo se convierte en poesía, donde la literatura y la pintura se mezclan con la miseria y la soledad?.
Tal vez la "antinovela" -como pre­tende su autor- y así es, en efecto, si consideramos la ruptura total del argumento y del estilo: cada página reserva una sorpresa, un cambio de tono o de registro ( no es literatura fácil).
Acaso se trata de una "exas­perada denuncia de la inautenticidad de la vida humana y de la literatura estética y psicológica" -como juzgan los críticos-.
Pero Rayuela es todo eso y mucho más para todo el que se inte­resa por el hombre y por lo humano: porque supera con mucho el plano de la mera literatura para reflejar la condición de un hombre inquieto, un hombre de nuestro siglo, sometido al escepticismo, al relativismo, al e­goísmo, propios de esta época atroz. Porque plantea toda una nueva teoría de la expresión literaria y porque aborda la concepción filosófica del mundo desde la visión de un artista.
Junto al personaje princi­pal, Horacio Oliveira, claro modelo de búsqueda, sometido a sus sensacio­nes y pasiones de una forma tan fami­liarmente natural que en ocasiones nos sorprende desde nuestra misma ex­periencia personal, junto a éste, re­pito, aparece el propio Cortázar es­condido en Morelli, que apenas in­terviene en el argumento, pero que se constituye en guía literaria y casi existencial de los personajes, escritores en su mayor parte.
Morelli, puro intelecto, su­pone la parte fría de Cortázar, su propia experiencia, la clave desti­lada de la vida.
Horacio se debatirá entre estos dos polos y ni aún al final del libro llegará a conclusión algu­na.
Nosotros sí. Nosotros pode­mos, mediante Rayuela, acercarnos a París, a la vida íntima, cotidiana, excéntrica y pasional de Oliveira y contrastar con él las teorías de More­lli: la dialéctica tal vez no salve a Horacio pero sin duda nos habremos enriquecido notablemente al volver la última página de la antinovela del siglo.
Rayuela es el mensaje del hombre desesperado que incapaz de sa­ciarse a si mismo tantea torpemente el universo en busca de una respues­ta. Pero ni la sociedad, ni el mundo, ni el arte, ni la filosofía consiguen enseñarle el camino en esa rayuela enorme que es la vida.