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Huellas N., Diciembre 1983

NUESTRA PRESENCIA

Teatro: La compañía de la ilusión

Julio Bravo

Dicen que el teatro está en crisis, y a nosotros no se nos ocurre otra cosa que formar una compa­ñía. Así , como suena. Una compañía que no tiene nombre propio, pero sí un nombre común, porque está en los corazones de todos los que la integra­mos: la compañía de la ilusión.
La idea de la formación de esta compañía supongo que rondaría en la cabeza de más de uno hace ya tiempo. Pero no tomó forma hasta hace poco, cuando se empezaron a preparar los cursos de Ávila 83. En ellos se vio conveniente incluir seminarios so­bre temas diversos, y uno de ellos fue el de teatro.
Así que comenzamos nuestra actividad. Diecisiete jóvenes, tan a­nimosos como ignorantes, bajo la di­rección de César, comenzamos a estu­diar las teorías de Stanislawski, de Strasberg, etc., y a realizar las primeras incursiones sobre un escena­rio. Los asistentes a los cursos de Ávila pudieron sufrir, así, nuestros primeros montajes, como un mimo sobre el "Adagio" de Albinoni, un aula poé­tica con versos de Gloria Fuertes, un monólogo de Unamuno y dos cuentos escenificados.
Llegó Octubre, y con él la incógnita de si sería posible con­tinuar. La respuesta, cifrada en la ya mencionada ilusión, fue sí. Hubo algunos cambios: perdimos varios miem­bros, pero al tiempo tuvimos también ilusionadas incorporaciones.
En un primer momento, nues­tro único objetivo era continuar, pe­ro la ilusión -¿quién la habrá lla­mado para que esté en todas partes?­ nos va llevando poco a poco a querer concretar nuestros pasos.
Se adjudicaron las ocupacio­nes: vestuario, decorados, luces, so­nido; todo tiene ya su encargado.
Se concretaron los proyec­tos: intentar -he dicho solamente in­tentar- el montaje de "El Gran Tea­tro del Mundo", de Calderón de la Barca, para el verano que viene; se­guir aprendiendo técnicas del actor, con los escritos de los más importan­tes teóricos¡ montar dentro de este año la obra de Albert Camus "Los Jus­tos" y, por último, preparar algún aula poética, con el fin de aprender a recitar verso.
En estos momentos somos u­nos veintipocos, y estamos ensayando la obra de Camus, en la que todos hemos puesto mucha ilusión - ¡qué pa­sada! -, y existe un proyecto de reali­zación de un espectáculo poético-tea­tral.
Nos reunimos cada quince días, domingos alternos, en la Parro­quia de Los Dolores, bajo la dire­cción de César Augusto Franco.
Los mayores problemas con que nos encontramos son, por un lado, nuestra bisoñez en el teatro, la fal­ta de tiempo material para ensayar, y por otro, la abrumadora mayoría femenina, que realmente no sería un problema si los autores de teatro escribieran obras con más personajes femeninos y menos masculinos. Así que los interesados, ya sabéis: nece­sitamos actores, o, en su defecto, autores que escriban obras con quince o veinte actrices. Ellas lo agradece­rán y César, además, no tendrá que romperse la cabeza eligiendo.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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